SKY ROJO: HABLAMOS CON SU REPARTO
Con la casa de papel bajo el brazo, el universo Alex Pina esta de celebración. Bajo el título de Sky rojo, la nueva producción de Vancouver llega a Netflix derrapando. Apostando por una historia cargada de adrenalina y violencia, nos hemos reunido con el equipo de la serie para que nos cuenten un poco más sobre los pilares que le han dado forma.
Pero antes de entrar en detalle, es importante conocer a Wendy, Gina y Coral, tres prostitutas que, tras herir de muerte a su proxeneta deciden huir apresuradamente. Así pues, con lentejuelas, tacones y la muerte en los talones, nuestras protagonistas comienzan su andadura por una costa tinerfeña, que lejos del oasis que les prometieron, parece más bien un coto de caza.
ALEX PINA Y ESTHER MARTÍNEZ LOBATO
Con una violencia a la que no estamos acostumbrados, Sky rojo llega a nuestras pantallas ondeando entre géneros. Para sus creadores este puñetazo hiperbólico es clave. “No siempre intentamos hacer híbridos. En este caso la apuesta era más complicada porque debajo flotaba una realidad muy sensible y controvertida. En parte por ello, decidimos hacerla pulp y tirar también por la comedia negra. Sabemos que es un género no muy habitual en el que existe una clara hiperbolización de la violencia. Con esto, también buscábamos una estética cómic que en la serie casi enlaza con la animación. De ahí que los personajes vuelen cuando les das con un desfibrilador, o que los coches no circulen, derrapen”.
Al margen de los golpes, Sky rojo tiene un subtexto oculto. para Martínez Lobato es una combinación necesaria. “Bajo esta capa de pulp latino, se esconde una verdad emocional en clave de caballo de Troya. Es una serie del exceso, no solo en violencia sino también en sus escenarios, olores, vestuarios… Era algo que también nos hacía falta después del año que hemos vivido. Es cierto que la historia es sórdida y dolorosa, pero el envoltorio es muy bello”.
Alejándose de su habitual formula de trabajo, el pamplonica se muestra muy entusiasmado con el proyecto. Asegura que a parte de algunos recursos estilísticos, Sky rojo también ha sido un cambio radical para él. “Hemos intentado salirnos de lo habitual, pero aun así existen ciertos patrones narrativos que se ajustan a nuestro estilo. La utilización de la voz en off, nuestra visión del mundo femenino, la ambigüedad moral de los personajes… Cuando haces una serie sobre un tema como la prostitución, probablemente el género elegido sería el drama social. Pero nosotros con Sky rojo nos decidimos por algo completamente diferente. Nos parecía un reto llegar a crear una serie que con una carcasa de acción un tanto superficial pudiera en realidad poseer un calado emocional salvaje. Somos conscientes de que nos hemos metido en un lío tremendo”.
Macarra, descarada y sin miedo, su formato también es novedoso. Como si de unas pequeñas píldoras de adrenalina se tratasen, la serie apuesta por la acción exprés. “Ha sido toda una aventura. Hemos sobre todo tenido que escribir con una gran renuncia, trabajando con líneas muy cortas y buscando esa intención de dejar al espectador con ganas de más. Creo que está duración hace más adictiva la serie, ya que condensa los hitos narrativos y la experiencia visual es mucho más de montaña rusa. Lo que poca gente sabe es que para rodar esos 25 minutos nos ha llevado casi el mismo tiempo que un episodio de La casa de papel”.
Escribir sobre un tema como la prostitución nunca es fácil. Desde el equipo es una tarea que se ha llevado con mucho cuidado y respeto. “Las dudas o los miedos nos dieron más a la mitad que al principio. El tema parecía muy estimulante, con grandes puntos de interés. Pero claro, una vez iniciado el proceso, Te das cuenta de que la profundidad del tema no tiene límite. El basurero es tan grande que la basura te salpica a cada paso que das. Y lo que pensabas que podías hacer como comedia a lo mejor no tiene gracia o lo que pensabas que era emocional, en realidad rozaba casi la locura. Por ello, quisimos hacer una separación entre lo ficticio y la realidad de lo que supone a nivel social. Nuestro miedo residía en la capacidad de ser banales con una temática tan relevante. Creo que finalmente hemos encontrado una línea que compensa ambos objetivos”.
MIGUEL ÁNGEL SILVESTRE, ASIER ETXEANDÍA Y ENRIC AUQUER
Miguel Ángel Silvestre, que interpreta a uno de los sicarios de Romeo (Asier Etxeandía), se encuentra muy agradecido de formar parte del proyecto. Confía plenamente en el equipo. “Creo firmemente en su capacidad para crear. Con un tema peliagudo tenían muy claro dónde querían ir y como querían aterrizar”.
Por otro lado, para Asier, haberse metido en el papel de proxeneta ha sido complicado, pero igualmente disfrutable. “Interpretar a Romeo ha sido muy divertido. Un personaje tan complejo y con tantas aristas es lo mejor. Te hace comerte mucho la cabeza. Aun así, ha sido apasionante. Lo más interesante ha sido plasmar a un personaje tan violento desde un punto tan dominado por el dolor y la rabia. Creo que es el personaje más límite que he hecho en el audiovisual”.
La serie es un constante no parar. Como apunta Auquer, siempre había que mantenerse al máximo, incluso para preparar las partes más sensibles de su personaje. “El proceso fue todo muy rápido. En la serie solo existe el máximo de cada personaje. No hay tiempo para los silencios emocionales. Yo me he sorprendido a mí mismo de poder estar allí y del super equipo que ha trabajado conmigo. Mantener el ritmo ha sido de lo más complicado”.
Asier se suma a las palabras de Enric, añadiendo que el rodaje ha sido un aprendizaje constante. “El texto tiene que estar siempre estudiado, pero no encorsetado. En Sky rojo es algo que ha funcionado muy bien. Al final la serie se ha creado sola, como un monstruo. Por eso, tiene esa identidad tan peculiar y distinta. A veces, tenía miedo de no saberme el papel, pero si estaba inseguro solo tenía que apoyarme en mis compañeros y escucharlos. He aprendido mucho”.
Aunque parezca una serie de extremos, Sky rojo también tiene espacio para los grises. Enric asegura que estos son esenciales para entender a cada personaje. “Esta ficción parte de lo loco al dramatismo muy fácilmente. Aun así, cada personaje tiene una escala de grises concreta que podría incluso llevarlos a protagonizar un spin off a cada uno. Todos tienen un lugar común que te permite empatizar. Al final, como actor, es el punto donde agarrarse. La acción la manda el director, tú solo puedes aportar el brillo de tus ojos”.
YANY PRADO, VERÓNICA SÁNCHEZ Y LALI ESPÓSITO
Yany Prado explica que la visión de los creadores es la acertada. Comenta que ha sido una decisión llena de valentía y confianza. “Todos los personajes implican un compromiso. El tema es delicado porque al fin y al cabo, se está hablando de la trata de mujeres, la nueva esclavitud del siglo XXI. Aun así, creo que la opción pulp y colorida ha sido un acierto. Esa sensación de tercer acto constante nos ha permitido darlo todo. Sky rojo es una apuesta muy valiente ya no solo por su tema, sino por la manera de la que se han atrevido a contarlo”.
Al principio sus protagonistas no entendían el punto de la serie. Verónica Sánchez relata que fue todo un proceso meterse en una historia como esta. El respeto era esencial para ella. “Lo más difícil para nosotras era contar una historia como esta desde la comedia. Al igual que puede sorprender al espectador el género pulp también nos sorprendió a nosotras. Parece que un tema así solo se puede abordar desde el realismo social. Pero con Sky rojo ha existido un respeto total. Precisamente para llegar a más hogares se usa el entretenimiento, expandiendo así la onda expansiva. Al principio nos costaba entender por qué te pedían menos sordidez a lo que estabas contando, pero después de conversaciones con Álex y Esther lo acabamos entendiendo. Al final, nosotras mismas estábamos cargadas de prejuicios hacia como se puede contar un tema así”.
Yany remarca que el éxito del proyecto radica en el trabajo codo con codo. “A mí lo que más me ha impactado ha sido el trabajo en equipo. Creo que aquí todos son unos profesionales super dedicados y detallistas. La unión hace la fuerza y por eso creo que Sky rojo es un producto tan único y original. El respeto ha sido esencial”.
A nivel personal, Prado se encuentra feliz ante el momento que está viviendo a nivel actoral. “Estoy extasiada. Por mi parte, es la primera vez que estoy en España protagonizando. Apoyarme en mis compañeras ha sido el mejor regalo para hacer este boom. Este es un paso muy importante en mi carrera y estoy súper agradecida a Netflix y sobre todo a Vancouver por atreverse a contar una historia como esta. No quepo de la emoción. Esto para mí ha sido una escuela constante y el mejor paso para mi carrera”.
Para Espósito, Sky rojo ha supuesto su vuelta a la actuación. Convencida del proyecto, no dudó en unirse al equipo desde el principio. “El no actuar era una decisión super consciente. Estaba muy metida con la música y no había ningún proyecto que honestamente me significara un desafío, algo diferente. Cuando llegó la oferta de Sky rojo, fue oír la historia y sentirme honrada como actriz de que quisieran contar conmigo. La propuesta de hablar de un tema como la trata de mujeres de la forma que querían hacerlo me pareció apasionante. Me dije a mis misma que tenía que llegar ahí fuera como fuese”.
Para dar forma a las protagonistas, todas han contado con materiales para documentarse. Sánchez recalca que eso ha sido esencial para entender a su personaje. “Hemos contado con un poco de todo. Al principio, leímos muchos testimonios de mujeres que han vivido en esa situación. Sara Solomando, nuestra documentalista, se encargó de pasarnos un material que vale su peso en oro. Eso nos dio un suelo sobre el que edificar a nuestros personajes. Luego hay que interiorizar y olvidar el dolor que provocan estos testimonios para poner tu personaje al servicio de la historia que estas contando. Si te cuentan de que va Sky rojo, es probable que pienses que no se está teniendo en cuenta o que se está debilitando su mensaje, pero es precisamente lo contrario. Desde esa acción se pretende llegar a un mainstream que funcione como onda expansiva”.
Por último, Lali apunta que la serie es un reflejo de esos bajos fondos que conscientemente parecemos ignorar. “Yo creo que Sky rojo tiene que ver con todo lo que las sociedades ponen debajo de la alfombra, así como de la hipocresía que manejamos. Mucha gente conoce las drogas pero no lo dice, se ha ido de putas pero tampoco lo dice. Todas estas cosas forman parte de ese mundo de lo no dicho, dominado por la vergüenza y el secretismo. Me parece que en un universo de tanto desmadre humano y tanta desidia como la prostitución todo cabe. Es un inframundo del que no se quiere saber nada. Son universos oscuros donde se da cabida a desequilibrios como la explotación. Todo tiene que ver con ese aspecto sucio de las sociedades que se niegan a admitir ciertos gustos. Nadie los quiere ver, pero están ahí. Sky rojo quiere abrir esas puertas de vergüenza social”.
Alonso Muñoz
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