LA SCREWBALL COMEDY
A principios de los años 30 muchos países, y en especial Estados Unidos, estaban sumidos en una de las mayores crisis económicas del siglo XX, la llamada Gran Depresión. Ante la crudeza de la crisis económica y sus consecuencias en la sociedad, los espectadores acudían al cine buscando películas que les ayudaran a evadirse de la dureza de su vida diaria. Fue entonces cuando nació la Screwball Comedy.
La SCREWBALL COMEDY fue un género de comedia americano enormemente popular en los años 30 y 40, que daba a los espectadores justo lo que ellos querían: comedias ligeras de risa fácil y con encanto, pero que a la vez ofrecieran una cierta crítica social en torno a la diferencia de clases.
En un intento por definir el género podría decirse que son comedias inverosímiles, sin sentido, en las que los personajes zigzaguean a su libre albedrío, muchas veces resolviendo situaciones o realizando acciones de la forma más inverosímil.
Aunque técnicamente este grupo de comedias no supuso ningún avance llamativo, sí lo hicieron las novedades en sus argumentos:
En estas películas los personajes normalmente pertenecen a la clase alta y, excepto algunas contadas excepciones, son insumisos a las obligaciones que les impone su clase, se comportan de manera totalmente contraria a como se les exige y se dejan arrastrar por sus impulsos momentáneos. Se podría decir incluso que están locos y que contagian esa locura al resto de personajes. Los que parecen cuerdos en un primer momento seguramente no acaben de esa misma manera.
De este modo los más excéntricos y sorprendentes personajes desfilan por la pantalla: Mujeres con leopardos como mascota, inspectores de policía que no sabrían ni volver a su hogar solos, familias enteras que se dedican a convertir su casa en una oficina de trabajos estrambóticos, maridos que raptan a sus propias mujeres, finas mujeres que descubren que su verdadera vocación es la fontanería, hombres travestidos, mujeres adineradas que se escapan con gamberros de la clase baja, etc.
No obstante, aunque los personajes demuestren una locura más o menos profunda, no así sus diálogos, que son inteligentes y muy ingeniosos, llenos de dobles sentidos y con mucha carga irónica, además de muy divertidos. Los personajes interactúan aceleradamente, lo que hace que el ritmo sea muy rápido y las situaciones humorísticas se enlazan unas detrás de otras en una sucesión continua.
En las screwball comedies siempre hay una pareja protagonista, cuyos enredos ocupan la trama principal de la película.
En este sentido, es muy interesante observar el papel de ambos sexos en este grupo de comedias. Mientras que el hombre es sólo un compañero de la mujer que nunca se presenta como un héroe, sino como amigo de ella en condición de igualdad, es la mujer la que lleva la voz cantante, la que sostiene la trama con sus acciones. Suele ser de carácter fuerte, valiente e inconformista en cuanto a los corsés sociales que la atan.
Es decir, que a través de estas películas se pueden detectar los cambios que se estaban produciendo en la sociedad norteamericana en relación a las mujeres; se vislumbra el inicio de la lucha de éstas hacia la igualdad.
Por supuesto, entre ambos protagonistas hay un romance, que parece imposible al principio (por causas sociales o económicas) y, logrando finalmente vencer los obstáculos, acaban juntos.
Aun así, quizás la característica argumental más importante y la razón por la que este grupo de películas caló tanto en la sociedad estadounidense del momento es su mensaje. Y es que detrás de estas historias sencillas y divertidas se escondía un mensaje de optimismo frente a las vicisitudes de la vida. En las historias se escondía una crítica hacia las clases más acomodadas y sus costumbres, se hacía hincapié en mostrar la ridiculez de las personas de clase alta, siempre obsesionadas con su trabajo e incapaces de aprovechar su tiempo en disfrutar de la vida. En su conjunto, se quería dar un mensaje a favor de abandonar los complejos y las barreras sociales, de disfrutar de las pequeñas cosas y vivir los momentos intensamente.
No obstante, y además de estas atractivas características, es indudable que parte del éxito de las screwball comedies se debió a la gran cantidad de estrellas que aparecían en las películas, entre ellas: CARY GRANT, JAMES STEWART, KATHARINE HEPBURN, SPENCER TRACY, MELVYN DOUGLAS, GRETA GARBO, CLARK GABLE, CAROL LOMBARD, GARY COOPER, CLAUDETTE COLBERT y un larguísimo etc.
De las muchas screwball comedies que fueron protagonizadas por este grupo de grandes actores, en EL PALOMITRÓN hemos seleccionado las 5 que deben ser vistas sí o sí por cualquier cinéfilo que quiera reír hasta hartarse:
HISTORIAS DE FILADELFIA (GEORGE CUKOR, 1940)
ARGUMENTO: Macauley Connor y Liz Imbrie, periodista y fotógrafo respectivamente, de la revista del corazón SPY, reciben el encargo de informar sobre la inminente boda de Tracy Samantha Lord con el multimillonario George Kittredge. Para introducirse en la mansión de la muy acaudalada familia Lord cuentan con la ayuda de C. K. Dexter Haven, exesposo de Tracy, que se aviene a colaborar con Sidney Kidd, el propietario de la revista, para que éste no publique cierta información relacionada con el padre de la joven, Seth Lord, que le pondría en entredicho a él y a toda su familia.
¿POR QUÉ VERLA?: Por ser una historia tierna, hilarante, mordaz y delicada al mismo tiempo; por sus diálogos polifónicos, rapidísimos y brillantes que forman un guión rotundo, y por supuesto por su trío de protagonistas: enormes CARY GRANT, KATHARINE HEBBURN y JAMES STEWART, cuyas escenas están en todo momento impregnadas de naturalidad e inteligencia.
LA FIERA DE MI NIÑA (HOWARD HAWKS, 1938)
ARGUMENTO: David Huxley es un paleontólogo tímido y despistado que está a punto de casarse con su anodina secretaria. En un partido de golf con el abogado de una solterona millonaria, potencial mecenas del museo para el que trabaja, Huxley conoce a Susan Vance, una joven adinerada y caprichosa cuya nueva diversión es manipularle.
¿POR QUÉ VERLA?: Por la fantástica KATHARINE HEPBURN (por la que un servidor siempre especial predilección) en uno de los papeles más fundamentales de su carrera; por sus divertidísimas escenas llenas de equívocos y vueltas de tuerca que a veces rozan el surrealismo; y porque para muchos es la mejor Screwball Comedy jamás hecha, habiendo fijado los cánones para todas las demás.
ARSÉNICO POR COMPASIÓN (FRANK CAPRA, 1944)
ARGUMENTO: Morty Brewster, periodista y soltero de oro, decide finalmente casarse. Cuando va a casa de sus queridísimas tías a comunicarles la buena nueva, se encontrará con que las encantadoras viejecitas tienen una manera muy peculiar de practicar la caridad, y que la salud mental en su familia es algo muy relativo.
¿POR QUÉ VERLA?: Por su elegante tono de comedia negra y su aroma teatral; por su banda sonora obra de MAX STEINER; porque combina a la perfección el horror, el humor, el cinismo y la mordacidad; y por el soberbio CARY GRANT, sin cuya actuación quizás la película no sería la misma.
LAS TRES NOCHES DE EVA (PRESTON STURGES, 1941)
ARGUMENTO: El científico y rico heredero Charles Pike es el objetivo de la banda de timadores formada por el Coronel Harrington, su hija Jane y su criado Gerald durante un viaje en alta mar a bordo de un trasatlántico. Sin embargo, el plan se tuerce cuando la tramposa y seductora Jean se enamora del estirado e ingenuo Charlie, quien anula sus planes de boda una vez informado de la verdadera identidad del trío.
¿POR QUÉ VERLA?: Por ser una película al servicio del lucimiento de la siempre estupenda BARBARA STANWYCK; porque incorpora una ácida crítica contra la sociedad americana, individualista y llena de vividores y estafadores; y por ser la película más arriesgada dentro de su género, combinando la mejor comedia con imágenes más oscuras y dotando a sus personajes de un carácter psicológico más profundo.
SUCEDIÓ UNA NOCHE (FRANK CAPRA, 1934)
ARGUMENTO: Ellie Andrews, una joven y mimada heredera, consigue escapar del yate de su padre, que la había encerrado para evitar su boda con un hombre poco recomendable. En el autobús que coge con destino a Nueva York, conoce a Peter Warne, un simpático y atractivo reportero, que busca una buena historia que contar. Es entonces cuando el azar y la casualidad unirán a Ellie y a Peter en un accidentado y divertido viaje.
¿POR QUÉ VERLA?: Por las interpretaciones de sus protagonistas, CLARK GABLE y CLAUDETTE COLBERT, ambas premiadas con un Óscar en 1934; por ser una reivindicación de la libertad de cada persona de escoger su propio destino; y por ser la mejor muestra del mensaje optimista y romántico de las Srewball Comedies: el amor de pareja, cuando es verdadero, triunfa sobre los conflictos de clase y las diferencias sociales y económicas.
Desde EL PALOMITRÓN os recomendamos encarecidamente estas 5 películas, títulos imprescindibles del género, porque para aguantar mejor la vuelta a la rutina tras el verano no hay nada mejor que sentarse en el sofá y ver una película que te haga reír.
Y de regalo, os dejamos este gran tributo que hemos encontrado en la web, y que esperamos despierte vuestro interés por este gran género. A disfrutar, pero sobre todo a reir!
Nacho B. Gutiérrez
Se me ocurre » El bazar de las sorpresas». Entraría dentro de esta categoría? Me ha gustado mucho el artículo.
Gracias por tu comentario Diana. 🙂
El bazar de las sorpresas no entra estrictamente dentro de este género de películas, aunque sí que contiene algunas similitudes,sobre todo porque el director de la película, Ernst Lubitsch, fue un gran realizador de Screwball Comedies, lo que contagió otros trabajos suyos.