DESTROYER: UNA MUJER HERIDA
LOS ANTECEDENTES
Karyn Kusama es una de las directoras más interesantes del panorama fílmico actual. Debutó con Girlfight (que fue un fenómeno en el festival de Sundance y posteriormente en Cannes). Su siguiente película fue una producción de gran presupuesto que si bien es fallida tiene muchos elementos a destacar titulada Æon Flux. Unos años más tarde dirigió Jennifer’s Body, una película que con el tiempo se ha convertido de culto. Después de un largo periodo de espera, en el que no conseguía sacar adelante ningún proyecto, firmó La invitación, que es, en nuestra opinión, una obra maestra muy merecedora de su premio de mejor película en el festival de Sitges de 2015. Recientemente había rodado algunos episodios de series de televisión de prestigio y uno de los segmentos que componen la antología de terror dirigida por mujeres XX. Este año vuelve al cine por la puerta mediana (producida por Annapurna) con un sórdido thriller de detectives titulado Destroyer: Una mujer herida.
LA PELÍCULA
Destroyer: Una mujer herida homenajea los policíacos de los 70’s ambientados en un Los Ángeles sucio y decadente. Tenemos como protagonista a una detective que al mismo tiempo que intenta resolver su más reciente caso, se está investigando a sí misma y redescubriendo (junto con la audiencia) la razón por la que perdió toda esperanza en un futuro mejor. Un personaje que vive encerrado en un círculo vicioso del que no puede salir. Con los años ha ido acumulando ira hasta tal punto que está lleno de violencia emocional y física y la ejerce tanto de forma externa como interna.
Pero no siempre fue así. La película también nos narra su pasado y los hechos que la hicieron descarrilar. El hecho de estar contada en dos líneas temporales, separadas por un par de décadas, es un gran acierto por parte de los guionistas puesto que nos da cierta perspectiva respecto a la protagonista. Se trata de un guion minimalista, donde menos es más. Su lema es: si una emoción se puede contar en una mirada no es necesaria subrayarla mediante una línea de diálogo. Por suerte contaban con una gran directora que se encargaba de obtener de su reparto estos momentos interpretativos claves.
ELLOS Y ELLAS
Nicole Kidman se ha convertido en una leyenda de la gran pantalla gracias a su deseo de experimentar y de escoger papeles arriesgados que le suponen un gran reto. Rodar Destroyer: Una mujer herida fue una experiencia dura para la actriz ya que debía vivir durante meses en un estado mental muy oscuro.
El resto del reparto también sobresale. En concreto, la camaleónica Tatiana Maslany y Bradley Whitford a quien cada vez se le da mejor interpretar a personajes sin escrúpulos.
LA SORPRESA
El elemento más atrayente de este filme era que el personaje principal, que a simple vista podía parecer muy tópico, era una mujer por lo que muchos de los roles asociados con este tipo de caracterizaciones podían ser subvertidos o como mínimo observados desde una óptica distinta. La película está a la altura en este aspecto. Además, el hecho de que esté dirigida por una mujer transforma aún más la mirada convencional evitando convertirse en una cinta vacía como Matar o morir.
LA SECUENCIA / EL MOMENTO
El atraco de banco alrededor del cual gira toda la historia ya que está contado con un ritmo y una austeridad formal comparables a algunos clásicos del género.
TE GUSTARÁ SI…
Si quieres ver una protagonista muy alejada de los cánones hollywoodienses patriarcales de como debe comportarse un personaje femenino, quieres disfrutar con una cinta de suspense muy bien rodada y con un guion sólido y si quieres presenciar otro recital interpretativo (uno más) de Nicole Kidman.
LO MEJOR
- El soberbio trabajo interpretativo de Nicole Kidman. Bra-va!
- El pulso narrativo de Karyn Kusama que eleva la propuesta
- Unos secundarios que dan la talla
- El final
LO PEOR
- La historia, en múltiples tramos, resulta demasiado previsible
Pau Jané