68 SSIFF: EL AGENTE TOPO
LOS ANTECEDENTES
El quinto documental de Maite Alberdi (cuarto, si contamos solamente los largometrajes) llegaba a la 68 Edición del Festival de San Sebastián tras haber sido elegida como la candidata de Chile a los Premios Goya y haber pasado por el Festival de Sundance, aunque solo de forma online.
Acostumbrada a los documentales de corte social, la realizadora chilena encontraba en El agente topo, en un principio, una manera de «desvincularse» un poco de su estilo habitual y acercarse al cine negro. Decidió, para ello, trabajar con un detective privado durante tres meses. Su sorpresa fue que este detective trabajaba en la mayoría de sus casos en residencias de ancianos con un ayudante de 83 años que se infiltraba en ellas para comprobar cómo trataban a los residentes. Y, una vez más, Maite Alberdi volvía a su lugar habitual: El agente topo se convirtió en una película documental, con toques cómicos, cuyo objetivo era mostrar la realidad (y la soledad) de los ancianos en las residencias.
LA PELÍCULA
Así, El agente topo nos infiltra en las residencias de la mano de Sergio, el ayudante del detective privado de 83 años que trabaja de incógnito, convirtiéndose en uno más de los que ingresan en los centros en los que trabaja. Y es gracias a él que descubrimos la realidad silenciada de muchos de los pacientes de las residencias de ancianos: la soledad.
Y no una soledad derivada de un presunto descuido de los trabajadores de las residencias, ni mucho menos, sino la soledad a la que les someten sus propios familiares, que muchas veces son los que contratan a los detectives con pretextos que en El agente topo se descubren únicamente como intentos de sentirse mejor consigo mismos. Porque a la hora de la verdad, lo que encontramos son ancianos y ancianas cuya única compañía son los trabajadores y trabajadoras de las residencias, así como el resto de residentes. Son su única familia salvo los momentos, en ocasiones anuales y en otras ni siquiera eso, en los que sus consanguíneos se acuerdan de visitarles. Por supuesto que no es algo que ocurra siempre y claro que existen familias que realizan visitas regulares y se preocupan por saber de verdad cómo están sus mayores, pero la película decide centrarse en la otra realidad, la que muchas veces no vemos y que es la que inunda muchas de las residencias de ancianos.
Pero más allá de mostrarnos la soledad a la que se ven sometidos muchos mayores, lo más importante de El agente topo es cómo también, a través de Sergio, podemos descubrir que no hay soledad que angustie a ningún mayor mientras haya enfermeros y enfermeras realizando su trabajo impecablemente y, sobre todo, mientras haya otros residentes que formen una verdadera familia. Una familia que, en ocasiones, muchos ancianos y ancianas sienten como más suya que la propia. Y poder reflejarlo con sensibilidad en un documental es el acierto de Maite Alberdi que, sin duda, emocionará a más de un espectador.
LA SORPRESA
Darnos cuenta de que no estamos ante un documental al uso, ni tampoco ante una comedia, sino ante un retrato necesario sobre las residencias de ancianos en todo el mundo que desvela una realidad desconocida para muchos hasta el momento.
LA SECUENCIA / EL MOMENTO
Muchas de las charlas entre Sergio y los residentes resultan muy interesantes, no tanto por su continente sino por su contenido: es emocionante ver cómo se abren con él, cómo pronto le cogen cariño, cómo cuentan sus vivencias… y cómo muchos, si bien no pueden recordar todo lo que quisieran, sí tienen una increíble voluntad de dar cariño y recibirlo.
Sin embargo, si tenemos que quedarnos con un momento, sería con el informe que presenta Sergio al final de la película. El momento más emotivo y más necesario, sin duda.
TE GUSTARÁ SI…
Te gustan los documentales sociales con un toque de humor y emotividad y, sobre todo, si estás interesado en la situación de nuestros mayores en las residencias, siempre inmersa en polémicas por unos u otros motivos.
LO MEJOR
- La realización de Maite Alberdi, llena de sensibilidad e interés por mostrar una realidad silenciada.
- La figura de Sergio: nunca habríamos pensado que los detectives se infiltraran en las residencias, ¡pero qué bien nos ha venido descubrirlo!
- Comprobar que el cariño se impone siempre por encima de todo.
LO PEOR
- Que mucha gente no se acerque a la película en los cines al tratarse de un documental, tanto por disponibilidad en salas como por posibles prejuicios.
Silvia Martínez