LA FORMA DEL AGUA
LOS ANTECEDENTES
Guillermo del Toro suele ser (casi) siempre garantía de calidad y, tras la no muy bien parada La cumbre escarlata, el cine fantástico al completo estaba esperando el regreso del director mexicano. A eso podemos sumarle que, a nuestro país, la cinta ya llega avalada por la friolera de más de 70 nominaciones a todos los premios más prestigiosos del globo. ¿Qué obtenemos? Unas expectativas por las nubes y la promesa de una vuelta, por todo lo alto, del mejor Guillermo del Toro.
LA PELÍCULA
Así, La forma del agua es una de esas curiosas y placenteras excepciones en las que la expectación no nos juega una mala pasada y logramos encontrarnos, precisamente, con lo que buscábamos. Todas esas críticas que llevamos meses leyendo sobre que Del Toro ha vuelto a ser (el buen) Del Toro son ciertas. Todas esas múltiples nominaciones a todo tipo de premios que se nos ocurran no solo son ciertas, sino que son merecidas: La forma del agua es una historia esperanzadora sobre dos almas incomprendidas destinadas a encontrarse en el más curioso de los escenarios. Es un ejercicio de cine exquisito, rodado de forma elegante, cuidada, y demostrando un cariño en su dirección del que solo un cineasta con la sensibilidad del mexicano (buen momento este para recordar su enternecedor discurso de agradecimiento en los Globos de Oro) puede hacer gala.
ELLOS Y ELLAS
Centrándonos en su reparto, lo cierto es que es muy poco probable que tanto su protagonista Sally Hawkins como su actriz secundaria Octavia Spencer vayan a hacerse con el Oscar por sus interpretaciones (Frances McDormand y Allison Janney no parecen dispuestas a dejar que nadie les quite lo que, casi con total seguridad, va a ser suyo), pero el mérito de ambas hay que reconocerlo siempre que tengamos ocasión. Aunque el papel de Spencer es uno de esos personajes que se deja interpretar muy bien (sin que esta afirmación implique quitarle un ápice de mérito), quien sobresale durante toda la cinta es Sally Hawkins, la decidida y entrañable Elisa. No es nada fácil expresar tanto como ella consigue expresar sin estar capacitada siquiera para articular palabra, pero Hawkins sabe cómo decirlo todo con una mirada. ¿Y para qué queremos más?
Michael Shannon y Richard Jenkins, por su parte, también se mueven por La forma del agua como auténticos peces sumergidos en el mar y contribuyen a que la cinta sea la maravilla que llega a ser.
LA SORPRESA
Es asombrosa la habilidad de Del Toro para armar un argumento capaz de llegar a todos los públicos que renuncie a los tópicos habituales que nos solemos encontrar cuando nos enfrentamos a títulos que mezclan el género romántico con el fantástico, una combinación excesivamente trillada en el cine juvenil de los últimos años y, lamentablemente, pocas veces convincente en su resultado final. La forma del agua se sirve del elemento fantástico para articular una narración adulta e interesante.
LA SECUENCIA/EL MOMENTO
La escena en el baño de Elisa. Tanto estética como emocionalmente conjuga a la perfección todos y cada uno de los sentimientos que Del Toro pretende transmitir con su cinta.
TE GUSTARÁ SI…
Si eres de los que entienden el amor como un sentimiento universal al que hay que dejar fluir y por el que siempre merece la pena dejarse llevar.
LO MEJOR
- La sensibilidad de la que Guillermo del Toro impregna toda la cinta.
- La excelente labor de Dan Laustsen en fotografía (repite con el director tras La cumbre escarlata) y de Alexandre Desplat en la composición de la banda sonora.
- Sally Hawkins, a la que no le hace falta hablar para transmitir como la que más.
LO PEOR
- Quizá se la podrá tachar pretenciosa, pero pronto comprobamos que todo el despliegue técnico (y sobre todo, emocional) que realiza el cineasta está justificado.
- En este año lleno de tantas grandes cintas, puede que La forma del agua no luzca como merece más allá de los aspectos meramente técnicos.
Silvia Martínez
Interesante reseña, especialmente por la manera de organizar los comentarios.
¡Muchísimas gracias! Y qué bien que te guste nuestra nueva estructura, valoramos mucho que digáis estas cosas 🙂
Una película muy emotiva con imágenes difícilmente de olvidar. Una bella historia que va más allá del romanticismo y que al mismo tiempo hace un homenaje al cine y una lección de respeto al diferente, al solitario e incomprendido. Las interpretaciones fabulosas.
¡Toda la razón, Tina! Hasta los títulos de inicio son emocionantes, la verdad.
Guillermo del Toro ha acertado de lleno con la elección del casting y con la particular visión del romanticismo que le ha otorgado a la cinta.
¡Ojalá siga habiendo más trabajos así!