Sitges 2016 nos trajo zombis de calidad, ya os lo contamos con la exitosa cinta surcoreana Train to Busan, pero este no fue el único largometraje del tema que dejaba atónitos a los espectadores del festival de cine fantástico. Este efecto también lo consiguió Colm McCarthy, el director escocés conocido por dirigir episodios de exitosas y grandes series de calidad como Sherlock, Doctor Who o Peaky Blinders, al debutar con su primer largometraje por todo lo alto: Melanie: The Girl with All the Gifts.

Una historia ambientada en un futuro distópico donde la humanidad ha sido afectada por un hongo con un virus zombi, situación que hace a las personas estar bajo llave en una base militar del gobierno mientras investigan un remedio para el planeta.

Esta película británica (queremos valorar y resaltar su país de procedencia, puesto que a nivel narrativo, interpretativo y técnico se nota la elegancia a la que el cine británico nos tiene acostumbrados) está adaptada muy fielmente a la novela con el mismo nombre publicada en 2014 de Mike Carey. Y es que no podía ser menos, ya que el propio Carey ha escrito su guion cinematográfico. Melanie… está dividida en dos claras partes: una en la que se ambienta y narra toda la situación que se vive en ese edificio cerrado de Birmingham donde hay niños uniformados y encarcelados dentro de una rutina en la que son tratados como seres sin vida (atados con correas, gritos) y en la que conviven con profesores, médicos, soldados y guardianes. Un panorama que deja al espectador con toda la curiosidad de lo que allí sucede y que engancha para ir descubriéndolo (si no se conoce la sinopsis ni la novela, a priori el espectador no caerá), y una segunda parte en la que se averigua por qué todos esos niños están de tal forma: están infectados (también conocidos como hambrientos) por una epidemia de un hongo que está en el exterior de todo el mundo. De todos estos niños, la historia se centra en Melanie, una niña inteligente que será la que guíe una vez fuera a todos los adultos supervivientes a un lugar seguro, evitándoles los peligros que acechan fuera del edificio en el que habitaban durante todo este tiempo. Melanie… es una película de ciencia ficción con inspiraciones en el mito griego de la caja de Pandora que nos ha ganado con su base inteligente y emocional. Además, es interesante la forma en la que en esta historia se plantean los zombis, muy diferente a la de otras películas como Train to Busan, Orgullo + Prejuicio + Zombis, Extinction, Guerra Mundial Z… y que dará las mejores escenas de la cinta, ya que estos zombis tienen una doble personalidad totalmente opuesta (humana, con conciencia y sentimientos, y devoradora, con ganas de sangre y carne si no tienen cuidado y los provocan). Esta nueva visión nos hace reflexionar sobre un tema con gran poso: qué es lo que realmente nos hace humanos.

En concreto, todas estas reflexiones se centran en el personaje de Melanie: la niña tiene el virus y lo puede contagiar, pero no come carne humana a no ser que se la provoque directamente. Un punto que da una vuelta de tuerca al género y provoca no tener la sensación de estar viendo la misma película de zombis a la que estamos acostumbrados. Aunque sí, en esta cinta también se corre y se huye, como en todas (si no, se acabarían los supervivientes pronto y, con ellos, la película).

Melanie: The Girl with All the Gifts es un filme de acción entretenido que trata temas como el liderazgo y la manipulación expuesta en los personajes que McCarthy sabe usar a la perfección. El largometraje está protagonizado por Gemma Arterton (The Voices) como la bella, tierna y comprensiva profesora Helen Justineau, uno de los personajes con el que el público se encariñará y el único de entre todos los no contagiados que muestra amor por esos niños infectados, en concreto un cariño especial por la pequeña Melanie, papel que es interpretado por la pequeña Sennia Nanua, quien lleva todo el peso de la cinta y que, por ello, fue recompensada con el galardón a Mejor actriz en el Festival de Sitges. Una interpretación fresca, natural y digna de alabar: lo que sí se come esta actriz es la gran pantalla.Una de las figuras dominantes es la mítica actriz Glenn Close, que hace de la doctora Caroline Caldwell en un papel diferente al que nos tiene acostumbrados y que borda. Junto a ella queremos destacar el papel masculino del sargento con poco sentido del humor y muy provocador Eddie Parks, encarnado por Paddy Considine (Macbeth), que dará la primera escena turbulenta. A pesar de su dureza hacia Melanie, la niña ayudará a estos dos personajes a sobrevivir de la plaga que hay en el exterior. Otro aspecto muy interesante es que el personaje de Melanie tiene un arma de doble filo: puede destruir el mundo y propagar a los pocos que quedan contagiados o, por el contrario, salvarlo.
Unas brillantes interpretaciones con el trasfondo de que aquí quienes llevan la batuta son los personajes femeninos frente a los masculinos, situación que normalmente es extraña y por ello nos alegramos aún más. Dichas interpretaciones también despuntan gracias a la banda sonora de Cristobal Tapia de Veer, que acompaña en momentos claves de acción de la cinta, y a la fotografía de Simon Dennis, que usa tonos verdes cuando los zombis son transformados y tonos naranjas y marrones para los paisajes desolados o para secuencias dignas de ver en las que la niña está ensangrentada y con un bozal.Asimismo, es importante valorar técnicamente los planos aéreos que nunca fallan en invasiones zombis. Melanie… te atrapa de principio a fin con coherencia y, a pesar de sus aspectos previsibles y de su pérdida de fuerza cuando salen de la base militar con respecto a cuando están dentro, también tiene sorpresas y un inesperado final que te hará querer ver la película más de una vez. Con Melanie: The Girl with All the Gifts se muestra que puede haber profundidad, sensibilidad y sentimiento en una historia de zombis.

LO MEJOR:

• La adaptación al libro y su dirección.
• Las tres grandes interpretaciones de mujeres con peso, junto al descubrimiento de la pequeña Sennia Nanua.
• Una vuelta de tuerca al género zombi.
• Poder ver a una niña ensangrentada y con un bozal.
• A pesar de ser comercial, tiene tono de cine independiente.

LO PEOR:

• Algunos aspectos previsibles.
• No valorar el género aun viendo películas así.

María Páez