MORGAN

La historia de amor entre un humano y una inteligencia artificial de la que todos nos enamoramos en Her (2014); la trama de Nathan y Caleb entre las montañas con la mujer robot, Ava, en Ex-Machina (2015); la periodista que accede a la primera inteligencia artificial del mundo en Uncanny (2014); el conmovedor filme de Un amigo para Frank, centrado en los cuidados a un anciano con demencia (2012); los futuros ayudantes de los humanos en el 2044 en Autómata (2014); Johnny Deep convertido en el Dr. Will Caster en Transcendence (2014)… Todos estos ejemplos tienen algo en común: fueron largometrajes estrenados en fechas recientes y que, además, tratan de un mismo tema. Como veis, este aspecto, el de la inteligencia artificial, es muy recurrido en el cine y gusta a todo fan de la ciencia ficción. Ahora, Luke Scott (el hijo de Ridley Scott, productor de la cinta) debuta como director con el largometraje Morgan (aunque ya colaboró como ayudante de dirección en Éxodus: Dioses y reyes).
La película cuenta la historia de la visita a un centro de una especialista en resolución de problemas corporativos para tomar una decisión: exterminar o no a Morgan, una peligrosa inteligencia artificial superior que ha sido creada y cuidada desde «bebé» por el humano y que vive atrapada por sus mismos creadores por la amenaza que supone estar en el exterior en contacto con personas.


No llega a haber un guion consistente que divague en los temas de la ciencia, ya sea porque se desconoce o porque intentan abarcar en 87 minutos temas complejos que ni en sus personajes ni en su trama quedan bien reflejados, a pesar de que parten de la interesante premisa de que el lado emocional no es percibido por dicha inteligencia. Asimismo, existe cierto error de guion bastante notable: a pesar de ver claramente que Morgan es una mujer, sus personajes y su historia hacen referencia a esta como un ser sin género. Además, podemos añadir que, a partir de la segunda mitad de la película, da la sensación de que se está disfrutando de una película de acción y no ciencia ficción, sin ningún tipo de trasfondo, y eso crea decepción en el espectador. Esta debilidad la arreglan los fantásticos planos fruto de la maravillosa fotografía de Mark Patten (Marte).
Creemos que, desafortunadamente, si por algo será recordada esta película es por ser de quien es y no por lo que es el sustento de su historia en sí. Otra historia sobre el tema de las inteligencias artificiales desaprovechada. ¿Alguien se anima con alguna más?
LO MEJOR:
- Su elenco brillante de caras conocidas.
- La dirección y fotografía.
- Cierto toque gore.
LO PEOR:
- Tiene un guion poco aprovechado.
- Esperar más de lo que ofrece.
María Páez