PA’TRÁS, NI PA’TOMAR IMPULSO

Alberto Tovar 26 noviembre, 2020

ANTECEDENTES

Aunque pudiera parecer desconocida para el gran público, Lupe Pérez García, de origen argentino, firma una trayectoria más o menos consolidada gracias a su trabajo mixto entre la televisión y el cine. Desde su participación como realizadora en el programa Salvados de La Sexta, hasta su particular mirada sobre el séptimo arte con dos títulos tan diferentes como curiosos: Diario Argentino (2006), premiada en el festival Alcances, y Antígona despierta (2014), presentada en los festivales de Locarno y Sevilla. Completa su aportación cinematográfica esta particular mirada al flamenco y su poder curativo, a través de la carismática Carmen Mesa, epicentro de esta historia a caballo entre España y Argentina, seleccionada dentro de Las Nuevas Olas del pasado Festival de cine europeo de Sevilla.

LA PELÍCULA

Esta historia de impulsos vitalistas, tal como defiende su particular título, encuentra su nacimiento y desarrollo en la mirada, en el carisma y en el talento de Carmen Mesa. Flamenca mayúscula, capaz de utilizar su arte para vencer las esquivas derivas del camino, a través de este fluido viaje por los rincones de Argentina, pero con el corazón puesto en Andalucía. Una particular road-movie que nos descubre a una artista insólita, capaz de exponer su flamenco más arraigado, al mismo tiempo que es capaz de mimetizarse dentro de los valores de una cultura tan rica y compleja como la que define al país sureño. Sin olvidarnos, de un carisma y una expresividad propias de las mejores actrices.

Ella, inconmensurable en sus emociones y aportaciones, nos hace fluir a través de este dibujo del flamenco, que encuentra aquí su vertiente más curativa. La cura al dolor, la cura a la soledad, la cura al desamor, la cura a la pobreza, la cura a tantos pormenores que nos acompañan y que a través de este inmenso arte consiguen aplacarse y traducirse en una mirada esperanzadora de la vida. Esta mirada planea continuamente de un lado al otro del Atlántico con fluidez en sus líneas de montaje y en sus aportaciones audiovisuales.

Así es, estamos ante una película muy recia en su construcción, a pesar de sus escasos medios. No obstante, la emoción a veces requiere de un encuentro espontáneo, fortuito, de una mirada fugaz, y lamentablemente esta película adolece de esa falta de espontaneidad. Está todo tan definido, estructurado y hasta interpretado, que cuesta entrar en la espiral emocional de su protagonista. Se admira su talento, el talento de quien le acompaña con la cámara, pero nunca o casi nunca se logra romper esa barrera de hielo que separa al espectador de las emociones de su talentosa protagonista.

ELLA

El descubrimiento de Carmen Mesa, en su enorme faceta de flamenca, pero también de actriz, es uno de los grandes logros de este interesante acercamiento al mundo del flamenco.

LA SORPRESA

Encontrar personas con tanto talento como Carmen Mesa que defienden, a lo largo y ancho del planeta, el inmenso poder de un arte tan rico en discursos, aportaciones y construcciones.

LA SECUENCIA/EL MOMENTO

Siendo una película con un lenguaje visual muy cuidado, y definido para que luzcan enormemente los momentos musicales, hay una secuencia que condensa la emoción, el sentido, y el ideario de este arte, mediante una grabación de cámara de móvil. Estas grabaciones las hace Carmen para Brenda, una niña que vive en condiciones muy humildes en Tucumán, y en este caso, Carmen expone a Brenda una rayuela flamenca, llena de sentido y de emoción, y corazón de toda una película.