BERLINALE 2019: THE OPERATIVE
LOS ANTECEDENTES
La vida de Diane Kruger es fascinante. Nació en Alemania. Estudió ballet en la academia real de Londres hasta que tuvo una lesión que le impidió seguir. Volvió a su país natal, empezó a modelar y en poco tiempo se hizo famosa. De ahí, dio del salto a la actuación. Al ser políglota, aparecía como secundaria en filmes franceses e ingleses. Entonces llegó Troya que la convirtió en una estrella. Hizo algunos proyectos comerciales más (como la infravalorada La búsqueda) pero nunca dejó de lado el cine más libre como demuestra su colaboración con Agnieszka Holland en Copying Beethoven. Pese a su éxito, al ser una mujer de más de 30 años, la industria empezaba a olvidarla. Por eso debió buscarse nuevos caminos para seguir trabajando como, por ejemplo, su estrecha colaboración con la escritora y directora Fabienne Berthaud con quien ha colaborado en tres películas (en dos de ellas también en la labor de productora). Su papel en el remake americano de El puente y en los filmes Disorder: El protector y en En la sombra la han vuelto a situar en el lugar que se merece. Con este recientemente adquirido estatus de actriz de carácter que puede trabajar en Europa y en EUA, Kruger lidera esta cinta de intriga y espionaje titulada The operative.
LA PELÍCULA
El material de partida es la novela de Yiftach Reicher Atir (quien es exagente del servicio secreto israelí) de la que algunos fragmentos fueron censurados en Israel. El guion de Yuval Adler coge algunas ideas del libro pero se aleja bastante del material original para crear una película más atrayente. El director prefería centrarse en la noción abstracta de ser un espía y como este hecho determina la relación que mantienes con tu entorno y no poner el foco en un caso concreto del que al revelar información podían poner en peligro a alguien. Este retrato de las vidas de personas que se dedican al espionaje es el elemento más acertado del filme y el aspecto que le da cierta identidad.
La narración juega con dos puntos de vista. De esta manera puede mostrar distintas maneras de entender las disciplinas del servicio secreto poniendo sugestivas cuestiones sobre la mesa como qué significa ser profesional, los límites éticos y la moral del espionaje o como conservar la identidad cuando tu trabajo consiste en fingir.
ELLOS Y ELLAS
Como hemos comentado en nuestra extensa introducción, Diane Kruger es una gran profesional. En cada personaje que interpreta lo da todo y siempre eleva el guion. En este filme, se enfrenta a un complejo personaje que está sufriendo una crisis de identidad y de valores. El camino fácil habría sido la sobreactuación pero ella escoge un registro mucho más sutil que encaja mejor con el tono global de la cinta. Martin Freeman (quien lleva años tomando excelentes decisiones que siempre enriquecen su extensa y diversa filmografía) cumple con su rol de comparsa. Y no nos olvidamos de Cas Anvar quien realiza un estupendo trabajo en un rol clave.
LA SORPRESA
Lamentablemente, la falta de sorpresa.
LA SECUENCIA / EL MOMENTO
Como ya es costumbre en nuestras críticas berlinesas nos abstenemos de seleccionar escenas concretas para conservar la pureza de vuestra experiencia cinematográfica.
TE GUSTARÁ SI…
Un thriller resultón te satisface, te apasiona el reparto, te interesa el tema de los servicios secretos y sus estrictos códigos (aunque no esperes una gran disertación) o si quieres pasar un buen rato en una sala de cine y evadirte (entretenida es).
LO MEJOR
- Una entregada, como siempre, Diane Kruger
- La primera hora de la película cuando aún sientes tensión
- Sus dos horas de metraje pasan volando
LO PEOR
- La previsibilidad de The operative
Pau Jané