CRÍTICA DE BOKU NO HERO ACADEMIA 3×04
El pasado mes de octubre la segunda temporada de Boku no Hero Academia llegó a su fin ofreciendo un cierre que se aventuraba algo mayor, algo mucho más grande. El campamento de verano estaba a la vuelta de la esquina y, tal vez, podría suponer un período de relativa paz y tranquilidad. Sin embargo, la convicción y firmeza de Tomura Shigaraki en pos de erradicar al símbolo de la paz avivó la llama de la tensión.
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Parece ser que los nuevos villanos liderados por Shigaraki cuyas sombras conocemos en el episodio de la semana pasada tienen un objetivo claro: la captura de Bakugo ¿Con qué fin? Todavía se desconoce. Sus intenciones están realmente claras y sus acciones demuestran su verdadera convicción. ¿Serán estos los primeros pasos para derrocar al símbolo de la paz?
Una declaración de intenciones con tintes oscuros
Los nuevos villanos irrumpen por sorpresa en el campamento y, nada más comenzar, se dividen en varios grupos para conseguir retener al mayor número de héroes posible. Una estrategia premeditada que demuestra que, además de tener un plan previo, conocen los movimientos de los héroes de la academia de la U.A. y sus condiciones en el campamento. Una situación altamente positiva para ellos ya que el predominio de héroes profesionales es nimio y pueden obtener una ventaja en todas y cada una de las peleas previstas.
Empiezan, por primera vez esta temporada, las auténticas batallas. Héroes VS Villanos. La acción domina cada uno de los planos y la música acompaña a cada uno de los movimientos. Una tarea donde BONES vuelve a demostrar su total conexión con la obra de Horikoshi en la que sabe acompasar todos los frames al unísono para conseguir un resultado prácticamente perfecto. Los colores son los auténticos protagonistas, pero no es menester contemplar la excelente ejecución de cada uno de los golpes y coreografías en cada una de las contiendas.
Por un lado tenemos al grupo de Wild Wild Pussycats contra Spinner, uno de los nuevos rivales cuya apariencia recuerda bastante a uno de los villanos más importantes de My Hero Academia, Stain. ¿Habrá algún otro tipo de relación entre ellos? Por otro lado podemos ver la antesala de una de las batallas que posiblemente marquen un antes y un después en este arco, Dabi VS Eraser Head. Por último, también nos muestran otro de los grupos que posiblemente también se enfrenten a los nuevos oponentes, en este caso un grupo menos conocido y con menor protagonismo hasta el momento, la clase de 1-B. Por el momento no se avista ningún enfrentamiento, pero demuestran que saben ante qué situación están y cuál debería ser su papel. Ya no pueden quedarse atrás, y al igual que su clase «rival» deberán actuar como héroes y dejar sus debilidades a un lado. Tetsutetsu afirma que ellos convierten las crisis en oportunidades y que ese deberá ser su mantra para seguir adelante.
¿Qué significa ser un héroe?
El campamento de verano se ha convertido en un auténtico campo de batalla, una batalla en la que no todos sus participantes tienen los recursos necesarios para salir ilesos. Uno de ellos es Kota, el pequeño cuya muerte de sus padres a manos de un villano desconocido hasta el momento condicionó su postura frente a los héroes. Unas personas para él carentes de objetivos y cuya misión en la vida está desprovista de intenciones positivas.
El joven Midoriya es el único que sabe donde se encuentra Kota. A contrarreloj acude hasta donde se encuentra el joven, para intentar salvarlo de cualquier amenaza. Una tarea propia de un auténtico héroe. Pero esa carrera acaba siendo una derrota, pues cuando llega a su objetivo Deku se encuentra con el joven Kota amenazado por un villano cuyo nombre todavía es un tabú. Estamos ante Muscular, un nuevo enemigo miembro de la vanguardia que, casualmente, es quien mató antaño a los padres de Kota. Cada segundo que pasa se convierte en una nueva amenaza, una amenaza que no sólo implica a Deku como héroe, sino a Kota y su convicción de que los héroes no son nada. Una situación que deja ante nosotros, meros espectadores, la que será una de las batallas más épicas de la temporada.
Muscular no duda en mover ficha y empezar a pelear contra Deku, en el que ve la oportunidad perfecta para realzar su papel de villano y su postura contra aquellos que se hacen llamar héroes. Una lucha sin cuartel donde todo vale y los máximos de cada uno se anteponen ante nosotros. De nuevo estamos ante un rival carismático, cuyo don se postula con una fuerza sublime y cuyos músculos se fortalecen ante lo que parecen debilidades para el adversario. Un rival más que digno y que supondrá una nuevo límite que superar para Deku.
El joven Midoriya tiene doble objetivo: vencer a Muscular y salvar a Kota. De nuevo, My Hero Academia nos demuestra qué es ser un héroe. No solo se trata de vencer a aquellos denominados «malvados» sino de demostrarle al mundo que harás todo por las personas, incluso dejar expuesta tu propia vida. Algo que Deku hace sin parar y que lo demuestra ante cada uno de los golpes que atesta a Muscular. La batalla expone las fuerzas y debilidades de ambos. Una lucha donde el más mínima oportunidad puede ser el detonante que marque la victoria. Una coreografía de golpes donde BONES vuelve a manifestar todo su potencial y que hará disfrutar a todos y cada uno de los espectadores. Momentos cruciales donde cada uno de los golpes parece ser el último pero siempre acaba habiendo uno más. Los cuerpos van llegando a su límite, un límite que condicionará a ambos a realizar su ataque más potente. Muscular parece tener la victoria sellada, pero es entonces cuando el joven Midoriya y futuro símbolo de la paz demuestre una vez más al mundo que su potencial no tiene límites. Es el momento de sacar el 100% del One For All. Un momento donde la tensión, los nervios e incluso las lágrimas pueden llegar a estar presentes en todos y cada uno de nosotros.
Un último movimiento
Detona el golpe, pero parece ser que la batalla todavía no ha finalizado. Siguen adelante pero es entonces cuando Deku decide realizar algo que no había hecho hasta el momento. Deja el 100% atrás y expone todo su potencial al 1000%. Un impacto que decidirá el resultado final de la batalla. No solo por la potencia dirigida a Muscular, sino porque tras ese movimiento nuestro pequeño héroe no podrá seguir adelante. Y es ahí, tras esa declaración de intenciones ante el mundo, donde Kota valora qué es un héroe de verdad. Una convicción que no solo le servirá para darse cuenta qué ha supuesto Deku para él, sino para sacar a relucir su propio don, valorar qué fueron sus padres y descubrir ante qué realidad se encuentra. Una realidad que hasta el momento había ignorado por completo. Gracias a la fuerza de ambos Muscular acaba «derrotado» pero todavía seguimos sin saber cuál será el resultado final de esta batalla.
Aun sin saber cómo acabará, Kota libera sus sentimientos reprimidos mediante las lágrimas, unas lágrimas que no sólo demuestran su «perdón» hacia los héroes sino su postura de agradecimiento frente a Deku. Una persona que estaba dispuesta a morir por él. Una persona que le devuelve la fe en la humanidad. Una batalla donde los golpes no son los protagonistas, lo son las personas y sus convicciones. Revelaciones, verdad y lágrimas marcan el final del episodio de esta semana. Una historia que todavía no ha acabado pero cuya postura frente al tablero ha dado un giro bastante importante. Un giro que posiblemente vuelva a cambiar la próxima semana y cuyos grados no podemos imaginar de cuánto será. BONES vuelve a jugar con las emociones y la tarea de Nagasaki ha sido realmente sublime. Un episodio difícil de superar, pero recordamos que la temporada acaba de empezar. Los héroes han llegado más fuertes que nunca, pero los villanos esta vez no están dispuestos a quedarse atrás.
Marisol Navarro
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