El Palomitrón

Tu espacio de cine y series españolas

FINALES DE TEMPORADA REDACTORES SERIES

VELVET: EL FINAL DEL CUENTO DE HADAS EN DIRECTO

Velvet reparto El Palomitrón

Casi tres años, cuatro temporadas y 55 capítulos son, de forma simplificada, los números que resumen Velvet. Tras el éxito de El tiempo entre costuras, también de Atresmedia, las galerías Velvet entraban en los hogares españoles por la puerta grande.

Ambientada en la España de los años 60, costureras, empresarios, telas y perfumes caros envolvían la trillada historia de amor de Ana y Alberto. Chica de clase baja, costurera, y chico de clase alta, heredero de las galerías. La pose de galán de Miguel Ángel Silvestre (Sense8) y la dulzura de Paula Echevarría (Gran Reserva) eran los ingredientes perfectos para el amor imposible.

Galerías Velvet: mucho más que un vestuario

La moda en Velvet El palomitrón

La moda ha sido la gran protagonista de la serie en una época en la que las faldas midi, los pantalones pitillo, los bordados y las transparencias vuelven a estar en boga. Si bien esta moda fue explotada gracias al éxito de Mad Men, Velvet ha seguido esa estela recreándose en los preciosistas diseños solo al alcance de la clientas más pudientes.

Gracias a la moda, nos centramos en quienes la realizan: las costureras. Ahí ha estado siempre la esencia de la serie, en el grupo de amigas que cosían y hacían realidad los sueños de las clientas de Velvet. Junto a ellas, los encargados de las galerías envolvían de oropel y elegancia cada producto para llevar así los diseños a los anales de la moda.

Un hito televisivo: 15 minutos en directo

Asier Etxeandia directo Velvet El Palomitrón

Equipos traídos de EE. UU., Francia e Italia, calles cortadas, un palacete madrileño totalmente sitiado, micrófonos escondidos en ramos de flores y todo un equipo más que preparado para la acción: casi quince minutos de capítulo en directo, toda una labor de producción que no solo salió a la perfección, sino que dejó ver los verdaderos talentos de la serie.

El momento eran los minutos previos a la boda de Ana y Alberto. El inicio del directo lo verificaba don Emilio, el siempre impecable José Sacristán (Las furias), mirando su reloj y dando la hora exacta de la emisión. Clara (Marta Hazas) y Rita (Cecilia Freire) vestían a Ana en el piso superior, momento en el que ninguna de las tres actrices pudo ocultar las lágrimas reales de la despedida. Mientras, en el piso de abajo, Alberto y Mateo (Javier Rey) brindaban con champán.

Pero sin lugar a dudas, las estrellas del directo fueron Adrián Lastra (Primos) y Asier Etxeandia (La novia), Pedro y Rául de la Riva, respectivamente. El primero, con una chistera debido a su exótico y anacrónico peinado, era fiel a la esencia de su personaje: inocente, nervioso y el encargado de las notas de humor del momento. Mientras, el diseñador corría de un piso al otro haciendo alarde de su excentricidad y, al mismo tiempo, contención, pues en momentos de tal nerviosismo es muy fácil caer en el histrionismo (algo que no ocurrió).

La temporada dramática de Velvet

Pedro y Rita Velvet El Palomitrón

Quizás, lo que si podemos reprochar a Velvet en este final es su extremismo. Ha sido una temporada salpicada por el drama: cáncer, un aborto, un asesinato y un incendio que arrasaba con las galerías, además de dejar inconsciente a Alberto hijo y de malograr a Cristina Otegui. En lugar de celebrar lo que el karma le devolvía al personaje de Manuela Velasco (REC 4: Apocalipsis), ha sido algo irrisorio verla desfigurada y con un parche en un ojo como la mala de una pésima telenovela.

Por otro lado, el amor que desprendió el capítulo final no ha sido apto para diabéticos. Felicidad y perfección que el pequeño Alberto (Aitor Calderón) resume con su frase («ya somos una familia») al terminar la boda. El ideal de la felicidad: marido, hijo y boda de ensueño con vestido blanco; todo muy acorde con la época, pero un poco excesivo y rancio para el espectador actual. Hasta un bastión del eje del mal (así se denominan ellos en redes sociales), Patricia (Miriam Giovanelli), tiene su propia redención siendo la madrina de la boda de su hermano y acabando en brazos de Enrique (Diego Martín). Demasiado ideal.

Para poner el punto dramático, los guionistas han recurrido a apalear a los de siempre: Pedro y Rita, una de las parejas más queridas por los espectadores, han visto sustituidas sus tramas humorísticas por un drama que ha quedado abierto. La presencia del cáncer de mama en la serie llegó como un homenaje y con un mensaje de esperanza final. Menos mal que Cecilia Freire (No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas) y Adrián Lastra supieron salvar muy bien ese giro es sus tramas.

El final de una exitosa serie

Ana y Alberto Velvet El Palomitrón

Este final, con 4,3 millones de espectadores, constituye un punto de originalidad en lo que se refiere a ficción española. Tras el episodio y en riguroso directo, muchos de los actores se despedían para siempre de toda esa audiencia que ha sido fiel durante cuatro años.

A pesar de unas tramas predecibles y, en ocasiones, excesivamente dramáticas, el increíble trabajo de muchos de sus actores ha hecho de esta serie una delicia para el espectador. Secundarios de lujo, interpretaciones fantásticas y una labor de producción encomiable en cuanto a vestuario, maquillaje y attrezzo se refiere. Otro hito de la televisión española y de Atresmedia. Aquí os dejamos su primer tráiler, que podréis seguir disfrutando de la serie en Atreseries.

Lorena Rodríguez

¡No olvides dejar aquí tu comentario!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Una tarde, con siete añitos, entré en el salón cuando mi madre veía El Padrino. La escena en cuestión era la del caballo y mi madre me gritó que no mirase, pero miré. Desde aquel entonces no pude dejar de mirar, de observar y soñar. Lo más cerquita que pude quedarme del cine fue haciéndome historiadora del arte. El cine es mi Tardis, un Delorean que me hace la vida real más fácil. Mi primera serie fue Urgencias, siempre fiel, a pesar de lo mal que la trató la tele. No sé decirle que no a una serie.