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LA CASA DE PAPEL, UNA DIGNA HEREDERA DE VIS A VIS

Póster La casa de papel - El Palomitrón

Antena 3 estrena el próximo martes 2 de mayo La casa de papel, su gran apuesta de ficción para el segundo trimestre del año. Firmada por Álex Pina, el creador de Vis a vis, la serie trata sobre una banda de ladrones que planean el mayor atraco de la historia: asaltar la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para llevarse 2400 millones de euros.

El cerebro de la operación es El Profesor (Álvaro Morte), un hombre espeluznante que lleva muchísimo tiempo estudiando todas las variables posibles para acometer el atraco perfecto. La parte ejecutora la ejercen sus ocho atracadores, todos con antecedentes penales y muy poco que perder en el intento. Entre ellos se mezclan caras conocidas (Úrsula Corberó, Paco Tous o Alba Flores, que repite con el equipo tras Vis a vis) y actores desconocidos para el gran público. Los otros dos vértices del triángulo serán sus 65 rehenes y la policía, comandada por la fantástica Itziar Ituño (Loreak).

Con una premisa muchas veces vista en el cine y la televisión (sin ir más lejos, la reciente Cien años de perdón) y el listón tan alto que dejó la serie carcelaria del mismo equipo, las posibilidades de defraudar parecían elevadas. Sin embargo, visto el primer episodio parece que La casa de papel mantendrá el nivel de su predecesora.

Un piloto en el que todo funciona

La casa de papel Antena 3 - El Palomitrón

Pina, que abandona Globomedia para desarrollar sus proyectos en su nueva productora Vancouver Media, vuelve a conseguir un producto marcado por el ritmo y la tensión. El primer episodio, de casi 90 minutos de duración, apenas cuenta con momentos valle y deja al espectador pegado a su asiento.

La serie es técnicamente impecable, con un montaje acelerado y una dirección plagada de acción e interesantes planos desde todos los puntos de vista. A cargo de la fotografía se encuentra Miguel Amoedo, ganador de un Goya por La novia. Pina y Amoedo apuestan por el rojo como color identitario de la serie, con filtros de luz, vestuario y attrezzo moviéndose en una reducida paleta de colores y rechazando la presencia de los otros primarios. La fantástica BSO, firmada por Iván M. Lacámara y M. Santisteban, potencia la tensión narrativa.

El guion está plagado de aciertos, desde una voz en off (la de Úrsula Corberó) que solo aparece para aportar información necesaria, pasando por que todos los atracadores utilicen nombres de ciudades como pseudónimos (para que rápidamente los aprendamos), hasta su acción, bien escrita, y el uso del humor negro para aliviar la tensión dramática.

Aprovechando el contexto y el elevado número de rehenes, La casa de papel cuenta con personajes con un mayor rango de edad que en Vis a vis, lo que podría beneficiarle a la hora de ampliar el target de espectadores. Precisamente las subtramas de los adolescentes y el personal de la fábrica es lo que menos conseguido resulta en el primer episodio, más centrado en contar cómo y por quién se produce el atraco.

Antena 3 ha confirmado que la serie tendrá una única temporada que se emitirá en dos tandas separadas por el verano. Todavía se desconoce el número definitivo de episodios, pues la serie se encuentra aún en proceso de rodaje, pero probablemente esté entre 18 y 20. Mantener el ritmo del primer episodio durante toda la temporada será una tarea complicada, pero el equipo ya ha demostrado que puede conseguirlo. De momento, habrá que esperar si la audiencia responde, aunque estrenarse después del derbi madrileño en la Champions League puede darle la visibilidad que la competencia (podría ser el regreso de La que se avecina) planea arrebatarle.

Fon López

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He crecido viendo a Pamela Anderson correr a cámara lenta por la arena de California, a una Carmen Maura transexual pidiendo que le rieguen en mitad de la calle, a Raquel Meroño haciendo de adolescente con 30 años, a Divine comiendo excrementos y a las gemelas Olsen como icono de adorabilidad. Mezcla este combo de referencias culturales en una coctelera y te harás una idea de por qué estoy aquí. O todo lo contrario.