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Crítica de Lupin III The First destacada - El Palomitrón
ANIME / MANGA CRÍTICAS REDACTORES

LUPIN III: THE FIRST

Incluso al más habilidoso de los ladrones no siempre le sale bien la jugada. Nadie imaginaba que en el año de su debut en Japón, 2019, el último golpe de Lupin III se vería irremediablemente pospuesto en muchos países. Por suerte, Selecta Visión por fin estrena en cines Lupin III: The First, la nueva iteración de la popular franquicia que se aleja de la animación tradicional y se abona a la tecnología CGI en pos de ofrecer un filme que busca cierta diferenciación sin perder un ápice de esencia en el proceso. Creado originalmente por Monkey Punch en 1967, el personaje de Lupin se ha convertido en un auténtico icono en Japón, donde la franquicia se ha expandido en poco más de medio siglo de historia en una gran variedad de productos: múltiples series de animación y largometrajes, musicales, videojuegos… El universo de Punch nunca ha buscado asentarse como un baluarte ajeno a las reglas del tiempo, sino como algo orgánico y amoldable a los diferentes contextos y épocas. Lupin III: The First es prueba de ello, y Takashi Yamazaki  —director y guionista— es quien tiene la batuta en el que es el primer salto de la franquicia al 3D

El trabajo de Takashi Yamazaki con el elegante ladrón de Monkey Punch es, además, uno que no busca apegarse a la nostalgia para encontrar su razón de ser. Lupin III: The First surge como un escenario perfecto tanto para los seguidores de la franquicia como para los que apenas han tenido contacto con ella. Aunque en su concepción y espíritu haya mucho de El Castillo de Cagliostro, filme dirigido por Hayao Miyazaki en 1979, y otros emblemáticos largometrajes del cine de aventuras y acción, esta iteración se siente como un trabajo perfectamente actual. Además de como un excelente punto de entrada para el público nuevo.

Crítica de Lupin III The First Lupin - El Palomitrón

Es precisamente la versión del personaje que plasmó Miyazaki en El Castillo de Cagliostro la que Yamazaki imprime en su trabajo: un ladrón amable, gentil, pacifista y despojado del sexismo presente en la obra original con el que resulta fácil empatizar. Lupin III: The First comienza como cualquier otra aventura de Lupin, siendo en esta ocasión el Diario Bresson el objeto de deseo. Ni siquiera su abuelo, Arsène Lupin, pudo robar en vida un codiciado tesoro que, según los rumores, esconde en su interior los secretos para amasar una exorbitante fortuna. En su fijación por el diario, Lupin III conoce a Leticia, una joven amante de la arqueología que tiene sus propios motivos para ir tras la leyenda de Bresson. En la carrera por el diario también estarán Lambert, abuelo de Leticia e investigador de una hermética organización que anda tras el Diario Bresson, y Gerald, el hombre que mueve los hilos de dicha organización.  

Takashi Yamazaki confecciona una historia sencilla, sin grandes aspiraciones ni grandes cargas narrativas. Y lo cierto es que tampoco lo necesita, porque Lupin III: The First funciona como un reloj suizo en su propuesta: una aventura ligera y divertida que brilla en lo técnico. Es un ejercicio que derrocha carisma —tanto en su elenco como en cuestión de estilo— y que pese a no acudir a complejidades de guion, logra mantener el interés en los poco más de 90 minutos de metraje. Lo que comienza siendo otro hurto más en el historial de Lupin III termina convirtiéndose en una contrarreloj para salvar el mundo de las aspiraciones de una organización nazi que busca el resurgimiento del Tercer Reich. Una epopeya a gran escala que habla del legado y que en ningún momento oculta las claras influencias de grandes del género como Indiana Jones o James Bond. Precisamente, su último tercio es casi un constante tributo a Indiana Jones y la última cruzada (1989), con la realización de una serie de pruebas con nazis pisándoles los talones a los protagonistas. 

Crítica de Lupin III The First protagonistas - El Palomitrón

En el afán de querer experimentar visualmente con la franquicia, Takashi Yamazaki es el elegido para llevar a cabo la siempre complicada labor de pasar del 2D al 3D. Un trabajo que no suele caer demasiado en gracia entre el público general, que ve cómo se pierden una serie de valores y facetas artísticas en el proceso. Sin embargo, Yamazaki, quien ya confeccionó largometrajes similares a éste como Stand by Me Doraemon (2014) y Dragon Quest: Your Story (2019), logra trasladar la esencia y la personalidad características de la animación 2D al modelado tridimensional. Toda la realización está calculada al milímetro, con unos modelos sumamente detallados que exprimen con gran dinamismo la energía inherente a los personajes, ofreciendo niveles de gesticulación increíblemente bien logrados y una comedia con trazas de slapstick. La acción tampoco palidece en un largometraje que se beneficia de unas secuencias de acción frenéticas y perfectamente bien coreografiadas, con variedad de escenarios y diversas set pieces que son de obligado visionado en cines.

Sobresaliente a nivel técnico, Lupin III: The First tiene poco que envidiarle a muchas de las últimas producciones de animación americana. Yamazaki construye un largometraje que se mueve entre lo convencional y que prefiere no asumir riesgos quedándose en su zona de confort; pero tampoco se le puede demandar salir porque lo que hace, lo hace realmente bien. Lupin III: The First ofrece una historia sencilla y directa, cuyo desarrollo adolece de cierta previsibilidad y alguna que otra descarada conveniencia de guion, pero su propuesta es un constante estímulo que te atrapa como si de un experto ladrón de guante blanco se tratara. Su oferta es una aventura desenfadada ideal para toda la familia; un goloso dulce para olvidar los tiempos que nos ha tocado vivir. Y eso, eso ya es mucho.  

LO MEJOR

  • A nivel técnico es una pieza de animación sobresaliente.
  • El excelente cambio de 2D a 3D y su peso en la franquicia.
  • El tono, estilo y carisma de la narrativa y su elenco.
  • Es una puerta de entrada perfecta para quien quiera sumergirse en el universo de Monkey Punch.

LO PEOR

  • Desarrollo argumental que peca de previsible.
  • Se echa en falta alguna que otra set piece más.

Edu Allepuz

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Intento de muchas cosas y una de las piezas que hacen funcionar la sección manganime. Ávido lector de manga, enamorado de la tinta y de la tragedia de Sui Ishida. Firme defensor de la industria como arte y la abolición de estúpidas etiquetas.