DOGMA 95
A principios del año 1995 los directores daneses, LARS VON TRIER, THOMAS VINTENBERG, y posteriormente KRISTIAN LEVRING Y SOREN KRAGH-JACOBSEN se reunieron y decidieron crear un movimiento fílmico vanguardista llamado DOGMA 95.
Su principal motivo de reunión era manifestarse contra los artificios que en ese momento se utilizaban en la industria cinematográfica, e intentar rescatar los conceptos esenciales que según ellos eran imprescindibles para la creación de una buena película: la pureza de la interpretación de los actores, un buen guion que escondiese una buena historia, economía en las imágenes y realismo en la iluminación.
A todo ello había que sumar una nueva manera de realización: cámaras sin trípodes y una edición lineal que siguiera un orden cronológico de la historia, que emulara la vida real, como así hicieron otras famosas películas que les sirvieron sin duda de influencia, desde EL HOMBRE CON LA CÁMARA (1929), de DZIGA VERTOV, película en la que el director soviético se dedicó completamente al cine de hechos reales, a la captación de la vida tal como era, evitando el uso de escenografía y de accesorios cinematográficos, hasta LA SOGA, de HITCHCOCK, en la que se simuló un estricto tiempo real sin montaje aparente.
Y es que el objetivo del colectivo DOGMA era purificar el cine, rechazando costosos y espectaculares efectos especiales, modificaciones de post-producción y otros trucos técnicos.
Con este fin, VON TRIER y VINTENBERG establecieron diez reglas que cualquier película DOGMA debería cumplir. Estas normas, que se dieron a conocer como el «Voto de Castidad», son las siguientes:
1. Los rodajes deben rodarse en espacios naturales.
2. El sonido ha de ser el real de la filmación; no se puede doblar ni añadir música en postproducción.
3. La cámara no se apoyará en trípodes para rodar ni en ningún eje artificial.
4. La película tiene que ser en color, no se admiten ni trucajes ni luces artificiales.
5. Usar efectos especiales o filtros de cualquier tipo está prohibido.
6. No puede haber armas ni pueden ocurrir crímenes en la historia.
7. Las alteraciones de tiempo y/o espacio están prohibidas.
8. Películas de «género» no están aceptadas.
9. El formato debe ser 35 mm normal.
10. El director no debe aparecer en los créditos.
Bajo estos parámetros los cuatro directores se comprometieron a producir cada uno una película que pudiera servir como ejemplo a todos aquellos que quisieran unirse a este movimiento. Los resultados fueron MIFUNE de SOREN KRAGH-JACOBSEN; EL REY ESTÁ VIVO de KRISTIAN LEVRING; CELEBRACIÓN de THOMAS VINTENBERG; y LOS IDIOTAS de LARS VON TRIER.
Desde su realización estas cuatro películas se consideraron como ejemplo del más auténtico DOGMA, y de las normas que una película había de seguir para que llegase a formar parte de este selecto grupo.Se estipuló además que toda aquella película que pretendiese establecerse dentro de este grupo, tendría que pasar unos “controles de calidad” que así lo certificasen. Estos “controles” no eran sino el visionado por parte de los cuatro directores de las propuestas cinematográficas que les fueran llegando, y estos, con el Decálogo en la mano, deberían valorar su autenticidad o no.
El género ganó popularidad internacional debido, principalmente, a su accesibilidad, ya que despertó interés en cineastas desconocidos el sugerir que uno puede realizar una película de calidad sin depender de grandes presupuestos como los del cine hecho en Hollywood.
Hasta la actualidad se cuentan más de 30 películas Dogma, de las que hemos seleccionado las que a nosotros nos parecen más recomendables:
CELEBRACIÓN (THOMAS VINTERBERG, 1998)
ARGUMENTO: Los Klingenfeldt, una familia perteneciente a la alta burguesía danesa, se disponen a celebrar el sesenta cumpleaños del patriarca, hombre de trayectoria y reputación impecable. Sus tres hijos aprovecharán la ocasión para sacar a relucir los trapos sucios de la familia.
¿POR QUÉ VERLA?: Por su humor negro (o negrísimo); por su puesta en escena tan realista; por su espléndido guion sin fisuras, en el que los giros argumentales son auténticas puñaladas; por su abrumadora colección de singulares personajes, a cada cuál más complejo; y porque esta película desmitifica de forma despiadada el eterno tópico de la familia feliz.
TE QUIERO PARA SIEMPRE (SUSANNE BIER, 2002)
ARGUMENTO: Celine y Joachim son una pareja a punto de casarse cuya felicidad es hecha añicos cuando él queda paralizado por culpa de un accidente. Es entonces cuando Celine se enamora del marido de la mujer que causó el accidente.
¿POR QUÉ VERLA?: Por ser una película valiente que plantea interesantes preguntas: ¿Hasta qué punto la lealtad implica el sacrificio de la propia felicidad? ¿Es el dolor una excusa para traicionar nuestros principios? Porque, además, muestra de la forma más honesta posible las reacciones de un conjunto de personajes enfrentados a una situación límite; y porque tras verla no hay moraleja, sólo queda la autorreflexión y acabar siendo un poquito más sabios.
ITALIANO PARA PRINCIPIANTES (LONE SCHERFIG, 1994)
ARGUMENTO: Un curso de italiano une a seis daneses con problemas sentimentales y de comunicación. El ambiente latino de las clases, y la presencia de la italiana Giulia, producirán unos efectos inesperados y una cadena de enredos pasionales.
¿POR QUÉ VERLA?: Porque es la cara más amable del DOGMA 95, al ser una buenísima comedia dramática y romántica completamente alejada del estilo fácil y empalagoso de las comedias hollywoodienses; por sus diálogos y actitudes inteligentes; y por ser una invitación al optimismo al mostrar cómo la persona más triste y desolada puede hacer realidad sus sueños.
LOS IDIOTAS (LARS VON TRIER, 1998)
ARGUMENTO: Un grupo de jóvenes se reúne en una casa a las afueras de Copenhague para explorar las virtudes de su interés común: la idiotez, enfrentándose y experimentando con la sociedad por medio de ella. Karen, una mujer retraída e introvertida, se une al grupo después de participar sin querer en una de sus actuaciones.
¿POR QUÉ VERLA?: Porque es un experimento fílmico sugerente y fascinante; porque supone un golpe moral hacia la burguesía y sus conductas hipócritas; y porque odiada y a amada a partes iguales, es imposible que esta película deje al espectador indiferente, sobre todo tras ver su impactante final, que por supuesto no vamos a desvelar.
LA HERENCIA (PER FLY, 2002)
ARGUMENTO: Christoffer es un danés que vive en Estocolmo, donde regenta su propio restaurante y está felizmente casado con Maria, una actriz sueca. Pero cuando se padre se suicida, debe volver a su país de origen para hacerse cargo de la empresa familiar, lo que abrirá una brecha entre sus aspiraciones personales y su sentido del deber.
¿POR QUÉ VERLA?: Porque es una conmovedora historia sobre el precio que a veces hay que pagar para llevar a cabo las ambiciones profesionales; porque plasma magníficamente los gélidos sentimientos de las altas esferas, casi siempre concentrados sólo en el dinero; y por su estilo frío y despegado, que impide simpatizar con los personajes, marcando siempre una interesante distancia entre el espectador y los protagonistas.
Aunque la calidad de estas películas es indudable, un observador atento puede reconocer en algunas de ellas momentos en los que las severas normas del movimiento Dogma 95 no se han seguido como deberían. Por ejemplo, VON TRIER usó música de fondo (EL CISNE de CAMILLE SAINT-SAËNS) en LOS IDIOTAS, y VINTENBERG confesó haber cubierto una ventana durante la grabación de una escena en LA CELEBRACIÓN.
Ya sea porque sus normas eran demasiado rígidas para crear una gran variedad de películas, o simplemente porque el interés en el movimiento cayó, lo cierto es que con el tiempo el DOGMA 95 dejó de tener tanta resonancia, e incluso sus primeros impulsores, como VON TRIER o VINTENBERG, evolucionaron a un tipo de cine que nada tiene que ver con lo defendido por ellos en un primer momento, aunque sin perder un ápice de su talento. Como muestra, véase DOGVILLE y MELANCHOLIA de VON TRIER, y LA CAZA y SUBMARINO de VINTENBERG.
De regalo y para que os entren las ganas, aquí tenéis una de las partes más impactantes de LA CELEBRACIÓN, y que es un gran ejemplo de las características que tiene que tener una película para ser valorada como parte del DOGMA 95.
Nacho B. Gutiérrez