¿PASARÍA TU SERIE FAVORITA EL TEST DE BECHDEL?
Si lees habitualmente publicaciones sobre cine, series o cómics es difícil que no te hayas encontrado al menos alguna referencia al cada vez más conocido test de Bechdel. En un momento en el que el empoderamiento de la mujer está mejor tratado en pantalla que hace unos años (aunque las brechas de género siguen siendo abismales en la industria), está tomando mucha relevancia este método para valorar cómo se representa a la mujer en la ficción.
¿Qué es el test de Bechdel?
El test de Bechdel, que algunos (los de siempre) no se toman muy en serio, nace en 1985 en una tira cómica del cómic de Alison Bechdel Unas lesbianas de cuidado. Para aplicar el test a una obra de ficción hay que tomar en cuenta tres factores:
- Que aparezcan al menos dos personajes femeninos con nombre
- Que ambas mantengan una conversación en algún momento
- Que la conversación trate de algo más que no sea un hombre
Para valorar lo apropiado de la prueba, solo hay que planteársela a la inversa: Si se aplicase a personajes masculinos en lugar de femeninos, ¿cuántas películas no lo pasarían?
El test de Bechdel en las series
Ya hablamos recientemente de la ventaja que le llevan las series al cine en cuanto a la representación de la diversidad de género, étnica o sexual en la actualidad pero, aun así, es tentador intentar aplicarle el test a la ficción televisiva. Es obvio que, dependiendo de la muestra, sería fácil encontrar un conjunto de series que jugara a nuestro favor o en nuestra contra para demostrar si estas pasarían el test. Por eso hemos decidido escoger aquellas que más reconocimiento han tenido por parte de crítica y público. Aplicarlo no resulta sencillo, pues habrá capítulos de una misma ficción en los que se cumplan los tres requisitos y otros en los que no. Por eso nos fijaremos en los personajes protagonistas y en la trama principal de sus primeras temporadas.
Hace unos meses, The Hollywood Reporter publicó una lista con las cien mejores series de la historia tras una votación de casi 3000 personalidades de la industria. De las diez primeras, solo seis aprobarían el test: Friends (1), Juego de Tronos (4), Saturday Night Live (7), I love Lucy (8), Mad Men (9) y Los Simpson (10). Hay que tener en cuenta que SNL no es una serie, sino un programa de sketches en vivo con un reparto muy amplio, lo que le coloca en situación de ventaja. La número 11, El ala oeste de la Casa Blanca, aprobaría raspada (según el episodio).
Las que no lo pasarían son Breaking Bad (2), Expediente X (4), Seinfeld (5) y Los Soprano (6). Como decimos, hay capítulos de estas cuatro ficciones que, obviamente, superarían el test, al igual que podríamos decir lo contrario de las otras seis. Lo grave es que, si tomamos otras de las series que más aparecen en las listas de lo mejor de los últimos años, muchas irían a parar a este grupo: The Wire o los flagrantes casos de True Detective y Sons of Anarchy.
En el grupo de las que sí, encontramos a The good wife, Twin Peaks, A dos metros bajo tierra, Borgen, The Affair o Transparent. Hace pocos días, Jane the Virgin, una serie que aprobaría el test todas las semanas, construyó una trama de humor meta sobre si su trío de mujeres protagonistas pasaría el test. Una forma divertida de darle relevancia al tema.
Mujeres con fuerte presencia en entornos masculinos
Curioso es el caso de Homeland, que no lo pasaría en muchos de los episodios de sus cuatro primeras temporadas, pero a la que la aparición de un nuevo personaje de la quinta (Allison) le haría aprobar en buena parte los nuevos. En House of Cards hay tres mujeres con peso político o institucional (Claire Underwood, Jackie Sharp y Catherine Durant), pero hay episodios en los que solo las podemos ver hablar con hombres. En el caso de la cuarta temporada, y al igual que le ha sucedido a Homeland, un nuevo personaje (la madre de Claire) logra que la serie pase el test capítulo a capítulo.
Hay que tener en cuenta que cumplir solo dos de los tres requisitos no es suficiente. Hay ejemplos muy rocambolescos de series «femeninas» que tendrían capítulos que no pasarían el test, como Sexo en Nueva York, en la que podían estar casi 30 minutos hablando exclusivamente sobre sus relaciones sentimentales (en otras ocasiones, si dejaban de hacerlo, era para hablar de moda).
En cualquier caso, el test de Bechdel no determina si una serie es feminista o no. Para valorar esto habría que estudiar caso por caso cómo se representan a los personajes femeninos.
Fon López