ENTREVISTA A LUCAS VIDAL: «Con mi trabajo quiero apoyar a la gente joven a que haga lo que le gusta y no lo que le imponen»
Es madrileño y, con tan solo 31 años, ya cuenta con una trayectoria cinematográfica de escándalo: más de 18 películas entre Europa y Hollywood. Hablamos de LUCAS VIDAL. Vive entre Madrid y Los Ángeles, y ha compuesto la música de películas como FAST AND FURIOUS 6 o EL CUERVO. Recientemente ha compuesto la banda sonora de las películas NADIE QUIERE LA NOCHE y PALMERAS EN LA NIEVE, con las cuales ha conseguido dos nominaciones a los Premios Goya 2016. Con mucho esfuerzo y sacrificio, ha conseguido alcanzar su sueño en el mundo de la música y ha logrado labrarse una gran reputación. Un joven que, ante todo, es buena gente, y tiene los pies en la tierra.
¿Cómo te sientes al dirigir las banda sonoras de JOHN WILLIAMS?
L.V.: Me siento muy afortunado. Es una suerte poder dirigir una música que ha marcado a tanta gente a lo largo de su vida; una música que, cada vez que la oímos, nos traslada a nuestra juventud, o a otro universo. JOHN WILLIAMS tiene la característica de hacernos soñar a todos con la música que hace.
¿Eres admirador suyo desde hace mucho tiempo?
L.V.: Sí, desde pequeño me gusta. Cuando estuve estudiando en Berklee analizaba la orquestación.
¿Qué banda sonora (de las películas que has visto) te hubiese gustado componer?
L.V.: Ninguna. Si me ha gustado la escena significa que me ha gustado la música, entonces no sería la misma música si la pongo yo. Pero sí que me hubiese gustado hacer la de MELANCOLÍA y, como admirador de JOHN WILLIAMS, me hubiese gustado hacer la de la última escena de E.T., porque me parece magistral.
Tienes ya una gran filmografía a tus espaldas. ¿Consideras que, al ser tan joven, te sigue costando estar en este mundo o solamente te pasaba cuando empezaste?
L.V.: Al principio no es que fuera un problema, pero sí que llamaba la atención. No me pasa ahora, ya que cuenta más la filmografía y no tanto la edad.
Estás nominado a dos premios Goya (mejor canción original por PALMERAS EN LA NIEVE y mejor música original por NADIE QUIERE LA NOCHE) y a un premio Feroz (mejor música original por PALMERAS EN LA NIEVE). ¿Te surgen más posibilidades tras estas nominaciones?
L.V.: Es como una bola. Lo que hay que hacer es seguir aprendiendo y ser muy positivo. Me llaman de muchos proyectos (aunque otros se caen). Intento hacer bien mi trabajo y, sobre todo, estar al servicio del director: ese es mi trabajo.
¿Hay mucha diferencia como compositor entre la forma de trabajar en Estados Unidos y la forma de hacerlo en España?
L.V.: La diferencia básica es que allí hacen más cambios de edición, por lo cual hay más presión y tienes menos tiempo para componer, mientras que en España (en el cine europeo en general) tienes más tiempo.
¿Con qué director te gustaría trabajar?
L.V.: Con Lars von Trier porque es un fenómeno. Me gusta todo de su filmografía. Su cine es como una ópera.
En el futuro, ¿de qué tipo de película te gustaría componer la BSO?
L.V.: De alguna película de Disney o de alguna comedia. Me gusta cambiar de estilo. Aunque antes había hecho algo de drama, más bien había realizado terror, thriller y acción. Mis últimos trabajos son NADIE QUIERE LA NOCHE y PALMERAS EN LA NIEVE. Y ahora estoy terminando una con Mateo Gil: REAL LIFE. Estoy muy contento de cambiar de registros; si me llaman para una película de comedia romántica, pues me lanzo. Disfruto con todos los géneros y haciendo música que no sea solo para el cine. Ahora estoy haciendo un ballet para el Boston Ballet, y luego tengo dos proyectos muy interesantes para el año que viene… ¡y en ello ando trabajando! Como pista digo que no tiene que estar directamente relacionado con el cine.
¿Aparte de componer para cine, también compones para trailers, ¿no ?
L.V.: Sí. Tenemos una empresa: Music and Motion Productions. Mi socio es Steve Dzialowski. Nos conocimos en Berklee y ahí empezamos a hacer la música de películas. Hace un año creamos Chroma con Chris Ramsdell. Tenemos más de 50 compositores colaborando con nosotros y estamos muy contentos, porque está funcionando muy bien. Hemos hecho trailers para películas como LOS JUEGOS DEL HAMBRE, INTERSTELLAR, TERMINATOR, LUCY o TOMORROWLAND.
¿Qué diferencia hay entre vender el tráiler con la música y ponerle música a la película?
L.V.: El músico de la película nunca hace la música del tráiler (por lo menos en Estados Unidos) o pasa en muy contadas ocasiones (por ejemplo, si hay una saga tipo LA GUERRA DE LAS GALAXIAS). El músico está haciendo la banda sonora de la película y no le da tiempo a hacer la del tráiler; por otro lado, la estructura está muy milimetrada por la gente de marketing de los estudios. Los trailers van en tres partes: el principio, la mitad con un poco más de acción y luego lo que se llama el pack end, que es el subidón del final. Tienes que controlar muy bien y saber que es probable que los editores corten la música que hagas para los trailers. Los tracks normalmente son de tres minutos. Los editores que están haciendo los trailers cogen de tu track 30 segundos solamente. Es un business muy serio.
¿Decidiste hacer el concierto de este año en el Teatro Real tras el éxito cosechado el año pasado en el Teatro de la Zarzuela?
L.V.: Quería hacer más un espectáculo. Hablé con el productor y se lo dije; y, efectivamente: tenemos a LETICIA MORENO repitiendo, a artistas como RUSSIAN RED, GERÓNIMO RAUCH o a JORGE BLASS, el ilusionista number one que está haciendo un número muy bonito. Por otro lado, tenemos a DIDI RODAN, que está haciendo un número de arena que es flipante con respecto al año pasado (en la BSO de LA GUERRA DE LAS GALAXIAS salían los Stormtroopers y Darth Vader al escenario). Lo de este año me parece más elegante.
En los créditos del final ponía: «Hasta el año que viene». ¿Habrá un nuevo espectáculo en 2016?
L.V.: Puede haber sorpresas. Puede ser (o no) algo diferente. Esto es lo bonito: que se ha creado la expectación de «a ver qué pasa el año que viene». Por supuesto, yo siempre pienso en más.
¿Y también será un homenaje?
L.V.: No puedo decir nada.
¿Crees que este tipo de espectáculos fomentan la música clásica con los jóvenes?
L.V.: Sin duda. Yo creo que es una ocasión perfecta para que las familias vengan y vean que la música orquestal tiene otras salidas, que es algo divertido, y que, en los teatros, es una sensación muy divertida y personal. Lo oyes y te transporta a las películas; además, la orquesta es estupenda: todos jóvenes y con una energía especial.
¿Crees que los talentos españoles se tienen que ir fuera para triunfar?
L.V.: Yo creo que aquí también se puede. Yo no me veo una persona con mucho talento, pero sí con mucha disciplina, esfuerzo, sacrificio, y luchando por lo que quiero. Gracias a eso estoy desarrollando mi carrera. Creo que es indispensable entender que se vive una vez, que dentro de 100 años ninguno de nosotros va a estar aquí, y lo que hay que hacer es disfrutar de lo que uno hace y lanzarse a tope a conseguir tus sueños, no simplemente soñar. Yo soy de los que trato de conseguirlo, y me da igual lo que la gente opine: voy a saco con eso. Muchas veces veo gente que se queja a los demás y, en el fondo, no se dan cuenta de que lo que hay que hacer es invertir tu tiempo en aprender y dejar de echar la culpa a todo el mundo. Sí que hay trabajo y opciones en España, y tenemos unos artistas y unos técnicos maravillosos; de hecho a veces, cuando voy al extranjero, es un poco triste (y lo flipo) el complejo que tenemos en España, ya que allí aprecian mucho el cine español. En Estados Unidos alucinan con el cine español y cuando vienen aquí a grabar igual.
¿Por qué crees que no se aprecia aquí el cine español?
L.V.: Es una cuestión cultural. Los guiones que se están escribiendo fuera se conectan con el cine español.
¿Como espectador ves series? ¿Te gustaría componer alguna BSO?
L.V.: Veo JUEGO DE TRONOS y HOUSE OF CARDS. No he podido componer ninguna BSO de series porque te llleva mucho tiempo, y he estado muy liado con las películas, pero en un futuro me encantaría.
¿Cuánto tiempo se requiere hacer un espectáculo como el homenaje a John Williams?
L.V.: Un año.
Si conocieras a JOHN WILLIAMS, ¿qué le dirías?
L.V.: Le diría que muchas gracias por hacernos soñar a tanta gente, pero eso se lo habrán dicho muchas veces. Le diría algo más original y divertido, por ejemplo: ¿Por qué siempre come sándwich de pavo a la hora de comer?, aunque también se lo habrán dicho un montón de veces. Entonces le preguntaría si le gusta el jamón, tirando de la marca española.
Al igual que con STEVEN SPIELBIERG, con JOHN WILLIAMS tienes una relación muy asentada. ¿Te ves siendo el compositor fetiche de alguien?
L.V.: Claro. Eso es el sueño de cualquier músico. Me encantaría repetir con los que ya he trabajado, pero lo que pasa es que, hoy en día, es complicado, porque buscan un sonido muy específico y funcionan de una forma diferente.
¿Con quién has congeniado más?
L.V.: Con todos, pero con COIXET fue una maravilla. Es un amor. Sabe de cine muchísimo. Nunca he conocido a nadie que sepa tanto. Ha sido una relación muy bonita. Con ella fue fácil; en cambio, MATEO GIL exige mucho (que también me gusta mucho, me parece divertido). Con FERNANDO GONZÁLEZ fue una mezcla, pero fue todo muy fácil. Nos entendimos desde el principio, pero luego había mucha música. Normalmente las películas suelen tener 60 o 80 minutos de música, y esta tenía 107, entonces requería bastante música.
¿Has visto alguna vez una película que no tenga música y has pensado que estaba bien así?
L.V.: Sí, la que hizo BARDEM (NO ES PAÍS PARA VIEJOS). Esa no tenía música y tenía una tensión que alucinas. Depende del guion y del director porque, por ejemplo, TARANTINO pone en todas sus películas mucha música. Con respecto a la música que pone Tarantino en DJANGO DESENCADENADO (como el rap) me parece genial. Todo lo que sea romper y que la gente te critique, mejor.
¿Qué músicos te han influenciado?
L.V.: Muse, Michael Jackson, Mecano, Raphael, la música de los años 50 y 60… Además, mi abuelo fundó Hispavox, por lo que el tema de los discos siempre estaba presente en casa.
¿Cómo te haces respetar allí en Estados Unidos?
L.V.: Con tu filmografía, con tu trabajo. A los americanos les da igual que seas joven o mayor, mujer u hombre, negro o blanco: el que vale, vale. Si te consideran para una película, te llamarán. Son muy prácticos.
¿Cuáles son las claves para reforzar la emoción que te quiere transmitir el director con la imagen?
L.V.: Las claves son llegar a un acuerdo con el director y tratar de manipular al público (es muy divertido y sobre todo en el terror se da mucho). Tanto la música como el silencio tienen la misma fuerza.
Aparte del director, ¿de quién dependes en una gran producción?
L.V.: En Estados Unidos, del director, del editor, del productor y del distribuidor, mientras que en España solo del director.
¿Cómo es un día normal para ti?
L.V.: Llego al estudio de Los Ángeles en bicicleta y me paso allí todo el día, trabajando. Hago surf de vez en cuando, pero mi vida en Los Ángeles es bastante aburrida. Allí de fiestas cero patatero, no hay tiempo. Aquí en España es donde salgo de ligoteo con mis amigos. Yo vivo para trabajar, no trabajo para vivir, por lo que, para mí, estar un fin de semana en Los Ángeles es, no sé… Bueno, voy a museos, pero no me siento bien, necesito estar constantemente trabajando. Voy y vengo, pero mi base está en Los Ángeles.
¿Te ves haciendo musicales y óperas?
L.V.: Sí, me encantan.
¿Qué diferencia hay entre componer música para una película y música para un grupo?
L.V.: Que para la película te tienes que adaptar a una imagen y a una historia, y con la música para un grupo puedes hacer lo que quieras (es muy guay también, me encantaría).
¿Te ves transcendiendo en Hollywood como compositor de música en un futuro ?
L.V.: Mi objetivo no es ese. Mi objetivo es ser feliz, hacer la música que me interesa y disfrutar de la vida, no ser un compositor de renombre. Quiero hacer las cosas bien, aprovechar lo que vaya saliendo y hacer proyectos interesantes. Los Goya me parecen muy bien y estoy encantado, pero mi objetivo no es ganar un goya: mi objetivo es trabajar con gente interesante.
¿Eres consciente de lo que transmites al público?
L.V.: Sí, claro que soy consciente. Y creo que es interesante poder llegar a la gente, sobre todo a la gente joven. Quiero mandarles mi apoyo, tratar de ayudarlos y animarles a que hagan lo que quieran (ya sea música, arte, o la carrera que sea), lo que a uno le gusta. Lo importante es no hacer una carrera que te imponen, porque eso te machaca el resto de tu vida. Yo soy un chaval de Madrid como otro cualquiera. La cuestión es echarle narices y decir: «Lo voy a hacer».
¿Pero crees que es importante el apoyo de la familia?
L.V.: Exactamente. Yo tuve suerte porque, desde pequeño, me llevaban a los conciertos, y cuando dije que quería hacer música no me dijeron que no; al contrario: me apoyaron desde el minuto uno.
¿En Estados Unidos es diferente la mentalidad en ese aspecto?
L.V.: Allí hay carreras de todo, y en eso son muy abiertos. El sistema me gusta. Si hubiera estudiado en España, hubiera aprovechado al máximo las oportunidades. No creo que haya que irse fuera. Yo tuve la suerte de que me concedieran una beca y me fui.
¿Cuál es tu película favorita?
L.V.: Cinema Paradiso.
¿Un director favorito?
L.V.: Pedro Almodóvar, Lars von Trier y Steven Spielberg.
