El Palomitrón

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TU MEJOR AMIGO

Dennis Quaid El Palomitrón

El perro es el mejor amigo del hombre. Una afirmación que pocos podrán rebatir, quizás solo aquellos que nunca han tenido un perro en su vida. Sin embargo, cuando se trata de adaptar una historia que implique el protagonismo de un perro, no siempre sentiremos esa ternura y felicidad que estos peludos sí nos proporcionan. Una pena que ciertos directores piensen que un perro tapa ciertos problemas de guion. Y parece ser que en Tu mejor amigo estamos ante uno de estos casos.

Lasse Hallström nos regaló en 2009 Siempre a tu lado, Hachiko, una de las historias más bellas y emotivas que se han contado en el mundo del cine entre un dueño (interpretado por Richard Gere) y su perro. Su director ha intentado volver a emocionar al público que quedó encandilado con aquella maravilla de 2009. Una pena que no haya sido así. Y es que, señor Hallström, las trampas no valen.

Lasse Hallström El Palomitrón

Tu mejor amigo narra cuatro historias de un mismo perro que al final de su vida se va reencarnando en el cuerpo de otro distinto, de manera que cae en manos de distintos dueños con vidas muy dispares entre sí. El problema reside en pasar de una historia a otra sin haber creado en el espectador la suficiente empatía para poder entrar de lleno en la historia, a diferencia de lo que ocurría en Siempre a tu lado, Hachiko. En Tu mejor amigo falta precisamente eso: una construcción no solo de la trama, sino también de personajes. Y lo que ocurre en esta es que el espectador no puede evitar salirse varias veces de la película. El policía, la estudiante solitaria o la chica que vive en un barrio marginal acaban siendo personajes demasiado secundarios sin llegar a importarnos demasiado. Un error bastante imperdonable para lo que era el objetivo de esta película. Si se hubiese centrado en una o tal vez en dos historias, otro gallo cantaría. A veces menos es más.

A pesar de ello, Lasse Hallström dirige una película simpática, entretenida y con intención de hacernos llorar. Y sí, lo consigue, pero no deja de tratarse esta vez de una lágrima fácil, lograda a través de la trampa. Esta película se queda a medio camino de emocionar de manera real y honesta, quedándose en una propuesta algo infantil y poco madura (los momentos concretos de reencarnación son algo surrealistas y nos sacan de la historia). Ello no implica que Tu mejor amigo sea una mala película, pero sí una cinta que podría haber sido muchísimo más ambiciosa (y sobre todo si procede de alguien con tanto talento como Hallström).

Tu mejor amigo El Palomitrón

Su reparto aprueba con nota, sin que en ningún caso resulten las escenas de ternura cursis o demasiado forzadas por parte de la interpretación de los actores. Dennis Quaid nos sorprende con una actuación emotiva y llena de verdad. Aunque cabe destacar como verdaderas estrellas de Tu mejor amigo a los diferentes perros que nos acompañan en las distintas historias, que logran transmitir cuál es realmente el objetivo de los perros en este mundo (o, por lo menos, cómo lo concibe Lasse Hallström).

Lo mejor sin duda de esta cinta familiar es la inocencia de los perros protagonistas: llegan al mundo sin entender ciertas actitudes de los humanos, lo que le da a Tu mejor amigo un toque de humor muy necesario que sostiene el ritmo de la película, evitando que se convierta en un producto meramente lacrimógeno.

Tu mejor amigo no es la obra maestra del año, ni tampoco está a la altura de Siempre a tu lado, Hachiko. Eso sí, Lasse Hallström ofrece una película familiar, entretenida, llena de valores y tierna, muy tierna. Una propuesta agradable para un sábado tarde. Una pena que se haya quedado en eso, pudiendo haber sido mucho más con la materia prima con la que contaba.

LO MEJOR:

  • El mensaje que trata de transmitir Lasse Hallström.
  • Su reparto, en el que destacan los perros protagonistas.
  • La ternura que desprenden ciertos momentos de la cinta.

LO PEOR:

  • La necesidad de contar cuatro historias distintas sin llegar a profundizar lo necesario en ninguna de ellas.
  • Su tono, en ciertos momentos, de telefilme.

Gabriela Rubio

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Abogada defensora de las causas perdidas que nunca ha dejado de soñar. El cine ha sido mi fiel compañero desde que tengo uso de razón, así que toca devolverle todo lo que me ha dado durante todos estos años. Ya no vale ser mera espectadora desde la butaca, ha llegado el momento de actuar, de ir más allá. Ya era hora, ¿no? Luces, cámara y acción.