NO QUIERO PERDERTE NUNCA
LOS ANTECEDENTES
Alejo Levis (Todo parecía perfecto) ha sido el encargado de ponerse al frente de esta arriesgada cinta, su segundo largometraje como director y guionista bajo la productora Life and Pictures. Por el título de la película (No quiero perderte nunca), suponíamos que nos íbamos a enfrentar a una historia dramática. Y nosotros, después de verla, es precisamente eso lo que pedimos: no queremos perder nunca este tipo de cine, donde las historias de verdad, la realidad y la pura realidad priman ante todo.
LA PELÍCULA
La pareja formada por Paula y Malena se muda a la casa de campo donde vivían los padres de Paula. Por casualidad reciben la noticia de que la madre de Paula se ha escapado del geriátrico. Mientras tanto, Paula espera sola en casa… Esto cuenta No quiero perderte nunca. Un filme breve pero intenso, ya que sus 78 minutos de metraje se nos hacen más que cortos a pesar de ser una película, a priori, sin un ritmo trepidante. Recuerdos, momentos que nos harán recordar incluso A Ghost Story y escenas con tintes alucinatorios son los que ponen el toque especial a esta historia. No quiero perderte nunca nos quiere transmitir de manera clara que, inevitablemente, en muchas ocasiones hay que cerrar una puerta para salir hacia adelante, por mucho que nos duela. Gina Ferrer es la persona que se encarga de dar la oscuridad, la nubosidad y la ambigüedad perfecta a la fotografía que pide el largometraje mediante la ejecución, además, de escenas técnicamente muy logradas. No todo el mundo podrá «entrar» en la historia, pues lo cierto es que solamente aquellos espectadores altamente sensibles lograrán meterse de lleno en esta narración, muy muy sutil y efectiva.
ELLOS Y ELLAS
María Ribera es Paula y Carla Torres es Malena, y estas dos actrices nos narran la película; pero No quiero perderte nunca es, sobre todo, ella, María Ribera. La actriz se introduce a la perfección en el papel de Paula, el de una joven que no quiere superar la muerte de su madre. Ni lo supera ni lo quiere asumir, porque es una pequeña Alicia en el País de las maravillas, con la única diferencia de que, en vez de estar en el laberinto que conduce al Castillo de la Reina de Corazones, está perdida en la casa de campo de sus padres.
LA SORPRESA
El insomnio, la ensoñación, lo fantasmagórico y la realidad es lo que nos deslumbra y engancha de la historia.
LA SECUENCIA/EL MOMENTO
La última parte del largometraje con sábanas fantasmales. Sin duda, la despedida es el momento clave para cerrar parte de la historia.
TE GUSTARÁ SI…
Eres seguidor de las historias reposadas, llenas de verdad y de sentimiento.
LO MEJOR
- Estamos ante una historia realista y humana.
- María Ribera y Carla Torres.
- Su banda sonora.
- El trabajo de fotografía.
- Los elementos de ensoñación.
LO PEOR
- No es apta para gente no sensitiva.
- No sabrán apreciarla todos los públicos.
María Páez