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Crítica de Lu Over the Wall
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LU OVER THE WALL

Masaaki Yuasa se ha convertido, por propios méritos, en uno de los nombres más sonados de este año. Y es que, poco a poco, la animación japonesa conquista el corazón de Occidente y se abre paso en un entorno liderado por el cine americano y las producciones europeas.

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Así no es de extrañar que con obras como Devilman: Crybaby o la reciente Night is Short, Walk on Girl el autor vuelva a hacerse un sitio con Lu Over the Wall. Un título simple pero de tintes emocionales y una dirección que se atreve a romper esquemas para ofrecernos una experiencia que solo puede categorizarse de una forma, como una obra más de Yuasa.

Así se presenta Lu Over the Wall, un largometraje que nos lleva a Hinashi, un viejo pueblo pesquero que vive de tradiciones y costumbres antiguas. La existencia de este pueblo supone una serie de contrastes que vemos desde su propio principio, que nos muestra a Kai, un chico que se ha visto arrastrado al solitario pueblo desde la gigante Tokyo tras el divorcio de sus padres.

Estas diferencias —el pueblo pesquero y la gran ciudad— representan un dicotomía inherente a la obra que se repitirá a lo largo de toda su extensión. Porque Lu Over the Wall es una película de contrastes, de diferencias. Pero lo importante, al fin y al cabo, es dejar de un lado las diferencias, romper el muro, y convivir con ellas.

Así el largometraje se convierte en un desarrollo humano. El joven Kai, incapaz de expresar sus sentimientos y sobrellevando su vida solo gracias al uso de la música se ve superado por un mundo que parece funcionar en su contra. Es ajeno a ello y no siente la necesidad de integrarse, de hacer amigos, de compartir experiencias o de sentir la vida. Aquí es donde entra en juego Lu, una pequeña y alegre sirena que no solo da título a la obra sino que además será el contrapeso al carácter frío de Kai.

Un choque, un contraste de sentimientos y sensaciones que se convierte en el eje principal de la obra y que, poco a poco consigue calar en Kai (de igual forma que lo hace con sus espectadores) para cambiar su visión de las cosas y demostrar que no todo es blanco y negro. Pero, y haciendo un uso de los contrastes de nuevo, las sirenas son animales mitológicos que solo traen el mal consigo para las gentes de Hinashi por lo que su argumento, repleto de sentimentalismo y giros emocionales, se verá sobrellevado por las diferencias entre ambas criaturas.

A esto se le suma la dirección de Yuasa que apunta, de nuevo, a las diferencias con un estilo artístico que difiere en gran manera entre sus personajes (quienes aparecen, en cierta forma, poco cuidados, planos y con un escaso uso de técnicas de ilustración) y sus paisajes, que gozan de un gran nivel de detallismo. Sin embargo, es ese estilo tan minismalista en sus trazos el que permite una animación alocada, que roza la excentricidad en múltiples ocasiones, y totalmente dinámica que funciona a la perfección con la temática de la obra.

Y es que Lu Over the Wall no es tanto una película que se vea sino una película que se siente. La propia obra grita a cada segundo de su extensión que la vivas con ella, que la sientas y que escuches el mensaje que quiere transmitir. Algo sobre lo que, de nuevo, empatiza mucho su dibujo, su dirección. Con unos permisos que resultan extraños, algunos incluso difíciles de encajar pero que —a su manera— consiguen hacer uso de tanta magia como las producciones del maestro Miyazaki.

En líneas generales Lu Over the Wall es un título alocado, uno que quizás no gustará a todos —especialmente a aquellas personas que no sientan mucho amor por lo abstracto— pero que funciona especialmente bien a nivel emocional. Una obra con mensaje, que pide a gritos ser escuchada y ser vivida. Conectar con Lu, con sus personajes y con el trasfondo de la obra es la mayor virtud de una película que se encuentra cargada de matices. Pero, por desgracia, no siempre sabe como transmitirlos.

LO MEJOR

  • Su uso de las emociones en el apartado narrativo.
  • El juego constante de contrastes a lo largo de la obra.
  • La fuerza de sus protagonistas, especialmente la de Lu.

LO PEOR

  • Su avance y el cambio de tempos puede resultar confuso.
  • Lo abstracto de su argumento no será del gusto de todos.
  • Su apartado artístico puede resultar chocante.

Óscar Martínez

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Escribo más que duermo. Ávido lector de manga y entusiasta de la animación japonesa. Hablo sobre ello en mi tiempo libre.