ESPECIAL JAMES BOND: JAMES BOND CONTRA GOLDFINGER
¿Por qué tenéis que verla?
Porque James Bond contra Goldfinger es la primera película de esta saga considerada un blockbuster (recaudó más de 120 millones de dólares de la época frente a los 3 que costó, hagan cuentas). La tercera de la saga adaptaba la séptima novela de Ian Fleming, y de nuevo Sean Connery como Bond se superó. La cinta es un festival de momentos míticos: la mujer cubierta de oro, el bombín asesino o el láser que casi acaba con Bond (Los Simpson tienen un gran capítulo para este aparejo), y también supuso la presentación del Aston Martin DB5, EL COCHE de Bond.
Aunque en esta película no os vais a encontrar con los malos habituales (es la única de la era clásica de Sean Connery que no enfrenta al agente con SPECTRE o con Blofeld), sí lo haréis con Gert Fröbe y sus muchachos, y os podemos prometer que no os van a defraudar.
Una montaña rusa que no entiende de respiros (hasta 62 muertes en el cómputo total de la película), y que no abre ni un milímetro la puerta al aburrimiento.
En nuestra memoria colectiva
Sin lugar a dudas, las chicas Bond suelen tener un lugar especial en nuestros recuerdos de las películas del agente 007. No por cómo sean o lo que muestran, sino por las escenas en las que aparecen. Una de las imágenes más potentes de toda la saga de James Bond es el cadáver de Jill Masterson (Shirley Eaton) cubierta de pintura dorada, que alcanzó el rango de icono gracias a movimientos artísticos de vanguardia, que no dudaron en rescatar el momento para incorporarlo a la cultura pop de finales del siglo XX. En Quantum of Solace se le rinde homenaje a este momento, pero la chica en cuestión, Fields (Gemma Arterton), está cubierta de petróleo.
El villano
Auric Goldfinger es el villano con mayúsculas de esta película que, además, bautiza el título de la cinta. Jugador incansable, su único objetivo es ganar, cueste lo que cueste. Y sus juegos no siempre se reducen a ociosas partidas de cartas…
El actor que lo interpretó fue Gert Fröbe, y su involucración en el Partido Nazi antes de la Segunda Guerra Mundial fue el motivo de que prohibieran la película en Israel.
Pero, además, la película cuenta con otro villano menos intelectual y más físico, como ocurre en muchas de las películas de la saga Bond. Hablamos de Oddjob, interpretado por Harold Sakata y su inolvidable (y letal) bombín.
El gadget
Un localizador en forma de petaca que le sirve a Bond para mantener localizado a Goldfinger (lo introduce en su maletero después de jugar al golf con él) y que emitía una señal que se transmitía en la pantalla del Aston Martin de Bond. A juego con la petaca, un pequeño localizador para el propio 007 (se introduce en la suela del zapato) y así mandar su localización al MI6.
No hay Bond sin acción
Es cierto que en las películas de la saga Bond no faltan las persecuciones en coches y los accidentes aéreos que, junto con peripecias y acrobacias, hacen las delicias de cualquier especialista de cine. Sin embargo, en James Bond contra Goldfinger debemos destacar una lucha cuerpo a cuerpo entre James Bond y Oddjob en la que, sorprendentemente, pese a la superioridad física del villano, acaba por vencer nuestro querido James, que en esta cinta se destapa como especialista para aprovechar en su favor todas las «bondades» de la electricidad.
https://www.youtube.com/watch?v=JDDjxa7RsKg
Demasié pal Bondy
En un último giro de los acontecimientos, Goldfinger se enfrenta a Bond en el avión que pilota Pussy Galore (Honor Blackman). Un tiro destroza una ventana por la que se acaba colando el enemigo de nuestro agente y el avión pierde presión. Cayendo en picado y sin tiempo para maniobrar, pues solo unos segundos los separan de estrellarse contra el agua, Bond y Galore consiguen tomar un paracaídas, salir de la avioneta y caer, no en el mar, sino en medio del bosque. ¿Cómo? Pues siendo Bond, James Bond.
007 Curiosidades
- Es la primera película de James Bond en ganar un Oscar. La estatuilla fue para Norman Wanstall en la categoría de Mejores efectos de sonido.
- Sean Connery nunca viajó a EE. UU. para rodar esta película, pues todas las escenas ambientadas en Norteamérica fueron rodadas en los Estudios Pinewood.
- Se conoce al Rolex GMT-Master como «Pussy Galore», ya que esta chica Bond lo llevaba puesto en James Bond contra Goldfinger.
- Harold Sakata, el actor que interpreta a Oddjob, sufrió serios daños en la escena de su muerte, pues debía soltar el bombín cuando no pudiera soportar el dolor de la electrocución y, sin embargo, aguantó hasta el final de la escena.
- El sonido del vuelvo del bombín del temible Oddjob lo consiguió Wanstall con la vibración de una sierra de madera.
- La cámara acorazada de Fort Knox tiene acceso restringido, por lo que Ken Adam, encargado del diseño de producción, tuvo que imaginársela y recrearla.
- Se creó una leyenda urbana en torno al personaje de Jill Masterson (Shirley Eaton), ya que corrió el rumor de que había muerto poco después de haberla cubierto de pintura dorado. Esto, realmente, es lo que le ocurre a su personaje tras haber sido cubierta por pintura dorada, que sufre «asfixia cutánea», porque la piel no puede transpirar por la pintura. Esto es un efecto inventado por Ian Fleming, ya que los humanos no respiramos por la piel.
DiscoBond: su tema principal
El tema cantado por Shirley Bassey sigue la tradición iniciada en Desde Rusia con amor de utilizar a un cantante famoso para encargarse del tema principal de las películas de James Bond. Fue compuesta por John Barry, compositor de toda la banda sonora, Leslie Bricusse y Anthony Newley.
Shirley Bassey también sería la encargada de cantar los temas de las películas del agente 007 Diamantes para la eternidad y Moonraker.
Lorena Rodríguez