BIBLIOTECA: ROB REINER, DE JORGE FONTE
Se trata de un tipo que trabaja prácticamente desde el anonimato. Posiblemente nadie tenga tantas películas presentes en la cultura popular siendo tan poco conocido, al menos para el gran público. Así lo afirma Jorge Fonte (y no le falta razón) en el nuevo libro de Ediciones Cátedra, que recorre vida y obra de Rob Reiner y que forma parte de esa extensa colección de títulos dedicados a cineastas: Scorsese, Kubrick, Polanski, Nolan, Cimino, los Coen, García Berlanga, Hitchcock, Lynch, Chaplin, Riefenstahl, Einsestein, Griffith… Más de cien. Pocos grandes directores se le resisten a esta recopilación de auténticas leyendas del cine de todas las épocas.
EL ORIGEN
Comenzamos este viaje, claro, por el principio. Reiner es nieto de un relojero judío (que había emigrado desde Austria) e hijo de dos personas que se conocieron gracias al teatro. Su padre, Carl Reiner, ha sido actor y guionista en numerosas series y programas de televisión en EE UU (quizá le pongan cara si recuerdan que su papel más destacado es el de Saul Bloom en la trilogía de Ocean’s Eleven). No iba a quedar ahí la cosa. Además de Rob, sus dos hermanos Sylvia Anne y Lucas también se dedicaron al mundo del arte: poesía y pintura respectivamente. También su madre, Estelle, que comenzó a hacer carrera en el jazz.
SU PROPIO CAMINO
Con tales cimientos, no parecía difícil vislumbrar el camino que escogería aquel muchacho. Tras su paso fugaz por series como Batman (1966-1968), a Rob le llegó el éxito en 1971 por su papel en All in the family, una sitcom que arrasó durante varios años. Pero, como ocurre a veces cuando se llega a un objetivo, esto no le llenaba del todo y aprovechó para aprender y practicar todo lo que estuviera en su mano, así que comenzó a escribir los guiones de algunas secuencias de la serie. Esto va a resultar trascendental en su forma de entender el cine priorizando, precisamente, el guion.
VIDA PRIVADA
Se habla de su primer matrimonio con Penny Marshall, sus temores tras el final de su serie, sus proyectos fallidos y primeros pequeños triunfos…hasta la llegada de su primera película: This is spinal tap, en 1984. O cómo en 1986, y hasta 1992, comenzó la racha de sus mejores películas, llegando a superar los 200 millones de dólares en todo el mundo con Algunos hombres buenos. O cómo sus dos siguientes producciones tras esta gran racha frenaron la ascensión y le hicieron perder, ya de forma irrecuperable, el favor de la crítica.
ESTILO Y TEMÁTICA
En este campo también destaca su activismo social en favor de la infancia, la prevención del tabaquismo y la lucha contra la prohibición del matrimonio homosexual en California. De todo ello emana su estilo: ninguno particularmente reconocible. En el cine de Reiner encontramos al guion como protagonista absoluto y sustento principal de las historias. No vemos alardes técnicos, ni de fotografía, ni de efectos especiales.
Entre sus temas predilectos encontramos las relaciones entre padre e hijo, la guerra de sexos (donde las mujeres siempre son más maduras que los hombres) y el reflejo de sus ideales demócratas. ¿Y de dónde viene todo esto? De la relación con su padre, con su mujer y su activismo, respectivamente.
SU CINE
En esa gran racha de películas antes mencionada encontramos Cuenta conmigo, La princesa prometida, Cuando Harry encontró a Sally, Misery y Algunos hombres buenos. Títulos imprescindibles, a medio camino entre el cine comercial y el cine de autor con toques casi imperceptibles. En este apartado, Jorge Fonte realza las obras mayores de Reiner y reivindica las menores. Nos habla del origen, del reparto, de la música, de los momentos más importantes de las películas (incluyendo diálogos), secretos del rodaje, su recepción y, algo muy importante y que siempre es difícil de encontrar, cuánto hay de Reiner en su cine. Cuánto le afecta una determinada situación en su infancia como para plasmarla posteriormente en una película.
En definitiva, tenemos la oportunidad de descubrir a Rob, alguien que vive entre el cine y su pasado, a través de una obra particularmente bien documentada. Casi seguro que más de una vez se han topado con algún libro de esta colección: con su característica portada negra con el lateral gris y un fotograma circular en el centro. Si se encuentran con el que va dedicado a Rob Reiner y quieren saber más sobre este tipo que (a diferencia de su cine) suele pasar desapercibido, háganse con él.
Pablo Núñez Noriega