El Palomitrón

Tu espacio de cine y series españolas

REDACTORES SERIES

EL AÑO EN EL QUE LA TV MATÓ A SUS SERIES

Houdini EMDT

Parece que en las últimas temporadas los seriéfilos y los consumidores de series españolas empiezan a entenderse e incluso a ser la misma gente. Si hasta hace no mucho parecía incompatible escribir sobre ficción y ser fan de lo que aquí se producía, series como El Ministerio del Tiempo o Vis a vis han logrado romper con la inercia de conquistar a la audiencia sin contar con el respeto de la crítica.

Lo curioso es que esto se produce en un momento delicado para la producción propia en nuestro país. Ya advertíamos en este artículo sobre el alarmante descenso del tiempo dedicado a las series en Telecinco, más centrada en exprimir hasta la última gota de contenido de sus realities y talent shows que en generar una potente marca de ficción, a diferencia de lo que han logrado con su factoría de cine. Antena 3, que en las últimas temporadas ha avanzado mucho al respecto, tiene problemas para asentar sus producciones, y una serie de malas decisiones puede acabar en cancelaciones inesperadas. TVE, entre todos sus líos internos derivados de una pésima gestión y un excesivo control gubernamental, tiene que lidiar con un alarmante descenso de audiencia que en nada beneficia a sus series diarias y nocturnas.

Mediaset: Arriesgar poco, la clave del éxito

Rubén Cortada
El Príncipe ha sido la serie más vista de la temporada

Telecinco tiene el honor de haber emitido, hasta el momento, las dos ficciones más vistas de la temporada: El Príncipe (que ya se ha despedido para siempre) y La que se avecina (que anda por su novena temporada). A falta del estreno de Sé quién eres, (en principio previsto para esta primavera pero del que podríamos no saber nada hasta septiembre), la cadena no cuenta con más series en emisión. Su estrategia basada en contenidos que se retroalimenten es incompatible con amplios espacios para la ficción, y el retraso en los estrenos por falta de huecos en la parrilla ha acabado matando a El chiringuito de Pepe y B&B, que se han despedido con audiencias insuficientes.

En Cuatro la situación es aún peor: entre la falta de presupuesto para invertir en ficción y la falta de identidad propia del canal desde su adquisición por Mediaset, solo encontramos producciones low cost (Gym Tony, recientemente cancelada), descartes de Telecinco (Rabia, que no pasó de la primera temporada) o procedimentales extranjeros (su gallina de los huevos de oro, Castle, está al borde de la cancelación en EE. UU. tras la marcha de Stana Katic) entre dating shows y programas de reportajes.

Atresmedia: Cuando una mala estrategia te puede arruinar toda la temporada

Allí Abajo
Allí Abajo no funcionó como se esperaba en la noche del viernes

Si una cadena partía a priori con ventaja en materia de ficción al inicio de la temporada era Antena 3. Tras un fantástico período 2014/15 en el que cosecharon más éxitos que fracasos, este año ninguna de sus series veteranas ha conseguido ser líder de audiencia y todas han perdido espectadores. Solo el estreno de Mar de plástico ha logrado batir a una competencia con las ideas mucho más claras a la hora de plantear sus estrategias de programación.

Tras el final de Tu cara me suena, el intento de mantener al público familiar los viernes por la noche con la segunda temporada de Allí abajo hizo que esta perdiera más de un millón de espectadores y marcara su mínimo histórico de audiencia el pasado mes de marzo, justo antes de su cambio a los martes. Con media temporada ya emitida, la serie de Plano a Plano ahora se mantiene en torno al 17 % de share, lejos de La que se avecina en Telecinco.

Maggie Civantos
Vis a vis intenta recuperar en la noche del miércoles sus espectadores perdidos en jueves

La noche de los jueves es uno de los talones de aquiles de Antena 3 desde la llegada de Gran Hermano y Cuéntame a principios de los 2000. Este año, tres de sus series más potentes han ido a parar al prime time más competido con desastrosas consecuencias. Velvet, la serie estrella de la cadena, ha perdido un millón de espectadores en su enfrentamiento con el reality show. Pese a ello, se ha mantenido con buenos datos y su 18.2 % de media le aseguró la renovación. Más incomprensible fue el cambio de día de Bajo Sospecha de la noche de los martes, donde se mantenía dignamente, a la de los jueves, para pelear contra GH VIP y Cuéntame. El resultado, más de medio millón de espectadores perdidos por el camino y la cancelación de la serie.

La última víctima de este intento por batallar la noche de los jueves ha sido Vis a vis. Si bien ésta era su noche habitual la pasada temporada, la decisión de estrenarla justo en la recta final de GH VIP y con la fortaleza de Cuéntame en frente llevó a la serie de Globomedia a su mínimo histórico, con dificultades para superar los dos millones de espectadores y el 12 % de share. Su cambio al miércoles parece haberle dado un poco de aire, pero de momento los datos son insuficientes y los fans temen su cancelación.

Apaches

La cadena tiene aún pendiente el estreno de Pulsaciones, la serie de Emilio Aragón que probablemente releve a Allí abajo. De Apaches, cuya emisión estaba prevista para el pasado otoño, no se sabe nada, lo cual no es buen augurio y presagia el descontento de la cadena con el resultado final.

La Sexta, por su parte, ha renunciado a la producción propia esta temporada pese a que se anunció la producción de Hierro, drama criminal del que no hemos vuelto a tener noticias, y solo se ha limitado a reemitir la serie de TV3 Merlí con malos datos de audiencia.

TVE: ¿Solo un problema de comunicación?

Irene Visedo
Irene Visedo se ha reincorporado a la 17ª temporada de Cuéntame

Curiosamente, La 1 es la cadena con un estilo de programación más próximo al modelo americano, en el que se saben con meses de antelación las fechas de emisión de sus series. Su caso no es exactamente así, pero Cuéntame no se ha movido de la noche de los jueves desde 2001, algo que le ha beneficiado para fidelizar espectadores.

A excepción de los Alcántara, que mantienen su audiencia del año pasado, este no ha sido un año especialmente bueno para la ficción en la cadena. Carlos, rey emperador no fue el éxito que esperaban y su parón navideño terminó por rematar una serie que despidió por la puerta de atrás emitiendo un doble episodio final. Olmos y Robles empezó muy bien, pero fue perdiendo espectadores hasta situarse por debajo de los 2 millones y medio, y Águila Roja languidece a la espera de su adiós definitivo.

El Caso TVE
El Caso no ha tenido la acogida esperada en TVE

«Un fallo de comunicación» hizo que los seguidores de El ministerio del tiempo nos enterásemos de un día para otro del parón de la serie en mitad de su segunda temporada. Que el propio Javier Olivares confirmase que se trataba de algo pactado y que la propia narrativa de la serie daba pie a ello no sirvió para que la serie perdiese 500. 000 y 700. 000 espectadores, respectivamente, en sus dos primeras semanas tras el regreso. Si la intención inicial era volver en septiembre, resulta inexplicable entender por qué volvió tan solo tres semanas después y frente al estreno de Bertín Osborne en Telecinco y La Embajada en Antena 3.

El Caso, su otra gran novedad de la temporada, pintaba bien por su temática y el equipo de producción (Plano a Plano). ¿El fallo? Puede que hacerla debutar frente a un partido de Champions League con posibilidad de prórroga (que acabó haciéndose efectiva) no fuera muy acertado. La serie aguantó bien (2 millones y medio y un 13,2 % de share) ante el encuentro, pero el dato era insuficiente para un estreno. Desde su tercera semana no consigue llegar a los dos dígitos de cuota de pantalla.

Lo que nos espera

El Ministerio del Tiempo
El Ministerio del Tiempo, una serie que muchos ven en diferido

Parece que las series españolas están sufriendo para retener espectadores en la televisión lineal,  algo que hasta ahora solo afectaba a la ficción internacional. Y es que si bien nuestras ficciones han aumentado en calidad y han conseguido mayor consideración incluso por parte de los consumidores de series americanas, nuestro actual modelo de medición de audiencias sin tener en cuenta el VOD (Video on demand) parece insostenible.  La batalla por el share de las cadenas españolas tampoco beneficia a la fidelización de espectadores. Algunos casos pueden ser más lógicos, como el traslado de Velvet a los jueves, pero el baile de fechas de la mayoría de las series españolas ha contribuido a que tengamos una temporada con bajada generalizada de audiencia.

Si la situación no cambia, parece inevitable un cambio de modelo en el que se emitan más series autoconclusivas, miniseries que aguanten el tirón de sus estrenos y no tengan margen de tiempo para perder muchos espectadores y recuperemos, así, el modelo de serie familiar menos arriesgada dramáticamente. Las tramas complejas y para targets específicos solo tendrán cabida en la televisión de pago y en una TVE que, esperemos, entienda la ficción como una seña de identidad y no como un elemento para competir en una liga que no le corresponde. O eso o se empieza a tomar en serio (y rentabilizar) la televisión a la carta. 2017 dirá.

Fon López

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He crecido viendo a Pamela Anderson correr a cámara lenta por la arena de California, a una Carmen Maura transexual pidiendo que le rieguen en mitad de la calle, a Raquel Meroño haciendo de adolescente con 30 años, a Divine comiendo excrementos y a las gemelas Olsen como icono de adorabilidad. Mezcla este combo de referencias culturales en una coctelera y te harás una idea de por qué estoy aquí. O todo lo contrario.