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EN REALIDAD NUNCA ESTUVISTE AQUÍ

En realidad nunca estuviste aquí - Joaquin Phoenix El PalomitrónEn el vasto catálogo de los infiernos cinematográficos hay un actor al que vemos pasear sus demonios con asiduidad, como si en los últimos años hubiese decidido abonarse a los personajes torturados. Él es, por supuesto, Joaquin Phoenix. Lo hemos visto ofrecer la versión más oscura de Johnny Cash en En la cuerda floja, vivir un romance imposible con una inteligencia artificial en Her y unirse a la iglesia de la cienciología en The Master. Pero lo que en esta ocasión le sirve en bandeja Lynne Ramsay, directora de la magnífica Tenemos que hablar de Kevin, va más allá en lo que a disección de los fantasmas interiores se refiere. En realidad nunca estuviste aquí es una película planteada desde el principio como un recorrido por la mente de un hombre fuertemente marcado por una infancia traumática que busca desesperadamente su salvación.

Basada en una novela de Jonathan Ames, el estilo de Ramsay se acerca en esta ocasión al del Scorsese de Taxi Driver, con ese antihéroe que aplica su propio concepto de justicia en un mundo sórdido con más sombras que luces. En realidad nunca estuviste aquí se alzó en Cannes con los premios al Mejor guion y a la Mejor interpretación masculina para un Phoenix que domina cada aspecto de su personaje: sus movimientos arrastrados, su mirada perpetuamente exhausta, su voz teñida de desesperanza. Es una interpretación para el recuerdo, de un hipnotismo abrumador, que fácilmente podría valerle su cuarta nominación al Oscar (siempre que a la Academia de Hollywood, acostumbrada a relatos más ligeros, no le dé vértigo sumergirse en una historia como esta, tan lúgubre y, en ocasiones, contagiosamente dolorosa).

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Resulta llamativa la obsesión de Lynne Ramsay por situar a personajes jóvenes en el centro de sus historias, y más curioso aún que decida contarlas a través de personajes adultos. Ratcatcher, el debut de la directora en 1999, partía del ahogo de un niño durante una huelga de basureros en Glasgow. Tenemos que hablar de Kevin utilizaba al personaje de Tilda Swinton para guiarnos a través de la compleja mente de Kevin, interpretado por Ezra Miller, en una historia que podría ser una precuela de Elephant. Y en su última creación hasta la fecha, En realidad nunca estuviste aquí, el personaje de Phoenix nos sumerge, como un Virgilio de la sinrazón, en el pesadillesco submundo de la prostitución infantil.

Lo que hace verdaderamente única a esta película, además de la interpretación de Phoenix que es, insistimos, demoledora, es su condición de híbrido monstruoso que consigue acoplar en perfecta armonía lo brutalmente sucio con la elegancia más exquisita, tanto a nivel formal como narrativo. Y es que En realidad nunca estuviste aquí combina el relato escabroso con movimientos de cámara de una sutileza preciosa, y las escenas más sangrientas a menudo van acompañadas de una lírica que va de lo poético a lo absurdo sin perder de vista nunca el tono general.

Joaquin Phoenix En realidad nunca estuviste aquí - El Palomitrón

Aún habrá que esperar dos meses para su estreno en salas comerciales, previsto para el 24 de noviembre, y es posible que para entonces se haya despejado la incógnita acerca de su posible condición de aspirante a premios. Lo que es seguro es que el cinéfilo intrépido, el que no le teme a las sombras, el que sabe que ciertas películas es conveniente verlas con el estómago vacío, tiene una cita obligada.

LO MEJOR:

  • Joaquin Phoenix es ya un especialista en personajes torturados, y pocas veces ha estado mejor que aquí.
  • La dirección de Ramsay, que arriesga y gana.

LO PEOR:

  • Por decir algo, que no veamos más a la joven actriz Ekaterina Samsonov, que este año ha irrumpido por la puerta grande gracias a esta película y Wonderstruck.

Alex Merino 

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