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TEMBLORES

ANTECEDENTES

Como ocurre todavía en demasiados países con arraigo del fanatismo religioso, en Guatemala la homosexualidad está socialmente muy repudiada a pesar de ser legal. En este contexto transcurre la segunda película del cineasta guatemalteco Jayro Bustamante, Temblores. Después de su premiere en la Berlinale, el filme pasó, junto a otro trabajo del director, La Llorona, por la categoría de Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián. En el certamen español fue reconocida como la mejor película LGTBI+ latinoamericana de 2019 al recibir el séptimo Premio Sebastiane Latino por su osada denuncia de la lacra que suponen las llamadas terapias de curación gay. En palabras de su director, Temblores nace de su propia necesidad de “entender como un buen hombre, con una buena educación y acceso al mundo exterior, puede acabar prisionero de una moralidad dictada por una institución religiosa que no por casualidad representa uno de los poderes políticos de Guatemala”. Idea que, por cierto, no puede representar mejor el largometraje. 

LA PELÍCULA

En el cine no faltan ejemplos de películas con temática LGTBI+ de todo tipo, aunque no porque sean recurrentes algunas dejan de impactarnos. Temblores tiene esa capacidad. Ambientada en la Ciudad de Guatemala en la actualidad, el segundo largometraje de Jayro Bustamante narra la turbadora historia de un “buen hombre”. Pablo tiene 40 años, es un cristiano evangélico practicante y forma una familia modelo con mujer y dos hijos. Su vida apacible se ve sacudida cuando se enamora de Francisco. Ante esto, y después de repudiarlo, tanto su familia como la Iglesia lo empujan a iniciar una terapia para ayudarlo a “curarse”. Como le dice su madre, “la voluntad de los seres humanos está siempre por debajo de la voluntad de Dios”. 

Es verdad que aborda un tema tratado infinidad de veces en las películas, pero Temblores sobresale. O más bien, trasciende. Se hace grande gracias a una extraordinaria combinación de reflexión, sutileza e intimidad. Consigue ser emotiva y devastadora a partes iguales, pero sin caer en el dramatismo explícito. En este sentido, la dirección y la fotografía resultan fundamentales. Es más, son dos de los elementos fuertes de la película. El dominio de la ambientación y la puesta en escena expresan tanto como cualquier diálogo, además de transmitir las distintas fases de confusión, miedo, angustia y resignación por las que va pasando el protagonista. 

Pero además del drama personal de Pablo, Temblores tiene un calado más hondo, la manera en la que bajo la agitación de los radicalismos religiosos, la razón no tiene cabida. Al fin y al cabo, Pablo es un homosexual en el armario capaz de renunciar a él mismo por sus creencias. Si bien por un tiempo intenta ser fiel a su auténtico yo, llega un punto en el que asume que se necesita demasiada fortaleza para avanzar a contracorriente de una sociedad entera. En ese proceso de auto exploración del personaje de Pablo, Jayro Bustamante aprovecha para plantear si la identidad de un hombre se puede forjar sin influencias externas y si merece la pena buscar la felicidad cuando trae tanto sufrimiento. 

 

ELLOS Y ELLAS

La calidad unánime del casting es uno de los pilares que sostienen la película, puesto que cada uno de los protagonistas hace un trabajo notable y lleno de verdad. Juan Pablo Olyslager, interpreta a Pablo, sin duda el personaje con una carga emocional más intensa. Enamorarse de un hombre trastoca su vida en todos los ámbitos, por tanto carga con la losa de un sufrimiento contenido. No obstante, el actor lo hace palpable. 

Por otra parte, Mauricio Armas da vida a Francisco, el hombre de quién se enamora. Es todo lo contrario Pablo, una persona liberada, sin ningún pudor y abierto a mostrar su amor. 

La tercera en discordia es Diane Bathen. La actriz asume el papel más oscuro de la película, el de Isa, la mujer de Pablo. Egoísta y ferviente religiosa, trata de imponerle a su marido la idea de familia tradicional por encima de la voluntad de él y su propia dignidad. 

LA SORPRESA

Desde nuestra mentalidad occidental la realidad que refleja Temblores nos choca por arcaica y aberrante, por eso es tan necesario que el cine nos recuerde que existe. De hecho, al propio Bustamente le sorprendió que aguantara ocho semanas en la cartelera guatemalteca siendo el primer largometraje de ese país que aborda explícitamente la temática de la homosexualidad. Por esto sufrió antes del estreno una feroz campaña llamando al boicot, porque ciertos sectores la consideran un atentado para la familia. Así que con ella volvemos a ser conscientes del poder del cine mucho más allá del entretenimiento. 

temblores

LA SECUENCIA/ EL MOMENTO

El último tramo de la película, los momentos en los que Pablo se somete a una terapia para curar la homosexualidad. Una muestra horripilante de fanatismo religioso, una práctica con métodos aún más demenciales a los que, sin embargo, Bustamante sabe sacarle un punto de humor negro. 

TE GUSTARÁ SI…

Si te gusta el cine con calado y de denuncia social. 

LO MEJOR:

  • Los protagonistas, notables y llenos de autenticidad.
  • Aborda un tema que en el cine se ha tratado infinidad de veces, pero lo hace desde la reflexión, la sutileza y la intimidad. 
  • La oscuridad de la ambientación y la puesta en escena dicen tanto o más que cualquier diálogo 

LO PEOR:

  • El guion resulta desigual porque hay tramos de la película que da demasiados saltos

María Robert 

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