THE WALKING DEAD: DESARROLLO DESIGUAL Y VÍSCERAS
Terminada la sexta temporada de The Walking Dead (podéis recuperar nuestras primeras impresiones aquí), nos hemos vuelto a quedar con la sensación de que esta serie ofrece a sus espectadores momentos intensos, gran dramatismo, subtramas interesantes…, pero también es capaz de generar una multitud de minutos aburridos, ahondar en historias que no terminan de interesar a nadie o ser muy tramposa y escatimar información. Aun así, seguimos enganchados a ella (y lo que nos queda). Advertimos que en este artículo hay numerosos spoilers de la sexta temporada.
The Walking Dead no es una serie para todos los públicos, y no solo por la parte gore de la misma, sino porque está llena de dilemas filosóficos y vitales, de caídas y regresos al averno de la locura, de reencuentros con lo religioso y con la humanidad perdida… Y de todo esto ha habido, y mucho, en esta temporada: los habitantes de Alexandría se cuestionaron si debían confiar en aquellos extraños que tan ruidosa entrada habían hecho en sus vidas, pero pronto comprobaron que, sin ellos, no sobrevivirán mucho más entre tantas amenazas, y se vio cómo Morgan evolucionó durante un pseudosecuestro en el que compartió su tiempo con un hombre (y la cabra Tabitha) que trataba de expiar sus propios pecados y que lo introdujo en el aikido y en la no violencia. Estas ideas pacifistas y de redención han calado hondo en Carol y le han hecho repensarse su comportamiento, hasta el punto de ponerse en peligro con tal de dejar de matar; en el lado contrario estaría Eugene, que trata de encontrar al héroe que lleva dentro, dejar de estar bajo el manto protector del grupo y dar un paso adelante para defenderlo, y el amor, que viene y va, que ha roto parejas (como la de Abraham y Rosita) y nos ha traído otras nuevas (Abraham y Sasha, Rick y Michonne, Tara y Denise), que hace que las familias crezcan (hemos sabido del embarazo de Maggie)… Y, por supuesto, hemos tenido acción, sangre, vísceras, muertes en los distintos enfrentamientos con los caminantes, con los Lobos o con los Salvadores. Casquería pura y dura, vamos.
En esta sexta temporada, la ficción continúa teniendo los problemas que lleva arrastrando prácticamente desde su segunda temporada: se debate entre momentos de gran intensidad que dejan al espectador en vilo con personajes en situaciones desesperadas, revelaciones sorprendentes, encuentros inesperados… y partes tan insulsas que se podría pasar de ellas hasta el siguiente cliffhanger. Aunque la carga dramática, la evolución de los personajes y sus relaciones entre ellos es necesaria para la ficción, parece que no es precisamente el punto fuerte de sus creadores. Esto nos da una serie que se desarrolla a trompicones y cuyos puntos álgidos se reparten al principio y al final de cada capítulo. El resto, por lo general, son tremendos valles en los que es muy fácil que el espectador desconecte y se ponga a hacer cualquier otra cosa, porque no le será muy difícil seguir lo que está ocurriendo aunque esté mirando Twitter.
La nueva entrega de la serie se ha acercado, otra vez, a la historia tal y como se desarrolla en los cómics originales. Con una ojeada a sus páginas, nos encontraremos con escenas que, prácticamente, se han calcado en la ficción televisiva, aunque con cambios de personajes. Recordamos que hay algunos que en las viñetas continúan vivos, mientras en la serie desaparecieron hace varias temporadas y viceversa. Destacamos sobre este particular la horda de caminantes que invade Alexandría y el momento en el que Rick corta la mano de Jessie, el flechazo que acaba con la vida de la doctora Denise (en el cómic el muerto era Abraham), la escena en la que Carl pierde un ojo por un disparo, y, por supuesto, el final y la presentación de Negan.
El malo malísimo, que se nos promete más pérfido y peligroso que el gobernador, ha hecho una aparición espectacular blandiendo su bate recubierto de alambre de espinos y silbando una tonada que hace que el más pintado tiemble de miedo. En su momento se barajaron varios nombres para darle vida, y se llegó a afirmar en algún medio que el elegido sería Jon Hamm (Mad Men), pero, finalmente, el encargado de ponerle cara a Negan ha sido Jeffrey Dean Morgan, un excelente actor que se ha paseado como gran secundario por el cine (Watchmen) y la televisión (Anatomía de Grey, Sobrenatural) y que, sin duda, ha sido un grandísimo acierto (y si alguien tiene alguna duda, que vea el monólogo de más de diez minutos que se marca en el capítulo final: aterrador). Seguro que nos va a dar grandes momentos en la próxima temporada poniendo en apuros a Rick y los suyos, tanto si se sigue su trama de los cómics como si se le crean otras nuevas ex profeso para la serie.
Para terminar, no podemos dejar de comentar qué nos ha parecido ese final tan criticado. Cuando decíamos más arriba que The Walking Dead es una serie tramposa, nos referíamos a esto. No es la primera vez que se anuncia a bombo y platillo lo que va a ser un giro de guion impactante, una batalla épica, una muerte que nos dejará picuetos… y resulta que no nos enseñan nada. En esta misma temporada hemos visto a Rick cercado por los muertos en la autocaravana y cómo, al siguiente capítulo, aparecía a las puertas de Alexandría sin explicarse cómo se salvaba; hemos tenido que esperar durante el parón de la serie para confirmar si Glenn estaba vivo o muerto, (aunque en este caso sí vimos cómo conseguía salvarse), y también hemos visto el disparo que recibía Daryl, y que parecía claramente mortal, cuando después lo hemos visto solamente malherido. Todo esto tiene un colofón, un capítulo final en el que esperábamos el asesinato de un personaje principal, y resulta que se guardan su resolución hasta el próximo mes de octubre. En esto ha fallado la serie, que otra vez quiere tener cautivos a sus espectadores (un recurso que está empezando a cansar). Pero, de momento, les ha vuelto a dar resultado. Aquí estaremos divagando sobre quién cae bajo los golpes de Negan y mordiéndonos las uñas esperando que no sea alguno de nuestros personajes favoritos, o sobre quiénes serán esos misteriosos caballeros que socorren a Negan y Carol. Una temporada que empezó de forma impactante y que termina igual, a lo grande.