LO QUE EL PRAIMFAYA DEBE LLEVARSE
Una semana después del final de temporada de Los 100, y con el regreso asegurado para 2018, es momento de hacer balance de lo que ha dado de sí durante este año la ficción distópica de The CW que emiten Syfy y Energy en España y plantearnos cómo debería continuar la historia.
El espectacular y muy entretenido tramo final no consigue equilibrar la temporada más irregular e irrelevante de la serie. Pese a la cantidad de bajas en el reparto (algunas muy celebradas por los seguidores), la sensación de déjà vu constante y de bucle narrativo ha permanecido durante la mayoría de los episodios, y eso que esta temporada los ha reducido de los 16 habituales a 13.
Si por algo se había caracterizado cada una de las tandas de Los 100 era por construir un nuevo universo que explorar por los protagonistas. La primera temporada fue la Tierra; la segunda, el Mount Weather, y la tercera, la Ciudad de la Luz. La serie ha sufrido este año la ausencia de nuevas realidades, tribus y personajes, incluso la falta de elipsis temporales. La lucha contra el Praimfaya ha funcionado solo a medias como trama horizontal y las constantes traiciones y deslealtades entre los clanes han sido un poco más de lo mismo.
Atención: Contiene spoilers
Lo que ya no funciona
El suicidio de Jasper ha caído como agua de mayo, y no precisamente radiactiva, en Los 100. El que en su tiempo suponía el alivio cómico de la serie ha acabado por resultar irritante y un problema para sus creadores. Con la explosión del Mount Weather, el personaje perdió tanto su sentido narrativo como la empatía del espectador.
Aun así, el recorrido vital de Jasper, pese a dirigirse a un callejón sin salida, tenía cierta coherencia dadas sus circunstancias personales. No podemos decir lo mismo de Clarke y Bellamy, cuyos bandazos ideológicos y contradicciones morales han acabado por alejarles del espectador. La escasez de registros de Eliza Taylor y Bob Morley tampoco ha ayudado en ese sentido.
Resulta llamativo que en el mejor capítulo de la temporada, Die All, Die Merrily, la presencia de Clarke fuera testimonial. La conversión de Octavia de guerrera a líder y sus seis años gobernando en el búnker deberían servir de trampolín para erigirla como la verdadera heroína de la serie.
¿Y ahora, qué?
Con la llegada del Praimfaya, Jason Rothenberg y su equipo tienen la oportunidad de aprovechar la circunstancia para hacer que la historia avance a mayor velocidad. De momento, sabemos que la quinta temporada dará un salto temporal de seis años y que, con toda probabilidad, tendremos nuevos skaikrus cuyas intenciones en la Tierra desconocemos.
Cuatro años después, Los 100 no puede seguir sosteniéndose en las batallas entre clanes. Solo la introducción de elementos externos puede reconducir la historia y devolver a la serie al olimpo de la ciencia ficción televisiva del momento. Posibilidades le quedan. May we meet again.
Fon López