Como la distorsión rasgada de una guitarra de los setenta: con fuerza y estilo. Así es la última creación de MARTIN SCORSESE, MICK JAGGER (vocalista de The Rolling Stones), TERENCE WINTER y RICH COHEN para la HBO. La frenética serie nos sitúa en la Nueva York de 1970, en la cual la droga y el rock han invadido las calles a partes iguales, y los grupos de garaje luchan por hacerse un hueco en la industria de la música. Acompañada por un reparto destacable y con una banda sonora sobresaliente compuesta por los temas más memorables de la década, VINYL sobresale entre las series del panorama actual por la calidad que desprende.
La serie narra la vida de Richie Finestra (BOBBY CANNAVALE), un alto cargo de una discográfica al borde de la quiebra, que está a punto de vender su empresa a una corporativa alemana. La fidelidad con la que el mundo de las discográficas es mostrado y el frenetismo de la serie (con la inconfundible mano de Scorsese por detrás) son los puntos fuertes de la misma. También las relaciones laborales de Richie, cómo afecta el loco mundo de las discográficas a su relación conyugal o el revivir de Richie después de su duro pasado relacionado con las drogas. A fin de cuentas, se trata del drama de un hombre bueno que tendrá que cruzar los límites para sacar su empresa adelante.
El reparto lo completan actores y actrices como PAUL BEN–VICTOR (TRUE DETECTIVE), P.J. BYRNE (EL LOBO DE WALL STREET), MAX CASELLA (LOS SOPRANO) u OLIVIA WILDE (HER). La serie, con episodios de una hora y un piloto que dura dos horas, más digna de ser una película que un episodio de una serie, consigue arrancar de manera vertiginosa este proyecto que apunta tan alto como han llegado sus creadores, Scorsese o Jagger.
Todos sabemos que a la HBO no le gustan las medias tintas. Sexo, drogas, y rock and roll en el más puro de sus estados es lo que viene a ofrecernos esta vez, narrado de manera dinámica y atractiva, y sin pelos en la lengua. Una serie para los amantes de la música o, sin ir más lejos, los amantes de las buenas series. En unos años seguro que esta serie va a ser de visionado obligatorio.
