LOS ANTECEDENTES
Periódicamente, la opinión pública se ve alterada por el debate del derecho a una muerte digna. Más allá de las disputas políticas que acaparan portadas de periódicos y minutos de radio y televisión, el hecho es que cada día miles de personas en todo el mundo se están planteando recurrir a la eutanasia para acabar con su vida. Mientras que las administraciones analizan cómo dar cobertura legal al derecho a tener una muerte digna que parece inherente a la vida, la desesperación de estas personas y sus familiares les llevan a veces a buscar recursos que quedan al margen de la Ley. En España, recientemente hemos tenido el caso de un hombre que ayudó a morir a su mujer que padecía esclerosis múltiple desde hacía más de 30 años y que ahora se enfrenta a un juicio por homicidio. Todo este contexto le otorga a The Chain una actualidad muy oportuna.
El director David Martín-Porras se inspiró para The Chain, su segundo largometraje que se estrena el próximo 31 de mayo, en el caso de una red estadounidense que ofrece servicios de eutanasia a aquellas personas que la desean y viven en estados donde no está permitida. Con una excelente cobertura legal y con un menú de opciones que van desde el gas letal hasta inyecciones, estos ángeles de la muerte proporcionan a sus clientes una alternativa digna para decir el adiós definitivo. Y esta es la excusa que el director ha utilizado para rodar un thriller psicológico en el que nada es lo que parece y sólo hay algo una cosa segura: la muerte.
LA PELÍCULA
The Chain cuenta la historia de Mike (John Patrick Amedori), un hombre que regresa a la casa de sus padres junto a su mujer, para ayudar a su madre en el cuidado de su padre, que padece una enfermedad neurológica degenerativa. Mike nunca se ha llevado bien con su padre y cuando descubre que ha heredado su enfermedad y empieza a tener los primeros síntomas, decide contratar los servicios de una compañía de suicidios asistidos y evitar acabar como él. Pero en el proceso, descubre una verdad espeluznante sobre cómo funciona este programa: para poder morir, primero tiene que llevar a cabo un asesinato.
La película, calificada como thriller psicológico, navega por el pasado y el presente del protagonista recurriendo a varios flashbacks que salpican toda la trama, dando claves de la tortuosa relación de Mike con su padre. La agobiante situación de dependencia, el realismo con el que están rodadas las escenas en las que queda patente el deterioro físico que provoca la enfermedad neurológica en el padre de Mike y la sumisa actitud de una esposa entregada al cuidado de un marido que ya no la reconoce, son la base que sustenta la trama y te lleva a poner en la piel del protagonista e incluso, empatizar con su deseo de morir.
ELLOS Y ELLAS
El elenco escogido por David Martín-Porras tiene como característica la mezcla de dos actores veteranos, Ray Wise y Adrienne Barbeau, que interpretan a los padres de Mike y garantizan la credibilidad de los personajes, junto a un plantel de jóvenes actores John Patrick Amedori, en el papel de Mike, Madeline Zima, que interpreta a Sarah, su mujer y Jamie Clayton, en el papel de la doctora Ryan. Completa el reparto la actriz española Neus Asensi en el papel de Piedad, una pieza clave en el desarrollo de la trama.
John Patrick Amedori, al que hemos visto recientemente en la serie de televisión Dear White People consigue convencer en su papel de hombre torturado por una adolescencia complicada. El actor está muy arropado en las escenas más duras por la interpretación del veterano Wise, a quién los más jóvenes reconocerán por su participación en películas como Batman o la serie Fargo.
Entre los personajes femeninos, destacar el papel de Neus Asensi que aparece absolutamente desfigurada por la dismorfofobia que padece el personaje y que resuelve a la perfección los retos que supone la interpretación de un personaje tan complejo como el de Piedad.
LA SORPRESA
Cuando uno va a ver un thriller espera un giro final insospechado. Es cierto que el listón está muy alto, pero The Chain consigue recuperar el espíritu de la sorpresa final, sin salirse del guión y consiguiendo que la historia tenga un cierre sorprendente y al mismo tiempo, creíble.
LA SECUENCIA / EL MOMENTO
Uno de los momentos más trágicos del film se produce en el cuarto de baño cuando Emma, la madre, está intentando lavar al padre que se ha hecho sus necesidades encima. No damos detalles para que no nos acusen de destripar las películas, pero es de esas escenas que no se olvidan fácilmente por su cruel realismo.
TE GUSTARÁ SI…
Te gustan los thriller psicológicos y toda tu familia está sana.
LO MEJOR
- El guion
- El montaje del director
LO PEOR
- La dureza del tema que por desgracia, es el día a día de muchas familias en todo el mundo
Marisa Cruzado
