Diábolo Ediciones publica La tele de los 70, del blanco y negro al color, un libro muy oportuno porque no hay duda de que la televisión, tal y como la hemos conocido hasta ahora, ha entrado en crisis. La publicación está cargada de recuerdos para toda una generación de adultos que vivió en su infancia una época dorada de la televisión. En los años 70 sólo había dos canales, la programación se interrumpía por la noche y mostraba, a través de las pantallas de los receptores, un mundo codificado en blanco y negro. En esa década, no había televisores en todas las casas, y algunas noches, los vecinos se reunían para ver juntos la programación.
Muchas personas pensaron entonces que la televisión terminaría por eclipsar a la radio como medio de comunicación y entretenimiento. Sin embargo, ambos canales han convivido juntos durante casi 90 años. Hoy, la televisión a la carta, Internet, las plataformas de pago o los podcast, suponen nuevas amenazas para un sector en transformación. ¿Quién sabe cuál será el resultado?
A golpe de hemeroteca
Prologado por la periodista y presentadora Mari Cruz Soriano, y escrito por el presentador y escritor experto en televisión, Miguel Herrero, La tele de los 70 es una auténtica obra maestra de documentación y buceo en la hemeroteca del ente público. El autor lo ha estructurado de la forma más lógica en 10 capítulos, uno por cada año de la década, desde 1970 a 1979.
En cada uno de ellos, hace un exhaustivo repaso de la programación semanal dando detalles de horarios, presentadores, audiencia y duración. Así mismo, repasa el impacto que los programas tenían fuera de la televisión. Es decir, cómo los rostros televisivos ocupaban portadas de revistas especializadas en el medio, como TP o Tele7; e incluso del corazón, como Hola o Diez Minutos.
Informativos, transmisión de festivales musicales, programas de deportes, series míticas importadas de todo el mundo, espacios para el teatro y programas infantiles y juveniles, cubrían una programación que alcanzaba récords de audiencia. Recordemos que hubo programas como el Un, dos tres o La Casa de la Pradera que congregaban a millones de personas casa semana, delante del televisor. En la actualidad, esto sería impensable por la amplitud de la oferta y la dispersión de horarios.
Para nostálgicos y entusiastas
Esta apuesta editorial es más que recomendable para todos aquellos que quieran pasearse por sus páginas trufadas de fotografías en blanco y negro al principio y salpicadas de color al final. Para los que estén dispuestos a recordar los buenos momentos que pasaron con Pipi Calzaslargas, La Casa de la Pradera o los Chiripitifláuticos. O recordar a personajes inolvidables como María Luisa Seco, Rosa María Mateo, Íñigo, Alfredo Amestoy o Torrebruno. Es además, una oportunidad para hacer un repaso de los avances de producción que conseguían personas que marcaron una época en la televisión, como Valerio Lazarov o Chicho Ibáñez Serrador.
La influencia de la censura y los trucos que utilizaban los profesionales de la televisión de aquellos momentos para eludirla; la descripción de los primeros anuncios que han quedado en nuestra memoria para siempre; o el repaso de los ganadores de los festivales de la OTI y Eurovisión, son otras de las curiosidades que hacen, de la lectura de este libro, una auténtica delicia.
En La tele de los 70, el autor hace un interesante ejercicio de descripción y aportación de datos y procura no entrar en valoraciones ni gustos personales. Por el contrario, describe con detalle cómo era la programación de la época. Herreros disecciona la programación semanal, el éxito o fracaso de audiencia que tenían los programa y describe el trabajo de los profesionales del medio. Todo un reto si tenemos en cuenta las dificultades técnicas que suponía intentar ofrecer cualquier tipo de innovación en aquellos años.
Marisa Cruzado
