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Una rivalidad de película: de “Rush” a la enemistad pública de Alpine

No hay deporte como la F1 en un buen día, y la próxima temporada, tras el bicampeonato obtenido por Max Verstappen, será una con una fuerte carga emocional que parecería surgida del cine de Wolfgang Becker o Michel Gondry. Así, las tremendas enemistades entre los orgullosos deportistas de la Fórmula 1, que han inspirado películas como “Rush”, encontrarán un nuevo capítulo fratricida en las instalaciones de Alpine. Si quieres apostar quién ganará en esta disputa, o hacerlo en otros deportes menores como el boxeo o el hockey, puedes hacerlo en el sitio de telecomasia

El sorpresivo y mediático desplante de Oscar Piastri para estampar su firma en el contrato de Alpine F1 Team, así como su ida precipitada hacia McLaren F1 Team, a priori, competidor directo por el tercer o cuarto lugar de la tabla de Constructores, colocó a la escudería francesa en una situación delicada, prácticamente irresoluble. Es que sin Piastri ni Alonso, quien, además, no se fue en los mejores términos, debía contemplar de forma muy cuidadosa sus ahora pocas opciones. La extensión del contrato de Ocon hasta 2024 y la consabida enemistad que este y el asturiano mantenían (y antes, del galo con “Checo” Pérez en Force India, asentando otro precedente de Ocon como compañero conflictivo), volvía incompatible casi cualquier opción competitiva. Sin embargo, Alpine sopesó el dilema, y optó por los puntos por sobre el buen clima de trabajo. Así llegaría Pierre Gasly, el piloto que fue “el mejor del resto” en 2021, solo detrás de los Red Bull, los Mercedes, los Ferrari y los McLaren. Un piloto joven, talentoso e incluso francés, todo parecería encajar salvo una condición trágica con rasgos casi cinematográficos: Ocon y Gasly se detestan el uno al otro, así como también sus familias.

Una rivalidad de película: de “Rush” a la enemistad pública de Alpine

Una rivalidad de película…

Que los pilotos, la mayoría de las veces, patricios que se disputan una cifra muy contada de plazas en la máxima categoría del automovilismo mundial, sean personas con una vanidad sin precedentes es algo hasta esperable, que es tan viejo como la propia invención de los Grandes Premios en los que corren. En este sentido, es imposible soslayar la película del año 2012 “Rush”, dirigida por Ron Howard, y que narra la rivalidad declarada entre el austriaco Niki Lauda y el inglés James Hunt a mediados de los 70. Ambos deportistas parecen interpretar dos arquetipos opuestos, el del genio metódico, observador y caballeroso, y el del genio bohemio y excéntrico, el de Bobby Fischer y el de Boris Spassky. ¿La diferencia con Ocon y Gasly? Esta dupla de adversarios eran los representantes de dos equipos históricos, Ferrari y McLaren, mientras que los de Ruan y Évreux lo son en la intimidad de una verdadera civil war, más parecida a la cruenta querella de los campeones del mundo Lewis Hamilton y Nico Rosberg en Mercedes. Los choques entre Lauda y Hunt, maximizados en la película por las actuaciones de Daniel Brühl y Chris Hemsworth, radicaban en sus diferencias, lo que enemistó a Ocon y Gasly, otrora amigos, fue su semejanza: ambos odian perder y, para ellos, el compañero palidece ante la voracidad de triunfos. 

La historia

Afirmar que la Fórmula 1 es un deporte prohibitivo y que termina por configurar un círculo cada vez más estrecho de competidores no es una sorpresa para nadie. Recientemente, Ralf Schumacher, expiloto de la categoría y hermano menor del legendario “Kaiser”, confesó que la inversión necesaria para llegar hasta esta élite no bajaba de 15 o 20 millones de euros en tiempos modernos. Esto supone que pocos sean, en comparación al fútbol o al baloncesto, los prospectos que inician en karting y muchísimos menos los que culminan su trayectoria en la F1. No obstante, y contra todo pronóstico, dos amigos de la infancia y coetáneos nacidos en el 96 lo lograron juntos: Pierre y Esteban. Pierre, de familia más bien acaudalada, y Esteban, procedente de un hogar humilde. Ahora bien, la animadversión no siempre fue así, y la razón real de la enemistad se desdibuja en una marejada de rumores y suspicacias, en las que el ego es el común denominador de cada una de las conjeturas esgrimidas. ¿Acaso fue el Mundial de Karting de 2010 en Portugal, en el que a los catorce años, ambos se disputaron la gloria y Ocon, ofuscado y enceguecido, chocó a Gasly? ¿El último clavo fue el silencio público de Esteban Ocon ante la muerte desoladora de Anthoine Hubert en F2 y su falta de contención para con la familia del amigo fenecido de ambos? Podría ser cualquiera de estas o algo más, pero lo cierto es que, sea eso o algún otro hecho, se sabe que Alpine decidió que los allegados de ambos deportistas no puedan compartir el mismo espacio, acotándose apenas a dos Grandes Premios de los 24 en disputa. Una amistad sepultada bajo las nieves del olvido y el resentimiento, la próxima temporada de Fórmula 1, en 2023, promete una coyuntura casi de thriller que ningún cinéfilo debe perderse.

Redacción

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Alfonso Caro Sánchez (Mánager) Enamorado del cine y de la comunicación. Devorador de cine y firme defensor de este como vehículo de transmisión cultural, paraíso para la introspección e instrumento inmejorable para evadirse de la realidad. Poniendo un poco de orden en este tinglado.