¡AVISO SPOILERS!

Nolite te bastardes carborundorum. Existen lemas de rebelión, pero ninguno tan empoderador como el empleado por June Osborne. La tercera temporada de The handmaid’s tale  se ha estrenado hoy en HBO y como venía anunciando, vuelve más rebelde que nunca.

Hace ya casi un año que dejamos a nuestras protagonistas abandonadas a su suerte en la inquisidora nación de Gilead. Con una recién nacida a la que proteger y una huida improvisada, June (Elisabeth Moss) dejó a cargo de Emily (Alexis Bledel), el destino de Nicole, fruto de su relación con Nick (Max Minghella). Pero ¿Por qué no decidió huir junto a su compañera? ¿Por qué no derribar la misoginia de los comandantes desde fuera? Los tres nuevos episodios: Noche, Mary y Martha y Útil, tienen la respuesta.

Aunque la ficción, basada en el libro de la autora canadiense Margaret Atwood, incluya tanto personajes masculinos como femeninos, son ellas las verdaderas protagonistas de esta distopía feminista. Ya sean partidarias de Gilead o activos de la resistencia, poseen un desarrollo único y esencial.

EMILY

La conocimos como Ofglen y desde entonces no ha dejado enamorarnos. En estos nuevos episodios hemos podido ver, como la que fue una de las pocas supervivientes de las colonias, ha conseguido vencer todo tipo de adversidades. Tras la deseada venganza contra Tía Lidia (Ann Dowd) y la ayuda sorprendente de su nuevo comandante, Emily ha comenzado por fin a gozar de fortuna, algo que ya merecía. Es por ello, que uno de los momentos más emocionantes de los tres primeros capítulos es ese rescate y recibimiento que recibe nada más cruzar a la frontera canadiense. En sus ojos es imposible no captar las lágrimas de emoción, lágrimas también derramadas por el miedo a lo que le depare el futuro.

Aún no conocemos como será su reencuentro con su mujer, Sylvia (Clea DuVall), pero esperamos que en los próximos episodios recuperemos a esa Emily luchadora, que ahora fortalecida, esté lista para batallar.

SERENA

Aunque siempre haya representado una amenaza, el cambio de Serena (Yvonne Strahovski) es innegable. Atrás queda esa inquina y religiosidad inquietante de las anteriores entregas, ahora es una más. Una mujer más atrapada en un mundo que no la hace feliz. Su matrimonio es un fracaso, sus palabras son enterradas diariamente por gente que la desprecia y para colmo ha renunciado a lo que más quiere. Todo este huracán de emociones es probablemente el arco argumental que nuestra «esposa favorita» experimentará durante la temporada.

¿Se aliará finalmente con June? ¿Renunciará finalmente a sus creencias y al yugo de su matrimonio? De momento nos quedamos con la quema de la casa y de la cama de matrimonio, símbolo de todo lo que está mal con la ideología de Gilead.

JUNE

La que fue en su día editora de libros es la razón de ser de la serie. De carácter tozudo y combativo, June, Ofred en Gilead, lo ha perdido todo. Al menos eso pensábamos hasta la huida afixiante al final de la segunda temporada. Ahora ha encontrado algo, esperanza. Puede que sus decisiones no sean siempre las adecuadas, pero June se ha vuelto demasiado importante para la causa. El amor que siente por su hija Hannah y su compromiso con Mayday, prometen ser la línea argumental que seguirá esta temporada.

En estos primeros episodios hemos podido conocer el desenlace de la escapada y como el amor es la causa de su vuelta a la casa Waterford una vez más. Asimismo, hemos descubierto de primera mano varios de los peligros que supone formar parte de la resistencia liderada por las marthas, así como la misteriosa personalidad de su nuevo comandante, Joseph Lawrence (Bradley Whitford), antiguo patrón de Emily.

LAS DOS CARAS

Aunque no formen parte del trío protagonista es importante destacar destacar otros personajes que son clave en ambos bandos del conflicto. En Canadá, Moira (Samira Waley) y Luke (O-T Fagbenle) continúan velando por su amiga y mujer. Como apunta la llegada de Emily y Nicole, la reunión de Luke con una nueva hija de la que no es padre, promete desencadenar una exploración de las relaciones familiares y el amor en tiempos difíciles.

En contraparte al territorio del norte, en Gilead, es inevitable reparar en la recuperación de Tía Lidia, que como hemos podido ver en el segundo episodio vuelve más estricta que nunca. Sobre todo ahora que carga con el recuerdo de Emily, presente en sus heridas. Con ella, el peligro también se refleja en la figura del comandante Waterford (Joseph Fiennes), que consciente del sentimiento revolucionario no dudará en obrar a su favor y al de su patria.

En general, estos episodios son un adelanto de lo que hemos podido ver en los tráilers, el inicio de una revolución que únicamente podrá ser femenina y desde dentro de los muros del enemigo. Es hora de que la sumisión de paso a la revolución. Nolite te bastardes carborundorum.

Alonso Muñoz