THE WALKING DEAD 8×15: VALÍA
Tras la agridulce entrega pasada, el penúltimo capítulo de esta temporada de The Walking Dead ha vuelto al buen camino. Con menos acción de lo que esperábamos, ha sido interesante para reencontrarnos con un Negan inteligente, retorcido y cruel. Ese malvado que la serie se merece y que no siempre ha tenido; ahora solo nos queda cruzar los dedos y esperar, por fin, la gran batalla. O por lo menos el comienzo de ella, y que no se quede solo en un cliffhanger. Analizamos el episodio de esta semana.
Atención: Contiene spoilers
El capítulo comienza con Rick, que, por fin, lee la carta de Carl. Un emotivo texto que conocemos a través de la voz en off del muchacho y en la que explica algunos recuerdos o que ya sabe lo que es crecer. Además, pide a su padre que aunque sienta, como él, deseos de matar a Negan, que no lo haga, y que intente crear un nuevo lugar para vivir en paz. El expolicía parece reflexionar sobre las palabras de su hijo y lo que le rodea, pero de momento no sabemos nada más. También vemos a Michonne coger la carta dirigida a Negan. Pasamos a la trama de Aaron, que sigue en los alrededores de Oceanside intentando convencer a las mujeres que se unan a la lucha. El hombre lo está pasando mal, pues no tiene recursos para sobrevivir, y las mujeres le dan la espalda. Tras un enfrentamiento contra algunos mordedores, las líderes regresan y esta vez sí parecen dispuestas a escucharle.
Mientras, en la fábrica de munición, Eugene aparta a Gabriel del grupo de trabajo al darse cuenta de que sus balas son defectuosas. El cura se lamenta de ser un cobarde y de estar dispuesto a cualquier cosa por sobrevivir. El científico se marcha junto a unos Salvadores para hacer unas pruebas de tiro, pero Rosita y Daryl irrumpen para llevárselo a Hilltop. Tras el ataque de unos caminantes y una asquerosa forma de librarse de su captora (se provoca el vómito y lo arroja sobre Rosita), Eugene consigue huir y regresar a la factoría.
El hilo principal de la semana se vive en el cuartel general de los Salvadores. Allí, Simon, que desconoce el regreso de Negan, conversa con Gregory, al que amenaza, para después añadirle a los suyos como consejero. Será Dwight el primero que se encuentre con su retornado jefe, aunque enseguida habrá una reunión en la que Simon dará sus razones para explicar los acontecimientos pasados. Negan le perdona la vida y pasan a organizar el plan para tomar Hilltop.
Dwight prepara una copia del mapa en el que Negan ha esbozado sus ideas contra sus enemigos. Justo entonces llega Simon, que le informa de una reunión para acabar de una vez por todas con el líder de los Salvadores. Cuando esta tiene lugar, aparece Negan, al que Dwight le había descubierto sus intenciones. Simon y él se enfrentan en una lucha a muerte que termina ganando el del bate, aunque en esta ocasión use sus manos para acabar con su enemigo. En ese intervalo, Dwight le da a Gregory el mapa y le dice que se lo entregue a Rick, cosa que hará.
Negan le agradece a Dwight la información sobre la traición de Simon y le hace su lugarteniente. Además, le dice que ha sido la pieza clave para acabar con Rick y los suyos. Cuando llegan a su habitación, les espera Laura (era ella a la que recogió en su coche tras el incidente con Jadis). Esta le recuerda cómo se volvió contra los Salvadores en el ataque a Alexandria, y Negan le explica que el plan que él ha pasado a Hilltop era una trampa. Pronto atacará a sus enemigos y acabará con ellos. El capítulo termina con Michonne contactando con Negan por walkie para leerle la carta que le dejó Carl, pero él le contesta con nuevas amenazas y termina pisoteando el aparato.
Un capítulo bien hilado que cierra algunos cabos sueltos y prepara a sus seguidores para el final de la temporada. Decimos adiós a Simon, un secundario muy interesante, al que hubiera estado bien darle más minutos, pero cuyo desenlace, convertido en mordedor tras morir a manos de Negan, nos ha gustado bastante. Vuelven las cartas de Carl al primer plano; se han convertido en el motor de lo que va ocurriendo desde su muerte, y ya hemos comentado lo pesado que se está haciendo. Pero parece que el del bate piensa que ya es hora de acabar con el temita de marras, por eso no quiere ni oír hablar del mensaje que le dejó el muchacho. Nos demuestra así que vuelve a ser él malo malísimo, sin medias tintas. Se ha cansado de jueguecitos y ha terminado con los enemigos internos, ha utilizado a Dwight como un peón para acabar con los de Rick, y sus próximos movimientos son ahora la clave para el desenlace de la serie.
No podemos dejar de mencionar el comportamiento tan distinto de dos personajes que buscan lo mismo, sobrevivir: Gabriel y Eugene. El primero hace lo que sea por continuar con vida (dejar a sus feligreses a merced de los mordedores, huir con Negan de la horda, fabricar balas para los malos), pero se pasa el rato lloriqueando por ello. Eugene, sin embargo, se adapta y se vende para sacar el máximo provecho de la situación. No se conforma con sobrevivir, sino que quiere un estatus dentro de esa extraña sociedad apocalíptica. Ambos caen igual de mal y son destacables por su veracidad. Quién sabe cómo acabará su extraña relación. Quizá tengamos respuesta en el próximo capítulo, como a estas otras dudas que se nos plantean: ¿Dónde está Jesus? ¿Qué ha pasado con Jadis? ¿Volverá el helicóptero a hacer acto de presencia? ¿Georgie se dejará caer de nuevo por Hilltop? ¿Oceanside se unirá a la guerra?… El final está a la vuelta de la esquina y tiene muchas papeletas para mejorar el nivel de la temporada. Rick, esperamos mucho de ti.
Rocío Alarcos