Steins;Gate 0 regresa después de una semana fuera de antena. Un descanso que ha compartido con otras, como My Hero Academia, y que resulta totalmente necesario. Necesario porque entre el final de un arco y el comienzo del siguiente nunca está de más un pequeño respiro.

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Pero necesario también porque, aunque la obra arrancó con fuerza aprovechando la inercia de su original, ha ido perdiendo fuerza por el camino. Todo indicaba que había perdido el rumbo y navegaba hacia ninguna parte, hacia el inexorable olvido de quien queda eclipsado por otras. Pero quizás no todo sea tan pesimista.

Okarin [Ansiado regreso]

Porque la semana pasada una imagen consiguió recuperar parte de la fe perdida. La nueva imagen promocional de la obra nos mostraba un detalle importante. La bata de Okarin —que no de Okabe— volvía a sus tonos blancos. Un indicativo de que todo podría cambiar. De que Hououin Kyouma (o más bien lo que representa ese apelativo) podría regresar. He aquí que la pausa haya sido tan sentida.

Pero su obertura también ayuda mucho a ello. Porque es simple pero contundente. El hecho de que Okarin se esté intercambiando mensajes con Mayuri con la habitual banda sonora en forma de compases de piano acompañando a la escena que sirve de introducción al problema. A la desaparición de Kagari. Se intuye que ha pasado tiempo pero también que dicha desaparición —a lo que se suma el arco cerrado de Kurisu— ha servido para que Okarin pueda conseguir cierta estabilidad.

Las piezas se mueven de nuevo

No es solo que se haya cerrado un arco, sino que la vida de Okarin vuelve a sus cabales. Con el legado de Kurisu perdido y Amadeus fuera de su vida solo quedaba Kagari. Y aunque la búsqueda haya sido incansable se entiende que ha pasado tiempo, que las cicatrices han empezado a cerrarse.

Pero eso es únicamente en el caso de Okarin.

Porque el resto siguen buscando. Aunque él se rinda, aunque haya perdido la esperanza, tanto Suzuha como Daru siguen en la incansable búsqueda para conseguir evitar el futuro. La Tercera Guerra Mundial. Algo para lo que recurren a Hiyajo de nuevo y que, aunque sirve para abrir nuevamente el arco evolutivo del personaje, se siente algo recursivo. ¿Que necesidad había de sacarla fuera del plantel si iba a volver pocos capítulos después? Se entendería, quizás, como parte de esa estabilidad de Okarin, pero no es el caso.

Y pasa lo mismo con Leskinen. Que aparece de la nada tras la revelación de capítulos anteriores para darnos a entender que no todo ha acabado. Pero se siente forzado y, aunque el personaje es grandioso a nivel cómico, me parece una evolución demasiado mecánica. Con todo, es indudable que Steins;Gate 0 se ha vuelto a poner en marcha, y eso siempre es algo positivo.

La voz de Dios

Pasa algo muy similar con la escena que tiene a Suzuha por protagonista. Porque la aparición del Oopa en el pasillo es increíblemente forzada. Parece que en White Fox saben que lo relacionaremos directamente con Kagari y se siente como algo triste. Porque es una escena con fuerza —y además nos muestra a una Suzuha combativa, poderosa—, donde el estudio demuestra que también saben como liderar la acción. Pero rompe con la sorpresa y, aunque resulta ingeniosa y los tiempos encajan, se pierde parte de su magia.

Incluso así el misterio prevalece y la cita que se repite nos permite hacer “click” segundos antes de que la propia obra nos los demuestre.

«Oigo la voz de Dios»

Es la misma frase que Kagari citaba en el momento en que Suzuha hacia esa pausa temporal diez años atrás. Por lo que se entiende que el lavado cerebral de la chica no se llevó a cabo durante su secuestro en el presente sino que podría haberse realizado en el futuro. Algo que Suzuha relaciona enseguida con la tortura de sus compañeros en y le lleva a pensar en una única persona: “el profesor”. Aunque no se cita de forma explícita es fácil pensar en que las referencias apuntan hacia Leskinen, a quien ya veíamos en su anterior episodio.

Con todo, hay ciertos pequeños detalles que se pueden leer entre líneas en el desarrollo de la escena. Porque Kagari sigue reconociendo a Mayuri como a su madre y, además, parece tener un pequeño instante de lucidez cuando se le menciona. Algo que cuadra con las palabras de Daru, que asegura haberla visto salir llorando. Parece que los misterios que se entrelazaban a lo largo y ancho de la obra empiezan a tener sentido.

Mozart y Salieri

No obstante, la mejor parte del episodio se encuentra liderada por Maho, una vez más. Porque el personaje ha demostrado ser el más redondo de toda la serie y parece que aún tiene mucho por contar.

Algo que, de nuevo, se siente dinámico, como si mientras Okarin se frenase el mundo se moviese incluso más rápido. Porque el símil entre Mozart y Salieri aparece de nuevo y Hiyajo comprende algo. Que incluso aunque el músico acabase a la sombra de su rival, seguramente fuese quien mejor lo comprendió a lo largo de su vida.

Una metáfora que vuelve a encapsular ambas científicas, ella y Kurisu, y le ayuda a comprender algo que no se revela al público. Algo que motiva a la chica a viajar a Japón para hacer aquello que Okabe jamás se atrevió. No a continuar su legado, sino a crear el suyo propio para salvar a la chica.

Ahora, más que nunca, el futuro de Steins;Gate 0 es totalmente incierto. Tras unos capítulos que parecían desarrollarse sin rumbo alguno la obra ha empezado a caminar sobre la cuerda floja con un lanzamiento interesante pero arriesgado.

Algo que también se hace notar en la nueva versión de su opening. Plagada de simbolismo y que abre con un Okarin derrotado, bajo la lluvia, pero luego determinante. Y no es el único cambio porque que Kagari se encuentre junto a Mayuri en el cementerio y la misma protagoniza una escena importante en el cierre del vídeo. Sin embargo, la escena relativa a Okarin y Kurisu sigue las mismas pautas que en la versión original. Algo que podría ser un indicativo de cómo se desarrollará en el futuro.

Óscar Martínez

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