El Palomitrón

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El sabor de las margaritas-segunda temporada- El Palomitrón
PRIMERAS IMPRESIONES REDACTORES SERIES

El SABOR DE LAS MARGARITAS: EL NOIR GALLEGO VUELVE CON UN TOQUE MÁS URBANO

La segunda temporada de El sabor de las Margaritas cumple a la perfección el refrán “segundas partes nunca fueron buenas”. La serie de la televisión autonómica gallega arrasó cuando aterrizó en marzo de 2019 en Netflix, el sorprendente éxito de la primera entrega hacía presagiar una segunda temporada que se intuía cargada de más acción y con un presupuesto más generoso. Por desgracia, lo malo de las predicciones es que no siempre aciertan.

¡Alerta Spoilers! Al final de la primera temporada el pueblo de Múrias vivió un doble impacto, la teniente de la Guardia Civil Rosa Vargas era en realidad la impostora Eva Mayo (María Mera) y el buenazo de Mauro (Toni Salgado), ese agente bonachón que se había ganado la simpatía de la audiencia durante los primeros capítulos, resultó ser un indeseable de manual. Los giros de guion no cesaron hasta el final y la respuesta del público fue la que se merecía un argumento que, si bien estaba hecho con pocos recursos, no tenía nada que envidiar a grandes producciones del género en la plataforma.

Eva Mayo vuelve y en solitario

el sabor de las margaritas-María Mera- El Palomitrón

Cuando se anunció una segunda temporada las previsiones eran positivas ¿Sabríamos más sobre lo que le sucedió a Eva Mayo?, ¿Qué fue de Bernabé?, ¿Cómo les iría la vida a Rebeca y su madre? Casi todas las respuestas se destripan de un plumazo en unas cuantas líneas de diálogo mal resueltas y que dejan al espectador con más incógnitas que aclaraciones.

La nueva trama se aleja del encanto rural gallego y nos traslada a la frialdad de la ciudad. Con un toque más urbano, el espectador se adentra en la vida de Eva Mayo un par de años después de los hechos transcurridos en Múrias. Charlando con una psiquiatra, con el pelo más rubio y episodios de amnesia, Eva intenta poco a poco recomponer su vida. Paralelamente a ello descubrimos que la red de tráfico de menores no ha cesado y que el encarcelamiento de Mauro y los responsables del club Los Pétalos poco o nada han ayudado a finiquitar el negocio. Tras una petición de Mauro a Eva, empieza un nuevo periplo de esta a modo de Robin Hood gallega del tráfico sexual mientras que otra figura policial aparece en escena, la del inspector Salgado (Santi Prego), que consigue conectar, no sin luchar contra sus superiores, un crimen en el exclusivo club El Cairo  con otro acontecido anteriormente.

El sabor de las margaritas- Santi Prego- El Palomitrón

La premisa sigue la misma línea estructural que en la primera temporada, conexiones de historias paralelas que al final convergen en un mismo punto. Hasta ahí todo correcto.  Sin embargo, pese a que comparta en estructura matices con su antecesora, la segunda entrega de El sabor de las margaritas queda muy lejos de hacer sombra a la primera. El cambio inicial se encuentra en la dirección, Miguel Conde cede el testigo a Alex Sampaio que se pone al mando de una trama que podría haber tenido más juego de contar con un guion medianamente provechoso.

Mejor fotografía pero un guion que hace aguas

El hecho de que todo el protagonismo recaiga en el personaje de Eva es el principal fallo. Lo interesante de la primera temporada eran las tramas corales con un sinfín de actores en la pantalla compartiendo protagonismo en diferentes historias que tejían la trama principal. En esta ocasión eso desparece para centrar todo el peso de la historia en Eva y su drama psíquico-familiar. Si la actriz que la interpreta, María Mera, le diese un poco más de gracia sería interesante empatizar y seguir sus andanzas, pero su interpretación es insípida y languidece hasta el tedio lo que hace imposible sentir algún afecto por un personaje que necesita urgentemente ponerle algo de sal a la vida. Durante los seis capítulos que conforman la temporada su expresión siempre es la misma, sin reflejar la más mínima emoción. El único intento fugaz de dejar entrever algún recurso expresivo se produce cuando el personaje sufre amnesia, en las que Mera hace un ritual de temblores con la mano izquierda que no tienen ninguna credibilidad.

El sabor de las margaritas- Mariana Expósito- El Palomitrón

Por otro lado la trama está narrada con un ritmo lento, que hace desconectar fácilmente y perder el hilo de lo que sucede. Mejora ligeramente en los últimos capítulos gracias a Santi Prego que hace un buen trabajo en su papel del Sargento Salgado y también con la aparición de Noelia Castaño como Laura Nogueira, una periodista entrometida que se convierte en el principal apoyo de Eva. Una lástima no haber rescatado personajes de la anterior temporada que daban mucho juego, como el inocente Bernabé (Denis Gómez). Uno de los pocos personajes que vuelve en esta entrega es el de Rafa (Mariana Expósito) la chica de estética dark que trabajaba como compañera de Marta Labrada en la gasolinera. Rafa es, probablemente, el personaje más infravalorado de ambas temporadas y del cual se hubiese agradecido ver un poco más en pantalla. El toque macarra y borde que le da Expósito hubiese servido de contrapunto para la inevitable linealidad interpretativa de María Mera.

¿Una tercera temporada?

Entre las principales novedades está la dirección de fotografía y arte, uno de los pocos puntos fuertes de está segunda temporada. Con una estética mucho más cuidada, los escenarios urbanos y el espectáculo de luces de neón y ambiente de burdel recuerdan, salvando las distancias, al aura de películas como Solo Dios perdona o The Neon Demon. Pero se queda ahí, el artificio no resuelve nada y el resultado es mucho envoltorio para poca sustancia. La historia hace aguas y en ocasiones se ven intentos forzados de introducir elementos que den carnaza a la audiencia, como el monólogo de Eva en una de las escenas finales en una mezcla entre surrealismo onírico y vergüenza ajena. La resolución final está mal realizada, como si los guionistas no hubiesen sabido la manera de deshacer el enredo que habían organizado y diesen una vía de escape a la desesperada. Jugando de nuevo con adornar lo poco trascendental, la escena final de Eva irrumpiendo en una fiesta privada como la victoriosa salvadora de Rebeca (Sara Sanz) bebe mucho de Eyes Wide Shut, en un intento de homenaje a Stanley Kubrick mal ejecutado.

El final de esta segunda entrega deja la puerta abierta a una tercera. El noir gallego está próximo a convertirse en una versión de Los casos del departamento Q con una Eva Mayo como principal defensora de la justicia. 

¿Dónde y cuándo?

  • Fecha de estreno: 2 de abril 2021
  • Plataforma de emisión: Netflix 
  • Número de episodios: 6
  • Duración aproximada: 69 minutos
  • Te gustarán si te gustan: Los noir nórdicos 

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