BIBLIOTECA: SECUENCIAS DE UNA VIDA. BRYAN CRANSTON
«Bryan Cranston se sumerge, para deleite de los millones de seguidores de Breaking Bad, en los crudos detalles del papel más importante de su carrera», reza la contraportada de Secuencias de una vida: Bryan Cranston (Ediciones B). Y decir sumergirse es decir poco. A lo largo de más de 300 páginas de libro, el actor estadounidense archiconocido por su papel de Heisenberg nos relata retazos de toda su vida y del camino que recorrió hasta convertirse en el curioso (o tontaina, como decían en los estudios de AMC) padre que fue el Hal de Malcolm in the Middle (plataformas del mundo, ¡reponedla de una vez!) y el todavía más curioso padre Walter White. Pero lo mejor de este libro no es leer sobre la vida de Cranston desde su infancia, sino que todo lo que estamos leyendo nos viene de primera mano, narrado en primera persona por el mismísimo Bryan Cranston. Y si hay algo mejor que una biografía de alguien a quien admiramos, es una autobiografía.

Sentimientos así durante un rodaje son los que conforman la maestría de un buen actor y son los responsables de que ciertas escenas nos estremezcan de la manera que nos estremecen. En Breaking Bad, Cranston demuestra esta maestría durante los 62 episodios de la serie, y ahora, gracias a sus propias palabras, sabemos realmente lo difícil que fue para él ponerse en la piel de uno de los personajes televisivos más difíciles de construir de todos los tiempos: «Yo era un homicida y capaz de un gran amor a la vez. Era una víctima atrapada en mis circunstancias, y yo era el peligro. Era Walter White». Ahora, si cabe, Breaking Bad nos parece todavía un poquito mejor.

Secuencias de una vida: Bryan Cranston es la vida de un actor contada por un actor. Pasión, naturalidad e incluso miedo son algunas de las sensaciones que rezuman en cada uno de los pasajes de un libro al que recomendamos echar un ojo en cuanto se tenga un momento relajado para hacerlo. Nadie podría haber expresado mejor los altibajos de una vida y una carrera tan exitosa como la de Bryan Cranston que el propio Bryan Cranston. Y nosotros, por supuesto, agradecemos poder ser testigos.
Silvia Martínez