BLADE RUNNER 2 EMPIEZA A TENER PINTAZA

Y es que el listón no que esté alto, es que está por las nubes. Si hace unos meses las redes se echaban las manos a la cabeza con el anuncio de la secuela de una de las obras maestras de la ciencia ficción, y posiblemente la más mitificada e intocable de todas en cualquier foro cinéfilo, parece que RIDLEY SCOTT, en su definitivo rol de productor ejecutivo, está haciendo las cosas más que bien.
Para empezar, el fichaje de DENIS VILLENEUVE como director de la cinta ya es un notición. El director (y guionista) canadiense pasa por ser uno de los directores más interesantes del panorama actual. VILLENEUVE, que estos días ha presentado SICARIO en Cannes cosechando buenas críticas (mucho ha tenido que ver en este aspecto un formidable reparto encabezado por EMILY BLUNT, BENICIO DEL TORO y JOSH BROLIN) terminó de llamar la atención de todos en 2013 firmando dos peliculones, uno tras otro: PRISIONEROS y ENEMY, dos cintas que si aún no habéis visionado ya estáis tardando. Si tenemos en cuenta que el arranque de rodaje de la secuela de BLADE RUNNER está contemplado para mediados de 2016, poco tiempo le queda a VILLENUEVE para descansar, pues la preproducción de un filme de estas características no va a ser un paseo precisamente.
Y sí, HARRISON FORD estará en la película. Éste aparecerá en el último tercio de la cinta como Rick Deckard pero el papel protagonista recaerá sobre otro actor, y aunque no hay aún nada confirmado lo que sí os podemos adelantar es que SCOTT está en conversaciones con RYAN GOSLING para que éste interprete al protagonista de la cinta.

MICHAEL GREEN, guionista de SMALLVILLE y HEROES que también está involucrado en la escritura de PROMETEHUS 2, está ya rematando el guion que HAMPTON FANCHER escribió en sus primeras fases. Desde luego el guion es la piedra filosofal del proyecto, ya que SCOTT ya ha dejado claro que lo de hacer una secuela con más acción y efectos especiales abrumadores no está contemplado. Así que es muy probable que se siga la línea original del clásico de 1982, en la que primaban los planteamientos éticos y filosóficos y la importancia de las atmósferas sobre la acción en sí misma, quizá, esto último, el punto más flojo de la venerada cinta que terminó de encumbrar al director inglés.
Y pese a que el bueno de HARRISON FORD declarase a finales del año pasado que el guion era de lo mejorcito que había leído en su vida, nos vamos a permitir acunar algunas dudas respecto al resultado final del proyecto, una empresa que si RIDLEY SCOTT hubiese dirigido con resultados satisfactorios habría supuesto su reconciliación definitiva con sus seguidores. En cualquier caso, VILLENEUVE se nos antoja como un más que correcto candidato para presentar una película a la altura de las expectativas.
Poco a poco os iremos informando de más novedades. Todos a rezar.