ANTECEDENTES
Neus Ballús i Montserrat es directora, guionista y cofundadora de la productora El Kinograf. Nacida en 1980, se licenció en Comunicación Audiovisual en la Universidad Pompeu Fabra, donde estudió después el Máster en Documental de Creación. En 2013 estrenó su primer largometraje, La plaga, al que siguió Staff Only cinco años después. Ahora vuelve a las salas de cine con Seis días corrientes (Sis dies corrents), que se estrenó en el Festival de cine de Locarno, donde los protagonistas recibieron el premio ex aequo a la mejor interpretación masculina. Además, ha pasado por varios festivales más como el Toronto International Film Festival o Seminci, donde se alzó con la Espiga de Plata a la mejor película y el Premio del Público.
LA PELÍCULA
Seis días corrientes es un proyecto bastante peculiar, ya que no ha sido concebido como una película tradicional. Neus Ballús ha recurrido a fontaneros reales, a quienes ha conocido (e incluso trabajado un poco con ellos) durante un par de años, aprendiendo de su mundo y su personalidad. Tras prepararles para estar frente a cámara –ya que, obviamente, no son actores–, la película se ha ido confeccionando alrededor de ellos y su forma de ser y mirar el mundo. Es decir, que se ha desarrollado al revés: en vez de tener un guion fijo y buscar actores que se ajusten a lo que busca, Neus ha encontrado personas que le parecían interesantes y ha escrito el guion teniéndolos como referencia.
Es por esto que la película se mueve entre la ficción y el documental, ya que a pesar de seguir un guion, mantiene la voluntad de representar la realidad siempre teniendo como punto de partida a los –ahora sí– actores, que aportan también una gran parte de su personalidad y carácter. Así, Seis días corrientes aprovecha el lenguaje coloquial y la naturalidad de Valero Escolar, que es la representación del estereotipo de fontanero (aquí de forma realista, ya que hace de sí mismo, y por esto ambos actores comparten nombre con sus respectivos personajes), para acompañarle mientras trabaja en distintos domicilios arreglando desperfectos junto a Mohamed Melalli, que ocupa el puesto del recién jubilado Pep Sarrá mientras se adapta a la vida en Barcelona.
Aquí, Neus Ballús muestra situaciones corrientes, que terminan no siéndolo tanto, a las que les da siempre un toque de humor, ya sea por lo estrambótico de la escena o por la personalidad de los protagonistas. Además, muestra la diversidad como algo positivo, no sólo en las casas –tan distintas unas de otras– que visitan Valero, Mohamed y Pep, sino también en esos planos que utiliza como transición entre escenas en los que muestra los balcones y ventanas de los bloques de edificios: gente alta, baja, gorda o delgada, tomando el sol, leyendo, haciendo ejercicio o colgando la ropa. Seis días corrientes es una película con pocas pretensiones, sencilla, que busca celebrar la diversidad y la extraordinariedad de lo cotidiano.
ELLAS Y ELLOS
A pesar de no ser actores y ponerse por primera vez delante de una cámara, lo hacen realmente bien (ya hemos mencionado que se alzaron con el premio a la mejor interpretación masculina en el Festival de cine de Locarno). Destaca especialmente Valero Escolar, que consigue actuar con mucha naturalidad.
LA SORPRESA
La forma en que se desarrolló el proyecto, tomando a personas ajenas al mundo del cine y convirtiéndolas en actores y, aún más complicado, consiguiendo un buen resultado.
LA SECUENCIA/EL MOMENTO
Hay un breve momento en que Mohamed, mientras trabaja, observa a dos inmigrantes que viven en la calle, recogiendo chatarra para luego venderla. Ahí es consciente de que, aunque él tiene dificultades, podría haber sido mucho peor.
TE GUSTARÁ SI…
Te gustará si quieres ver una película sencilla, sin muchas pretensiones, que muestra situaciones del día a día con un tono de humor.
LO MEJOR
- Te hace pasar un buen rato
- La naturalidad de los actores
LO PEOR
- Hay un comentario sobre la dificultad para adaptarse de los inmigrantes que se queda en la superficie, es una pena que no profundice un poco más
