7 CLAVES PARA ENTENDER EL CINE DE LARS VON TRIER
Después del paso por varios festivales, incluyendo el de Cannes, donde hubo un gran abandono del público en medio de la proyección, se estrena La casa de Jack, último film del siempre polémico y controvertido Lars Von Trier protagonizado por Matt Dillon, que interpreta a un asesino en serie que confiesa sus crímenes ante un desconocido interpretado por Bruno Ganz.
Se puede decir que el cine de Lars Von Trier es tan amado como odiado. Cuenta con una gran legión de seguidores que le consideran un genio del séptimo arte. Otros, en cambio, afirman que solo se trata de un ególatra que no busca más que el morbo fácil y la provocación para crear impacto en los espectadores. Sea realmente un genio o un mero provocador, es innegable la huella que ha dejado en el cine moderno y actual. Para los que se quieran introducir en su filmografía os dejamos las principales claves para entender su cine; que si bien ha ido cambiando a lo largo de sus películas, ciertos rasgos siguen presentes en casi todas ellas. Ahora os toca decidir a vosotros y vosotras si se trata de una cosa u otra.
Dogma 95
Como bien es conocido, el Dogma 95 fue un movimiento cinematográfico creado por Lars Von Trier y Thomas Vinterberg. Nació como respuesta al cine comercial de Hollywood y como una especie de reforma o performance artística. Rodaban sus películas siguiendo unas normas establecidas, diez reglas conocidas como «voto de castidad». Fue un movimiento breve que no tuvo demasiada trascendencia más allá del mero ejercicio de hacer cine con pocos medios y recursos.
Si bien es cierto que la filmografía de Von Trier no es Dogma 95, hay una película que sí se puede clasificar dentro de este movimiento, Los idiotas, donde se pueden apreciar algunas de las características más relevantes del manifiesto. Rompiendo las olas también guarda ciertos trazos del movimiento, sin embargo se aleja demasiado de este tipo de cine.
La estructura de sus películas
El cineasta danés acostumbra a hacer películas de una gran duración. Casi todas sus películas pasan de las dos horas, algunas incluso de tres. Von Trier suele dividir cada una de sus películas, o gran parte de ellas, en varios capítulos como si de cuentos se tratase, ya sea por querer hacerlas más amenas y comprimidas o solamente por mero ejercicio de alarde y pretenciosidad. Lo que en un principio parece algo novedoso para todo aquel que se esté introduciendo en su cine, se acaba convirtiendo en una peculiaridad más dentro de la filmografía del director.
Estructurar la historia de esta manera puede resultar rompedor, aunque es de todos sabido que es recurso utilizado anteriormente en varias ocasiones a lo largo de la historia del cine. Por otro lado, si sirve para que sus películas sean más dinámicas y sus argumentos sean más impactantes, bienvenido sea.
Las trilogías
Si atendemos a su filmografía, el director danés, al igual que hace con la estructura de sus películas, a menudo divide sus trabajos en trilogías aunque las películas no guarden ninguna relación entre sí; son historias totalmente independientes, salvo Manderlay, que se presenta como una secuela directa de Dogville. El único nexo que guardan las cintas de la trilogía es un tema común que sirve como hilo conductor de sus argumentos.
De todas ellas, sus trilogías más importantes son la trilogía del Corazón Dorado (Rompiendo las olas, Los idiotas y Bailar en la oscuridad), la trilogía Europa (El elemento del crimen, Epidemic y Europa), o la trilogía de la Depresión (Anticristo, Melancolía y Nymphomaniac).
La naturaleza del ser humano
Si uno de los motivos por los que el cine de Lars Von Trier no es accesible a todo el mundo es la crudeza de sus historias. Cuando te dispones a visionar uno de sus films, debes ir mentalizado con que vas a sufrir con la violencia de sus imágenes y la maldad de sus personajes. Thomas Hobbes dijo que el hombre es un lobo para el hombre. Así es como retrata Von Trier al ser humano en sus películas, un depredador que no duda en actuar de forma vil y violenta con tal de conseguir su objetivo.
Esta razón ha hecho que su cine haya sido duramente criticado por sus detractores, ya que piensan que la visión que da de la vida es demasiado pesimista y no da oportunidad alguna a la redención y la esperanza.
El papel de la mujer
Siguiendo con la estela del tenebrismo de su cine, uno de los aspectos más comentados, a veces polémico, es el papel que ejerce la mujer en gran parte de sus películas. Las protagonistas femeninas son llevadas al extremo, sufriendo el rechazo y la discriminación social; frecuentemente vapuleadas y maltratadas por el género masculino. A pesar de que algunas de ellas intentan luchar y enfrentarse a su situación terminan sucumbiendo ante las garras de las injusticias y la sociedad patriarcal.
Desconocemos realmente el porqué de su gusto por retratar mujeres sufridoras, si puede tratarse de una especie de crítica al machismo imperante en la sociedad o si es realmente un acto de misoginia reconocida. Su última película no consigue despejar las dudas, demostrando que le dan igual las críticas y que seguirá haciendo el cine que a él le gusta hacer.
La música
Para el cineasta danés la música es más importante de lo que aparenta a simple vista. A lo largo de su extensa carrera ha introducido diversos estilos de géneros musicales en sus trabajos. Uno de sus referentes ha sido David Bowie, cuyos temas suenan en varias de sus películas. Otros grupos de la cultura pop como Elton John o Rammstein resuenan con fuerza en ciertos momentos de su cine. Ha llegado a explorar con otros géneros musicales, como ocurre en su fascinante y trágica Bailar en la oscuridad, protagonizada por la cantante islandesa Björk. Más allá de la música pop y rock del siglo XX y XXI, ha empleado piezas reconocibles de la música clásica, como puede apreciarse en las secuencias iniciales de Melancolía o Anticristo, que aún siendo totalmente opuestas en estilo y significado consiguen dotarlas de una gran belleza y sensibilidad.
La influencia del arte
La influencia que tiene el arte en los films de este director es innegable. Si nos fijamos bien en ciertas escenas de su filmografía podemos apreciar multitud de referencias a obras pictóricas famosas, ejemplo de ello son las escenas alegóricas del comienzo de Melancolía. Por otro lado, tiende a comparar el acto de algunos de sus personajes con el arte, como si de creaciones poéticas o artísticas se tratase. En los dos volúmenes de Nymphomaniac compara la práctica del sexo con el arte y en La casa de Jack muestra el crimen y el asesinato como si de la construcción de una obra de arte se tratara.
Siete claves básicas para acercaros a su filmografía y entender su obra. Ahora, es papel vuestro pensar, reflexionar y decidir sobre uno de los directores más personales del cine contemporáneo.
¿A favor o en contra de Lars Von Trier?
Aitor Gallego
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