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Dr. Stone S2 Salvando al mundo con ciencia destacada - El Palomitrón
ANIME / MANGA OPINIÓN REDACTORES

DR. STONE S2: SALVANDO AL MUNDO CON CIENCIA

Dr. Stone es una obra que se presenta como un shonen, es más, el manga original se publica en la Weekly Shonen Jump, hogar primigenio del género. Su joven protagonista tiene un don especial que lo convierte en diferente a los demás, acaba involucrado sin quererlo en algo enorme y convierte en su misión el salvar el mundo enfrentándose a retos y enemigos cada vez más duros. ¿Te resulta familiar?

Es fácil dejarse engañar por la primera impresión de Dr. Stone al leer todo eso, pero en realidad la serie se desmarca del género y ofrece su propio sabor a través de algo muy particular: la ciencia y el amor que su protagonista, Senku, tiene por ella. Senku es una persona racional, incapaz de dar un paso sin pensar en los dos siguientes, y la ciencia es el dogma al que nunca traicionará. ¿Quiere salvar el mundo? Sí, pero recuperando por el camino todos los avances científicos que llevaron a la humanidad hasta donde estaba hace 3.700 años, cuando un misterioso acontecimiento convirtió a todos los humanos en piedra.

Siendo la ciencia el motor principal de la historia, es un aspecto muy cuidado en la serie, y cualquier invento o avance de Senku está tratado con la mayor rigurosidad posible, aunque sin convertir todo en un intento de Wikipedia. Y ese es el mayor logro de Dr. Stone: logra que la ciencia sea entretenida. Algo inevitable si tenemos en cuenta que el público principal al que va dirigido son adolescentes. Crear una rueda hidráulica o una cámara de vacío pueden ser cosas aburridas, pero la historia sabe intercalar otros inventos menos serios para aligerar su carga, como son el ramen, el refresco de cola o el algodón de azúcar. Porque sí, a todos nos gustaría tener bombillas que iluminen nuestras noches en un mundo de piedra como el que nos presenta la historia, pero esos pequeños placeres más mundanos son algo que cualquiera podría llegar a extrañar del viejo mundo.

Senku declara en multitud de ocasiones que la ciencia es una serie de descubrimientos que se complementan, el esfuerzo conjunto de la humanidad a lo largo de miles de años de evolución, y pese a que él está dispuesto a recuperar tanto de ese avance como le sea posible, sabe que no puede lograrlo solo. Poco a poco va reuniendo a su alrededor a un grupo de personas que comparten sus ideas, desde su buen amigo Taiju, quien confía ciegamente en él, a la gente de la aldea Ishigami, que pasan de considerar la ciencia algo extraño solo apto para Chrome, a comprender su grandeza y estar dispuestos a ayudar a Senku con cualquier cosa que necesite. Cada pequeño logro del protagonista pasa a ser motivo de celebración para todos, quienes se alegran, sorprenden y disfrutan a partes iguales.

La idea de «evolución» es algo también omnipresente en la serie, y vemos constantemente cómo Senku necesita ir paso a paso para alcanzar sus objetivos. Para crear un invento siempre necesita otro anterior, y este posiblemente necesitara otro, haciendo que poco a poco el cúmulo de aparatos, dispositivos e ideas que adapta a sus limitadas posibilidades vaya ayudando a evolucionar a los siguientes. Es muy habitual que en una situación de necesidad la historia recurra a algún artilugio pasado para sorprendernos con una nueva utilidad. La continuidad es sorprendente y es algo que se agradece. No tenemos un «invento de la semana», algo que sin duda habría facilitado las cosas al autor o a los guionistas del anime, sino que experimentamos de primera mano lo que ha sido la evolución de la ciencia a lo largo de los siglos de la forma más natural posible, aunque sea en versión acelerada, claro.

Y si bien la ciencia está estupendamente representada y las ideas de evolución y colaboración son una de las bases de la serie, todo esto podría seguir siendo aburrido de no ser por la pasión que derrocha Senku por lo que hace. Para él cualquier nuevo invento o idea es un reto a superar, algo emocionante en su vida, y aunque no siempre todo sale como quiere y también tiene que lidiar con la frustración de vez en cuando, es habitual verlo exclamar frases como «¡Esto es muy divertido!» o «¡Qué emocionante!«. Su pasión es contagiosa y logra hacer que te intereses por la ciencia de una forma genuina, convirtiendo la historia en didáctica además de interesante. Poco a poco nos sentimos como uno más de esos habitantes de Ishigami que trabajan con él, celebrando sus logros y aplaudiendo sus ideas y esfuerzos.

Todo esto es lo que logra que la ciencia sea la clave del éxito de Dr. Stone sin alejarse demasiado de la clásica fórmula del shonen. Sí, Senku debe hacerse cada vez más fuerte, derrotar a enemigos en principio más poderosos que él, pero en lugar de entrenar para ganar músculo o desarrollar una nueva técnica secreta, él es capaz de crearte una armadura con papel o incluso de crear armas de fuego si es necesario. No lo querríamos como enemigo, la verdad.

Todavía no sabemos hasta dónde nos llevará la historia o qué nivel alcanzará la ciencia de Senku, pero si estamos seguros de algo al diez mil millones por ciento es de que seguirá despertando en nosotros el mismo interés que en sus primeros episodios.

Hazu Stark


Artículo original escrito por Hazu Stark, corresponsal en España y Latinoamérica para Crunchyroll News. Texto del que previamente hemos pedido permiso a Crunchyroll para publicar en El Palomitrón por el interés que puede conllevar a nuestros lectores. 

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Publicista aficionada de las películas, las series y el cómic en general. No tengo un género preferido, pero todo lo gore me apasiona. Adoro viajar, y si algún día consigo ir a Japón, sin duda para el trayecto tendré preparada toda la obra de Sui Ishida.