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Aaron Paul, El Camino, EL PALOMITRÓN
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EL CAMINO: UNA PELÍCULA DE BREAKING BAD

ANTECEDENTES

Desde que finalizó Breaking Bad, nada ha vuelto a ser lo mismo. La despedida de una de las series más famosas de la década marcó un antes y un después en la escalada por la ficción televisiva. De igual manera, la historia de Heisenberg dio la vuelta al mundo, recolectando legiones de fans que con el tiempo no han hecho más que crecer. Tras años de teorías sobre su polémico final, muchas han sido las cuestiones que quedan respondidas en El Camino, la primera TV movie de este querido universo.

Producida por Netflix y Sony Pictures TV, el mundo creado por Vince Gilligan da el salto a la gran pantalla, tomando un nuevo formato dónde desenvolver su historia. Minutos después de Felina (último capítulo), la trama nos traslada a la frenética huida de Pinkman que tras escapar de sus captores, busca desaparecer de la ratonera que es Albuquerque. Con esta premisa y con flashbacks esclarecedores, el peso de la cinta gira en torno al personaje estrella, interpretado por Aaron Paul. Comedida y sin demasiado fan service, El Camino ofrece un relato más que interesante para todo fan de Breaking Bad que se precie.

Aaron Paul, El Camino, EL PALOMITRÓN

LA PELÍCULA

Uno de los pros del universo producido por AMC es la facilidad con la que mueven a sus personajes. Cada uno de ellos se nota tan cuidado que podrían reutilizarse una y otra vez en diferentes spin-off, algo que ya han hecho en Better Call Saul. Con El Camino pasa lo mismo, asistimos a la detallada libertad de Jesse, esa sobre la que tanto hemos debatido en clase, en bares con amigos o incluso leído en estudios académicos. Acudimos por fin a una respuesta clara que cumple con las expectativas. La visión psicológica que la serie plasma sobre Pinkman queda reducida en la película a una lucha por la supervivencia. No es algo negativo sino otra perspectiva que a lo mejor el público no se esperaba. Aun así, la cinta sabe emocionar, y de qué manera.

Profundizando de lleno en Jesse, El camino es un epílogo que busca poner fin a su arco argumental. Desligado ahora de la sombra de Heisenberg, Pinkman es libre de labrar su propio futuro. Por primera vez es dueño de sus decisiones, algo que durante Breaking Bad estaba condicionado por el egoísmo de Walter o la codicia de sus captores neonazis. Gilligan ofrece así un espacio para él solo, un relato donde mostrar sus emociones, sin distracciones, sin subtramas, solo él.

Como en todos sus proyectos, Gilligan nos regala cantidad de detalles y pequeñas referencias. Posiblemente sea la introducción de nombres y anécdotas lo que convierte a la TV movie en un producto dependiente. Bebe mucho de los acontecimientos ocurridos en la ficción. Por tanto y sin haber visto Breaking Bad, El Camino pierde cualquier tipo de empatía con su protagonista, impidiendo disfrutar también del mundo donde se recrea.

Enlazando con lo anterior, una de las cualidades que más brilla durante sus dos horas de duración es el constante cambio de atmósferas, cargadas de tensión, claustrofobia y sobre todo nostalgia. Volver a esa sensación de western que respiraba Albuquerque es todo un lujo. Es cierto que Better Call Saul aún sigue en activo pero su desarrollo se aleja mucho del proyecto estrenado en 2008.

Charles Baker, Matt L, Jones, El Camino, EL PALOMITRÓN

ELLOS

Con parte del equipo reunido y con nuevas incorporaciones, El Camino elabora un recorrido por ese muestrario de personajes extravagantes que tanto caracterizan el show. De este modo, destaca la participación de Todd (Jesse Plemons) o la aparición del clásico dúo formado por Badger (Matt L, Jones) y Skinny Pete (Charles Baker). A pesar de este bonito reencuentro, es inevitable pensar en el paso del tiempo, 6 años son muy largos y estos acaban por notarse en muchas de las caras. Además es necesario mencionar la falta de personajes femeninos, algo que acaba por demostrar esa visión masculina que tanto se le critica a su creador.

A lo largo de las temporadas, las aventuras de los narcos más buscados de Nuevo México demostraron que la pirotecnia no era necesaria para llevar el proyecto a buen puerto. Así, Gilligan fiel a su estilo recurre de nuevo a sus queridos time-lapse y más que infravalorados tiempos muertos. Es cierto que la apuesta visual queda desaprovechada de cara al nuevo formato. Recurre a lo habitual, algo que funciona pero que no sorprende.

De manera objetiva la trama no es demasiado elaborada, a fin de cuentas se reagrupa en lo que se resumía gran parte de la serie, conseguir dinero. Es la manera de contarlo lo que eleva ambos proyectos. Es cierto que las expectativas puestas en El Camino eran demasiado altas, pero para nada ha sido una decepción. Muchas veces la simpleza es la clave del éxito. No es necesario grandes paranoias mentales para contar la historia de Jesse, que al fin y al cabo es un joven que se metió donde no debía.

Perspectiva aérea, El Camino, EL PALOMITRÓN

LA SORPRESA

Pese a las críticas que se le achacaron cuando fue anunciada, El Camino es el perfecto epílogo para uno de los personajes de ficción más queridos de los últimos años. Lejos de alargar innecesariamente la historia, presenta un filme repleto de emoción y suspense

LA SECUENCIA/EL MOMENTO

Recordando a las icónicas escenas de la serie, destaca la redada que Jesse lleva a cabo en casa de Todd. La propuesta visual de ese momento nos traslada directamente al relato original, algo que llena de nostalgia.

TE GUSTARÁ SI…

Te gusta el suspense y el universo Breaking Bad

LO MEJOR:

  • Su reparto
  • Sus escenas cargadas de referencias
  • Su ritmo pausado

LO PEOR:

  • Demasiado dependiente de la ficción original
  • Falta de atrevimiento en la puesta visual

Alonso Muñoz


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