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La ciudad de las estrellas foto - El Palomitrón
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BIBLIOTECA: LA CIUDAD DE LAS ESTRELLAS

Los Ángeles es lugar de convivencia entre los que brillaron en el pasado, los que brillan hoy en día y los que nunca han conseguido brillar. Es el epicentro de los sueños, de los vividores que persiguen sus metas y que buscan hacerse un hueco en el mundo del espectáculo pese a todas las dificultades que la propia ciudad pone. Los Ángeles es tanto un sitio idílico como un infierno, y es en esta polaridad donde reside su magia más especial, reflejada con perfecta delicadeza en la ya clásica La ciudad de las estrellas (La La Land). Su propio director, Damien Chazelle, comenta que «hay algo muy poético en una ciudad que ha sido construida por personas con sueños imposibles, pero que al mismo tiempo ponen todo su empeño en conseguirlos.» Y es que tanto la película musical como Los Ángeles en sí son puros homenajes al legado cinematográfico y a aquellas historias que, en la gran pantalla, han conquistado el corazón de millones de espectadores. Por ello, la editorial Lunwerg se ha valido de estas dos sinergias entre filme y ciudad para lanzar al mercado La ciudad de las estrellas, una guía por Los Ángeles que conquistará a cualquier amante del séptimo arte. Su autor, Thor Jurodovich Kostich, nos invita a hacer un recorrido por los sitios más icónicos de este lugar, encontrando su hilo conductor, por supuesto, en la cinta de Chazelle. Aquí os dejamos, pues, nuestra opinión sobre el libro La ciudad de las estrellas.

La ciudad de las estrellas foto - El Palomitrón

La ciudad de las estrellas (La La Land) es mucho más que una simple película. El filme de Chazelle es toda una carta de amor al cine y a aquellas generaciones que han luchado o que siguen luchando por hacerse un hueco en la industria cinematográfica. Como tal, encuentra su escenario idóneo en la concurrida Los Ángeles, ciudad de la que es imposible no enamorarse según el propio escritor del libro. Porque todos hemos deseado pasear por el muelle por el que Ryan Gosling canta por primera vez City of stars o recrear el colorido baile de Emma Stone y compañía en Someone in the crowd, y Thor Jurodovich es uno de ellos. En la guía La ciudad de las estrellas nos transformamos de lleno en nuestros protagonistas favoritos, Mia y Sebastian, para adentrarnos de lleno en el lugar donde la magia y las esperanzas forman parte intrínseca de sus habitantes. De esta forma, el libro transporta al lector a los lugares que dieron vida a La ciudad de las estrellas (La La Land) e invita a los mismos a desentrañar los secretos que tales localizaciones guardan en su interior. 

Sin embargo, La ciudad de las estrellas va más allá de la cinta de Damien Chazelle para ofrecernos todo un viaje a la época dorada de Hollywood, momento histórico en el que la sofisticación y la elegancia se mezclaban con fiestas, sexo, alcohol y un star system que revolucionó todo el panorama audiovisual. Los Ángeles, núcleo esencial para entender el cine entre 1930 y 1950, es la encargada de guardar en sus calles toda una herencia del séptimo arte, que bebe tanto de lo actual como de lo pasado para ofrecernos un verdadero museo al aire libre que todo el que ame la industria cinematográfica debe visitar alguna vez. Así, el lector de La ciudad de las estrellas puede conocer e informarse sobre lo que se esconde detrás del cartel Hollywoodland, del sepulcro de la vampira Maila Nurmi o de la casa en la que, tiempo atrás, Elvis Presley hizo vida.

Y es que el séptimo arte no se puede entender sin imágenes, siendo éstas el principal corazón que bombea sangre a las películas. En este sentido, La ciudad de las estrellas se vale de toda una colección de imágenes de archivo y de fotografías tomadas por el propio escritor, Thor Jurodovich, para brindarnos una edición cuidada al milímetro en lo que a lo visual se refiere. Porque el filme de Chazelle ya gritó a los cuatro vientos su amor por las imágenes, y por lo tanto era impensable plantear un libro que tuviese como hilo conductor La ciudad de las estrellas (La La Land) sin un verdadero cuidado de su maquetación, en la que el color se mezcla con el blanco y negro para generar un contraste entre pasado y presente. En esta dicotomía entre color y blanco y negro, entre luminosidad y oscuridad, reside la propia naturaleza de Los Ángeles: un lugar en el que el azar juega con el brillo y la opacidad para decidir el incierto futuro de unos residentes cuyos sueños, en definitiva, son fruto de todo un legado cinematográfico repleto de mitos, de esperanzas y de ascensiones a lo más alto. 

La ciudad de las estrellas es puro amor por el cine. Tanto para cinéfilos de pura cepa como para quienes tienen un cierto interés por el mundo que hay detrás de las películas, este libro es una apuesta perfecta para pasar un buen rato y disfrutar este verano de un viaje (aunque no físico) por la apasionante ciudad de Los Ángeles, urbe en la que todo es posible y en la que los sueños, aunque con mucho esfuerzo, se cumplen. Porque como dice Mia en el emotivo final de La ciudad de las estrellas (La La Land): «here’s to the fools who dream

Martí Farrés

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Estudiante de Comunicación Audiovisual. Tengo una ligera obsesión con los musicales y a veces fantaseo con vivir en algunos de mis favoritos. De pequeño me daba pánico Chucky y, sorpresas de la vida, ahora es uno de mis mayores referentes cinematográficos.