Si hay algo de lo que la humanidad puede sentirse orgullosa es de la riqueza de nuestra cultura. La gran variedad de regiones, sus circunstancias, pueblos… han dado origen con el paso de los siglos a multitud de civilizaciones que incluso a día de hoy, nos resulta realmente apasionante estudiar y comprender poco a poco.

¡No te pierdas, en exclusiva, el próximo 21 de noviembre el estreno mundial de Onyx Equinox en Crunchyroll!

Una de las zonas más ricas culturalmente de todo el planeta es sin duda toda la región de Centroamérica, donde las civilizaciones prehispánicas convivieron en lo que hoy en día conocemos como Mesoamérica, considerada una de las seis cunas de la civilización del mundo.

No obstante, el término todavía suscita cierto debate al incluir muchas culturas de épocas diferentes dentro de un mismo territorio que comprende desde la actual México, hasta Honduras, Nicaragua o Guatemala, entre otros. Pese a esta amplitud territorial, es bien sabido que todas las culturas de Mesoamérica poseían ciertos rasgos comunes que iban desde el arte, a las creencias religiosas o su todavía maravillosa tecnología, algo que desde Crunchyroll decidimos tomar como base para la creación de uno de nuestros Crunchyroll Originals: Onyx Equinox.

Las culturas mesoamericanas son conocidas en todo el mundo, y es que entre ellas encontramos a los Toltecas, habitantes de la zona Norte, a los Teotihuacanos de occidente, a los Olmecas de Centroamérica, a los Zapotecas del golfo de México o a las que posiblemente fueran las más famosas de todas: los Mayas y los Aztecas.

Pese a su rica variedad y sus diferencias, encontramos elementos similares en todas ellas que van desde su estructurada religión, donde las deidades parecían fusionarse unas con otras compartiendo roles y donde la sangre y los sacrificios eran moneda común (algo que posiblemente las represente mucho a día de hoy), a un sistema social claramente estratificado donde el prestigio era sinónimo de riqueza y poder o una serie de cultivos básicos para la subsistencia como fueron el maíz, los frijoles o las calabazas. Estos elementos son algunos de los que veremos ampliamente representados en el mundo de Onyx Equinox, donde nuestro joven protagonista vive prácticamente como un paria y sobrevive ganándose el sustento como puede con sus dotes artísticas, otro elemento muy representativo de la cultura de la región.

Al ser todas culturas muy civilizadas, también había espacio para el ocio, y eso incluía el deporte de pelota en unas canchas de piedra que servían tanto de distracción para los pueblos, como para que aquellos valientes dispuestos a ganarse su vida con ello decidieran ganar prestigio convirtiéndose en grandes jugadores, aspecto que presentan los dos gemelos K’in y Yun en Onyx Equinox, pues aspiran a convertirse en grandes jugadores con ese claro aspecto en mente.

La arquitectura de las culturas de Mesoamérica es probablemente otro de los aspectos más representativos de las mismas, dadas sus famosas e impresionantes estructuras piramidales que ejercían tanto de centro de los núcleos de población, como de centros religiosos donde realizarse los sacrificios con los que apaciguar a los dioses o rogarles por su protección. Estos sacrificios son precisamente una de las bases principales de la historia de Onyx Equinox, y uno de los detonantes tanto para el plan que los dioses ponen en marcha como para hacer que Izel, el protagonista, tenga que cambiar radicalmente su estilo de vida.

Son estos mismos sacrificios uno de los mayores representantes de las culturas de la región, puesto que solo la sangre humana podía apaciguar la sed de los dioses, además de ser el líquido vital que revitalizaba la tierra y a la mismísima naturaleza con la que convivían en perfecta armonía, tanto, que agua y sangre eran casi equivalentes en muchos contextos. La representación de la sangre y los sacrificios en el arte de las sociedades mesoamericanas es constante, siendo habitual encontrar criaturas sagradas como águilas o jaguares devorando humanos sin piedad.

Lo que a nosotros puede parecernos algo bárbaro, tenía completo sentido dentro de la esfera sociopolítica de estas culturas, puesto que morir por los dioses que protegían al pueblo no era sino un honor, una forma de renovar el ciclo de la vida y un nuevo inicio al regresar al círculo cósmico de energía. Este mismo concepto daba alas a los sacerdotes, quienes azuzaban las guerras y convertían el caer en batalla en un sacrificio de honor por los dioses, la tierra y sus congéneres, creando esto una extraña fusión de culturas tan organizadas y avanzadas como violentas al mismo tiempo. Con Onyx Equinox conoceremos a personajes tanto del ámbito religioso como del grupo de los guerreros, lo cual nos inspira a querer saber más sobre cómo funcionaban estos aspectos.

Pero si había algo en el centro de todas estas culturas, por encima incluso del poder mismo de la religión, eran los dioses. Las deidades eran todopoderosas, y los pueblos prehispánicos son una fuente inagotable de culto a las mismas. El hombre de la época vivía su vida, sí, pero vivía conforme a la voluntad de sus dioses… y moría a voluntad de los mismos. Sus órdenes y deseos eran incuestionables, y es que fueron creadores de toda la estructura del universo y sus niveles (cielo, tierra, inframundo), eran señores del tiempo y crearon el calendario, crearon todos los portentosos astros que decoraban el cielo nocturno y a su vez, dependían de los humanos y sus sacrificios.

Los dioses personificaban la naturaleza, con dioses del fuego, del aire, de la tierra o del agua, pero también representaban muchos de los aspectos de los humanos, encontrando dioses de la caza, de la agricultura o incluso de la guerra. Ante tal cantidad de dioses, poco a poco algunos fueron tomando más relevancia en la vida diaria de las personas, mientras que otros pasaron a un segundo plano para solo ser mencionados o venerados en situaciones muy concretas.

Si bien los dioses varían dependiendo de la cultura mesoamericana a la que se acuda, podemos tomar a los dioses aztecas como base para mencionar a algunos de los más importantes y reconocidos a día de hoy. Los aztecas seguían la guía de su dios Huitzilopochtli y se asentaron en los aledaños del lago de Texcoco cuando presenciaron una escena en la que un águila sostenía en sus garras una serpiente de cascabel sobre un nopal, lo que consideraron una profecía sobre dónde debían establecerse. Allí construyeron la impresionante ciudad de Tenochtitlan, una enorme isla artificial que hoy en día se encuentra en el centro de Ciudad de México, de ahí la representación de la profética escena en el escudo de México.

Entre los dioses más importantes podíamos encontrar:

• Ehécatl: El poderoso dios del viento.
• Huitzilopochtli: El duro y sangriento dios de la guerra.
• Itzlacoliuhqui: La diosa del sacrificio, conocida como «cuchillo de obsidiana».
• Mictlancihuatl: Señora del Inframundo.
• Mictlantecucli: Señor del Inframundo.
• Quetzalcóatl: «La serpiente emplumada», dios creador de la civilización y mediador entre dioses y humanos.
• Tezcatlipoca: «El señor del espejo humeante», quien representaba al sol en su viaje subterráneo (cuando se ponía).
• Xiuhtecutli: Dios del fuego.
• Xolotl: La forma larval de Quetzalcóatl.

A muchos de los dioses los conoceremos en Onyx Equinox, siendo alguno de ellos protagonistas de la historia y responsables de los acontecimientos que vivirán Izel y sus compañeros de viaje. Con el estreno de Onyx Equinox previsto para el próximo 21 de noviembre, queríamos sacar a relucir la gran riqueza cultural de todas las culturas mesoamericanas con la intención de despertar un poco tu interés en la temática. ¿Quieres conocer más de cómo se vivía en esas culturas? ¿Quieres disfrutar de una historia de desgracia, superación y donde la sangre se convierte en la moneda de cambio? Recuerda que muy pronto Onyx Equinox estará disponible en Crunchyroll, ¡y además con doblaje en español!

Hazu Stark

Artículo original escrito por Hazu Stark, corresponsal en España y Latinoamérica para Crunchyroll News. Texto del que previamente hemos pedido permiso a Crunchyroll para publicar en El Palomitrón por el interés que puede conllevar a nuestros lectores.