Recién acabada la 56 edición del Festival de Sitges, todavía nos seguimos recreando en los títulos vistos en un festival que ha acogido lo mejor del fantástico actual, pero también lo mejor de los últimos títulos españoles del fantástico y no tan fantástico. Publicamos la entrevista que realizamos durante el festival a Aritz Moreno y Ernesto Alterio, director y protagonista, respectivamente, de Moscas, una película interesante que descabalga el trabajo anterior de Aritz Moreno, Ventajas de viajar en tren, para adentrarse en otros terrenos que al director le apetecía contar.

Pregunta: Buenos días a los dos. ¿Qué tal? Mucho tute con entrevistas, presentaciones y de todo, imagino. En primer lugar, felicitaciones por la película, que, como he dicho, está muy bien. Aritz, la primera pregunta va para ti. Moscas es un proyecto muy diferente en relación a Ventajas de viajar en tren. Está basada en el libro «Que de lejos parecen moscas», de Kike Ferrari. ¿Qué te llevó a elegir este libro para adaptarlo a la gran pantalla y por qué atreverse con un proyecto que, a primera vista, es tan diferente a lo anterior?

Aritz: Pues precisamente porque mi elección era alejarme lo más posible de Ventajas, que es algo que intentaré hacer todo el rato siempre. Ventajas para mí es lo mejor que voy a hacer nunca; es insuperable, pero era importante demostrar que tenía más mundo que ese porque Ventajas es una peli de la que estoy súper orgulloso, pero no me ayudaba en el sentido de avanzar porque es una película que asusta a terceras personas. A mí me encanta, pero hay gente a la que no le gusta, como mi madre, por ejemplo. Hay gente incluso que produce películas que tampoco le gustan. Entonces, era complicado y mi intención era hacer algo más reconocible, más clásico… Aparte, que me gustan cantidad de cosas: yo quiero hacer terror, yo quiero hacer thriller, ciencia ficción… Entonces, me apetecía ir por otros derroteros que de primeras consideraba como más sencillos de levantar que pueden ser thrillers como Moscas. Que luego tampoco te creas que me ha salido muy clásico, pero bueno… Hay que abrir el espectro.

Pregunta: Me sorprende que digas que Ventajas es como tu gran qué y no se podrá superar.

Aritz: Es insuperable.

Pregunta: Pero es tu primera película.

Aritz: Sí, pero, por eso mismo, me da mucha paz porque esa película que he tenido la suerte de hacer con Ventajas a mucha gente no le llega nunca. Yo ya estoy muy tranquilo; yo ya todo lo que tenía que hacer ya lo he hecho. Entonces, todo lo que venga es un regalo extra y trabajo más relajado.

Pregunta: Ernesto, ¿Qué te atrajo de la historia? ¿Cómo fue construir un personaje como Luis Machi?

Ernesto: Bueno, en principio fue una oportunidad, digamos, de abordar un personaje muy complejo que, bueno, también me ha supuesto tener que poner en juego muchas cosas, me ha supuesto la posibilidad de bucear en aspectos muy oscuros del alma humana, digamos; y es un gran personaje que tiene muchísima presencia y tiene todo el peso de la película y eso es muy atractivo y eso supone que es un personaje muy miserable, pero el reto era cómo hacerlo atractivo para el espectador porque es un personaje que hasta mí mismo tenía la tentación de salvarlo en el rodaje, como justificarlo, realmente. Y, entonces, bueno, el trabajo también era cortarlo y decir: “Vamos a saco”. Entonces, bueno, es un personaje incómodo, pero muy rico para trabajar.

Pregunta: A mí lo que me sorprendió sobre todo fue el acento.

Ernesto: Claro, esta es una historia que sucede en Buenos Aires y nos empeñamos en que fuera muy local y ser muy específico. Es un tipo que es porteño, que es de Buenos Aires, y fue todo un trabajo en cuanto a la manera de hablar e incluso el timbre de la voz, que varía según la edad que tienes. Yo creo que en cuanto eres más joven, es más agudo. Y luego, sí, la cadencia y la manera de hablar, el lenguaje, que es muy porteño, y, bueno, ahí eché mano de mis orígenes. Lo que pasa es que también fue complicado porque otras veces que he hecho de argentino en otras producciones todo el equipo era argentino. Entonces, en este caso, Aritz es vasco, el director de fotografía era vasco también y el primer asistente de dirección y entonces me venían al rodaje: “Oye, tío, Ernesto, ponte…” Entonces me sacaba muchísimo y les pedí que no me hablaran.

Pregunta: No, no, está muy bien construido el personaje. La película es un descenso hacia los infiernos de Buenos Aires en lo más hondo de la sociedad. Es un descenso del alma humana. Vemos la otra cara de la sociedad que está construida precisamente sobre las bases de la vida de Luis Machi. ¿Cuánta parte de nuestra vida creéis que puede levantarse sobre ese infierno sin darnos siquiera cuenta?

Aritz: La mayoría o la gran parte, yo creo.

Ernesto: Pues sí.

Aritz: Porque creo que todos somos la mosca de alguien, pero no somos conscientes en muchos casos, pero, evidentemente, sí.

Ernesto: Pues sí. Yo creo que también y tiene que ver con el peso. Hay toda una parte de todos nosotros que es la gran mayoría de todos nosotros y que tiene que ver con lo que no es consciente. Lo que es consciente yo creo que es la punta del iceberg. Que lo gordo está debajo y luego depende de la capacidad y la voluntad de cada uno de conocerlo más o menos.

Pregunta: De hecho, me viene muy bien eso que has dicho de que todos somos la mosca de alguien. Me ha gustado mucho que se observe la ciudad desde arriba muchas veces, un planeo aéreo, y luego que las personas parezcan moscas. ¿Somos simples moscas para esta sociedad tan grande?

Aritz: Depende de la escala. Yo, para mi mujer, no, pero para el jefe de Amazon seguro que soy una mosca.

Ernesto: A mí me gusta mucho la frase con la que empieza la película.

Aritz: “Lo que es normal para la araña es el caos para la mosca”. Depende de la escala. Y ya, si nos vamos a escala cósmica, imagínate; no llegamos ni a mosca.

Pregunta: El punto azul pálido, como decía Carl Sagan. ¿Creéis que hay redención para personajes como el de Luis Machi?

Ernesto: Hombre, yo no lo sé, pero, por lo menos, lo que plantea la película, ese hecho de que encuentre un cadáver en el maletero de su coche, así arranca la película; es una oportunidad para que él se revise. Es decir, es cierto que es como que la vida te para. Estás yendo por un camino que no. Entonces, en cierta manera, todo el viaje, todo el proceso que sufre este personaje de Luis Machi en la película tiene que ver con una oportunidad no sé si de redimirse, pero, por lo menos, de revisarse.

Aritz: Pero no hemos querido redimir al personaje de la película, eh. No era nuestra intención. Ni siquiera empatizar con él. El desafío era sostener noventa minutos de peli con un personaje totalmente… Pues eso, asqueroso. Entonces, me preocupa que en algunas entrevistas me estén diciendo: “¿Bueno, y cómo habéis conseguido que empaticemos con él?” Hostia, pues, si habéis empatizado, me estoy preocupando. No era nuestra intención.

Pregunta: Bueno, yo me preocuparía por la persona que entrevista, en este caso.

Aritz: Sí, sí, nuestra intención no era ni siquiera que llegara a empatizar. Entonces… Disfrutar, divertir…

Ernesto: Retratarlo.

Aritz: Sí, retratarlo y divertirse viéndole sufrir.

Pregunta: Estoy seguro de que lo habéis conseguido. Muchas gracias y mucha suerte con la película. Ha sido un placer.

Javier Alpáñez