El Palomitrón

Tu espacio de cine y series españolas

BIBLIOTECA CINE REDACTORES

BIBLIOTECA: EL REVERSO DE LA CULTURA. MITOS Y FIGURAS DEL NUEVO FIN DE SIGLO

American Psycho Christian Bale El Palomitrón

Gracias a Cátedra hemos podido leer este estudio de Damià Alou sobre las figuras que han marcado nuestro fin de siglo. Basándose en el libro que Hans Hinterhäuser publicaba en 1977, Fin de siglo. Figuras y mitos, Alou ejemplifica cuáles son los referentes culturales que identifican los símbolos de nuestro fin de siglo. Si la decadencia de finales del XIX tiene para nosotros, a día de hoy, un aura de romanticismo, el vacío y la nada más absoluta que deriva del capitalismo de nuestro siglo nos aterra más de lo que podemos admitir.

En El reverso de la cultura. Mitos y figuras del nuevo fin de siglo, Damià Alou toma los seis ejemplos de Hinterhäuser y los transforma en seis capítulos. En cada uno de ellos analiza una conducta de la sociedad de nuestro final de siglo XX y la ejemplifica a través de una película y una novela (a veces varios ejemplos de cada o compara la película y la novela en que se basa). Así, en este ensayo nos podemos encontrar a Patrick Bateman (Christian Bale), protagonista de la gran American Psycho, pero también a Dostoyevski, a Thomas Bernhard o la obra de Alan Moore, Watchmen, sin olvidar homenajear el gran trabajo de Heath Ledger con su Joker y lo que este icono supone en el mundo de hoy en día.

Portada El reverso de la cultura El Palomitrón

«Porque American Psycho está escrita desde el arte para negarlo; está escrita desde la clase dominante para maldecirla; está escrita desde el vacío para alumbrar ese vacío. A codazos, el autor abre su propio espacio y lo llama, lo llamamos, fin de siglo, sin la elegancia decadente del anterior fin de siècle. Porque nos ofrece, antes de verlo, una instantánea del siglo venidero; una instantánea, transcurridos veinte años, quizá más acertada de lo que él mismo se atrevió a imaginar. Porque coloca al asesino en serie, el personaje por antonomasia de nuestro fin de siglo, la máxima encarnación de la banalidad del mal, en el centro del mundo financiero, allí donde se toman las decisiones. ¿No os suena?».

Alou no analiza las películas ni las novelas desde un punto de vista estético, porque su estudio se centra en el carácter de los protagonistas de estas obras, las cuales configuran una sociedad en la que estamos inmersos. Son ejemplos que nos avanzaban, ya a finales de los 90, algunas actitudes y situaciones que cada vez se hacen más frecuentes. Analizar y comprender a los personajes del cine y la literatura del siglo XX supone analizar lo que somos como sociedad hoy en día.

Heath Ledger El Joker El Palomitrón

Unifica de esta forma sociedad, historia y arte, aspectos que siempre deberían analizarse en conjunto, ya que unos derivan de otros y se retroalimentan, conformando un todo que transmite lo que somos: la historia nos hace así, y nosotros, como sociedad, lo reflejamos en nuestro arte. Alou consigue en seis capítulos poner las bases de este diferente siglo XXI. Por último, después de un profundo análisis de lo que ha sido y nos ha dejado el siglo XX (con esa manera tan interesante de hilar con la decadencia de finales del XIX), Alou establece lo que para él supone el reverso de la cultura: en lugar de ser la incultura, pensando en el propio antónimo de la palabra, él defiende el concepto de contracultura, el cual ejemplifica con una película de culto y dos novelas.

Este ensayo supone un análisis muy interesante de los iconos del siglo que acabamos de dejar, constituyendo una parte muy pequeña de todo el estudio que se podría hacer en cuanto a sociedad y sus iconos. Interesante esa contraposición de personajes icónicos como Patrick Bateman o Hannibal Lecter (Anthony Hopkins), pero también todas las dobles y triples lecturas que sobre el simple visionado o la mera lectura de un texto consigue hacer aquí el autor. Recomendado para todos aquellos interesados en la psique de nuestros iconos y lo que supone para nuestra sociedad que ellos constituyan ese ejemplo de fin de siglo.

 

Lorena Rodríguez

¡No olvides dejar aquí tu comentario!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Una tarde, con siete añitos, entré en el salón cuando mi madre veía El Padrino. La escena en cuestión era la del caballo y mi madre me gritó que no mirase, pero miré. Desde aquel entonces no pude dejar de mirar, de observar y soñar. Lo más cerquita que pude quedarme del cine fue haciéndome historiadora del arte. El cine es mi Tardis, un Delorean que me hace la vida real más fácil. Mi primera serie fue Urgencias, siempre fiel, a pesar de lo mal que la trató la tele. No sé decirle que no a una serie.