Movistar+ afianza su apuesta en firme por el documental con conciencia social. Si hace una semana vio la luz Pioneras, este domingo 6 la plataforma estrena Porvenir, una mini serie acerca del cambio climático protagonizada por Roberto Álamo, Marian Álvarez y Víctor Clavijo. Tal y como la describe Iñaki Gabilondo, el conductor de lujo del proyecto, se trata de “una serie basada en futuros hechos reales”.

Una idea muy ambiciosa presentada además junto a otras tres producciones de la BBC. Para Álex Martín Roig, director de contenidos de la cadena, Porvenir “está perfectamente en la línea de los mejores trabajos de no ficción que se hacen en el mundo, que son los de la cadena británica. Es una serie original que va en la línea del nuevo contenido premium que queremos desarrollar desde Movistar+”. 

Planteada desde una perspectiva distinta, los creadores querían reflexionar y advertir sobre un momento decisivo. “Y para acercarnos a la idea de que todas las decisiones que tomemos, grandes o pequeñas, individuales o colectivas, van a tener que estar girando en torno a la naturaleza. O, dicho de otra manera, no se podrán hacer si no se cuenta también  con la naturaleza”, relata Gabilondo. 

Actores muy populares y tres reputadísimos científicos, los biólogos Fernando Valladares y María José Sanz, y el ecólogo Pedro Jordano, se aúnan en Porvenir con la intención de acercar esta realidad. “Lo que queremos es contar lo que puede pasar en España, hablando de lo que sucede en muchas variables. Y el cambio climático es uno de los grandísimos temas que nos toca afrontar este siglo”, subraya Martín.

O como lo describe el periodista “el programa aspira a aumentar la sensibilidad colectiva en torno a este gran fenómeno con un procedimiento televisivo original”. 

Una perspectiva cercana 

De esta idea nacen las muchas capas de Porvenir. A Fernando Jerez, director de #0, le parece importante resaltar la de la cercanía al cambio climático desde las personas. “Es muy bonito ver cómo el cambio climático lo sufren la gente normal”. De hecho, agrega , en la primera secuencia del primer episodio hay dos personas que viven en el Pirineo y cuentan su experiencia de cómo lo están viviendo. “Ese acercamiento nos gusta mucho y nos parece que es diferencial”.

A partir de ese comienzo aparece el proceso creativo, dirigido por Alfonso Cortés Cabanillas, de La Caña Brothers. “Cuando nos planteamos el proyecto desde esa perspectiva cercana, decidimos eliminar el tremendismo. Sabemos que el tremendismo puede ser el mejor camino, pero ahora, con una sociedad asustada por la pandemia ¿era bueno añadir más? ¿Era necesario, cuando la sociedad ya está entendiendo como nunca antes, que estamos viviendo de espaldas a la naturaleza y que hay que colocarse de una manera diferente a la hora de hacer las cosas?”, plantea el conductor de la serie. 

Realmente no, así que hicieron algo distinto. Alfonso Cortés Cabanillas consideró extraordinariamente importante fabricar un diseño nuevo para el juego de aproximación, en el que la realidad y la ficción se dieran la mano y pudieran de forma conjunta participar en este proceso actores y científicos.

La parte de los científicos era una vía muy clara, relata el director de la serie.“Queríamos acercarlos, porque parece que estamos como muy alejados de ellos. Teníamos que sacar la parte más humana, mostrar que es gente que está trabajando y muchas veces para algo cuyos resultados no van a ver”. 

En lugar de hacer la habitual, irles a entrevistar, se les colocó en otro territorio, como recuerda Gabilondo. “Pasan juntos en una casa un fin de semana en una casa, y charlan entre ellos sin nosotros estar. Cambian impresiones sobre estos temas, pero tomando un café, jugando al billar, hablando o paseando. Nos parecía una manera interesante de quitarle barba a la aproximación científica, haciendo de su convivencia un encuentro amable y digerible. Y que las reflexiones que nos hicieran vinieran traducidas al lenguaje de la vida cotidiana». 

El capítulo de la ficción 

Después estaba el reto de acercar la problemática a la gente de a pie. “Desde un perfil como el mío, nada concienciado, al que este formato ha cambiado completamente ¿Cómo aproximarlo a esa gente que es como yo?”, plantea Cortés Cabanillas. Con la historia de una familia, con la parte de la ficción. 

Son tres hermanos, tres perfiles diferentes, a los que muchos veces les falla la comunicación igual que a la sociedad. Tres capítulos, Tierra, Mar y Aire, representan a cada personaje y lo asocia de alguna manera a un elemento de la naturaleza. Es la misma historia cronológica contada desde la visión de cada uno de ellos. “Pensar que todas las decisiones no pueden dejarse a los políticos o a las grandes empresas, sino que empiezan por nosotros, tanto las grandes como las pequeñas. Y queríamos acercarlos creando a una familia en la que puede haber diferentes perfiles, y que tuviesen que tomar ciertas decisiones. La trama va en paralelo perfectamente encajada con la parte documental, y hace que quieras saber más porque sientes que eres parte de ellos”, relata. 

Para Roberto Álamo, “hay veces que uno trabaja y en el proceso de trabajo tiene ciertas dudas sobre lo que luego van a ver. Y en otras como en esta ocasión, en la que no me cabía ninguna duda de que lo que el espectador va a ver es completamente necesario”. Asegura que de alguna manera se ha sentido pequeño. “Pero proyectos así me hacen sentirme útil y de alguna manera acercarme a esa gente que sabe tanto”. 

Una misión que comparte Marian Álvarez, quien destaca el poder de la ficción para que el espectador se identifique automáticamente con lo que está viendo. “Pienso que es un acierto bajar a la tierra todo esta problemática del cambio climático, porque por mucho que nos lo pongan en el telediario o lo veamos en documentales nos, parece lejanísimo. Ese es el problema”. 

El tercer hermano de ficción es Víctor Clavijo. Su visión es que Porvenir “nos interpela a todos”, en un tema que es urgente y prioritario. “Parece que lo sufrirán las próximas generaciones, por eso el documental nos advierte de que es urgente, nos afecta a todos, nos dice que somos una familia. Y aunque cada uno tengamos nuestros propios intereses, nuestras propias heridas, nuestros propios dramas, que pensamos que no tienen nada que ver con el de al lado, al final a todos nos une lo mismo, que es la herencia que hemos recibido y que vamos a dejar a los que no sigan”.

Aunque hay un cuarto eje, Luna, interpretada por Stephanie Gil. Ella representa el futuro, como comenta el director de Porvenir. “Su generación ya ha cambiado, y no podemos evitar ese cambio porque lo tiene super metido y concienciado. Ellos van a forzar a nuestra generación a ir por ese camino. El planeta va a seguir, el problema es nuestra convivencia con el planeta». 

En este sentido, Iñaki Gabilondo manifiesta que equivocamos cuando decimos que el planeta está amenazado. “El planeta no está amenazado, pues lleva millones de años y estará otros tantos millones de años tan contento. Lo que está amenazada es la habitabilidad de ese planeta para los ciudadanos de la Tierra”. 

María Robert