LOS ANTECEDENTES
Suele decirse que la amistad es lo más importante y los amigos un tesoro que debemos proteger contra viento y marea. ¿O quizás no? En el Festival de Sitges 2019 tuvimos la oportunidad de ver cómo estos preceptos sobre la camaradería se llevaban al límite en Amigo, la nueva obra de Óscar Martín que claramente quiere poner contra las cuerdas la antitética toxicidad de palabras como el cariño o la devoción. Rodada en tan solo una semana y con un guion escrito sobre la marcha, la producción española Amigo promete angustiar a todo el panorama nacional y vislumbrar que, en la amistad, no todo es un camino de rosas.
LA PELÍCULA
Cuando la dependencia física actúa como reflejo de unas heridas emocionales del pasado que no consiguen cicatrizar, el presente acaba funcionando como ente fuera de la propia temporalidad para recordarnos constantemente lo que una vez pasó. La convergencia entre lo que no puede ser olvidado y el amor-odio por la corporeidad se materializa de forma opresiva en Amigo, un relato audiovisual sobre la amistad extrema que pone de manifiesto diferentes dicotomías tales como el perdón y el rencor, el pecado y la redención o la culpa y la inocencia. El cuento del enfermo y el cuidador cobra forma dentro de un ambiente opresivo que, lejos de quedarse en el limbo de lo básico, sirve como herramienta para concretar los sentimientos de los dos personajes que protagonizan esta tóxica relación. Una especie de carta de amor inversa a los valores que caracterizan la amistad.
El potencial de Amigo reside no en la trama sino en cómo se estructura la relación entre ambos amigos. El filme es caldo de cultivo para que los matices narrativos cobren vida tanto en el aspecto físico de los personajes como en su faceta psicológica. Y es que lo mental, los silencios escondidos detrás de las puertas y las miradas de quienes no quieren enfrentarse al pasado nos dirigen de lleno hasta el mayor dilema de la obra: ¿quien está más enfermo de los dos, el de las carencias físicas o el que se encuentra podrido por dentro? Amigo, de hecho, va más allá del argumento universal sobre el que se cimienta su historia para llevar a efecto la que se podría considerar la demostración de amistad más excesiva de los últimos años, la culminación del concepto «amigo» hasta la pérdida de su inherente identidad. Porque la cinta, en realidad, no es más que el enfermizo apogeo de una amistad gangrenada por lo eterno.
ELLOS Y ELLAS
Cuando lo principal de una película son los pocos personajes que aparecen en ella, las interpretaciones se acaban convirtiendo en el elemento fundamental de su trama. El relato que nos cuenta Amigo necesitaba unas actuaciones guturales que diesen todo de sí mismas, y sin duda David Pareja y Javier Botet nos brindan un trabajo admirable en todos los sentidos. La química (o la no-química teniendo en cuenta lo que nos narra la película) entre ambos actores es palpable en cada fotograma de la cinta y nos adentra completamente en una enfermiza relación entre dos amigos que, sin embargo, también son enemigos. Muchos son los aspectos de Amigo que nos enamoraron, pero sin duda nos quedamos con estos dos grandes actores culpables de hacernos sentir en nuestras propias carnes lo que ocurre en el filme.
LA SORPRESA
La delicadeza con la que se trabajan los aspectos más corporales de la trama. Una verdadera carta de amor a la constitución humana y a las cicatrices físicas y emocionales encargadas de transgredir la pureza inicial de lo físico.
LA SECUENCIA / EL MOMENTO
El final. Sin adelantar nada de lo que ocurre en los últimos minutos del filme, la aparición de un nudo en la garganta es prácticamente inevitable con la culminación de una amistad que no podía acabar de otra forma que no fuese esa.
TE GUSTARÁ SI…
Buscas una película con pocos personajes y espacios reducidos en los que los actores pueden dar rienda suelta a su talento y demostrar que la interpretación de una misma persona puede estar cargada de infinitos matices.
LO MEJOR
- Unas actuaciones ante las que es imposible no caer rendido.
- Un ambiente opresor bien conseguido.
- Un guion cocido a fuego lento pero para nada aburrido.
LO PEOR
- El poco juego que se le da a un tercer personaje.
Martí Farrés
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