VERANO EN SERIE: LOS 100
Una guerra nuclear ha dejado al planeta Tierra inhabitable. Los pocos humanos que consiguieron sobrevivir se encuentran, noventa y siete años después, en una estación espacial con recursos limitados que empiezan a agotarse, entre ellos el oxígeno. Tratando de impedir que la especie desaparezca, el canciller Jaha (interpretado por Isaiah Washington, el Dr. Burke de Anatomía de Grey) decide enviar a la Tierra a cien jóvenes presos para comprobar si son capaces de vivir en el planeta de sus antepasados. Este es el punto de partida de Los 100, la serie de ciencia ficción de CW que emite SyFy en España.
Rápidamente se descubre que no solo se puede sobrevivir en la Tierra, sino que hay seres que lo llevan haciendo durante un tiempo indeterminado y a los que no les hace ninguna gracia que los habitantes del espacio (sky people) vengan a ocupar su territorio. Los cien jóvenes se enfrentan, además de a los terrícolas, al reto de constituir políticamente una sociedad desde cero. No será fácil: en El Arca, la estación espacial de la que provienen, la escasez de recursos sirvió como excusa a sus líderes para aprobar leyes muy restrictivas y la pena de muerte. En la Tierra, la violencia y el desgobierno se apoderarán de muchos de ellos.
En muy poco tiempo, dos figuras comienzan a tener mucho peso en las decisiones y se erigen como líderes involuntarios del grupo: Clarke (Eliza Taylor) y Bellamy (Bob Morley). Las diferencias entre ellos y con el resto de los 100 dificultarán la convivencia en sus primeros días tras el aterrizaje.
Durante las tres primeras temporadas, los protagonistas se enfrentan a distintos enemigos al margen de sus propias luchas internas. Uno de los aspectos más positivos de la serie es que, a través de una historia de ciencia ficción no demasiado compleja narrativamente, trata temas atractivos como los intereses que generan los conflictos bélicos, la inteligencia artificial, la religión, la pena de muerte o las armas nucleares. Además, todas las sociedades representadas son igualitarias en cuanto a orientación y género.
Los episodios generalmente tienen mucho ritmo y las numerosas historias se suceden sin dejar respiro al espectador. En una misma temporada se desarrollan varias tramas troncales y transversales que permiten jugar con una gran cantidad de personajes. Eso sí, al igual que en Juego de tronos, es mejor no encariñarse con ninguno de ellos, porque en Los 100 todo el mundo es susceptible de morir en cualquier instante. De hecho, hace pocos meses la desaparición de un personaje muy querido despertó la ira de muchos de los fans en redes sociales y obligó a Jason Rothenberg, creador y showrunner de la serie, a publicar una carta explicando los motivos argumentales por los que se tomó la decisión.
La serie es honesta y siempre queda patente en qué cadena se emite. En todos los aspectos, es puro CW: héroes posadolescentes que, sin embargo, aquí no tienen tanto tiempo para dedicar a sus relaciones sentimentales como en algunas de las ficciones con las que comparte parrilla. De momento está confirmada una cuarta temporada que llegará a principios de 2017 y de la que sus responsables avanzaron algunas cosas en la recién finalizada Comic-Con de San Diego (pincha en este enlace si quieres verlo, pues contiene spoilers de las tres primeras temporadas).
Basada en la novela homónima de Kass Morgan, el papel que representan las mujeres en la serie, los conflictos morales que plantea y la ausencia de tramas de relleno hacen de Los 100 una de las series más interesantes en su género y que más satisfacciones reporta a CW.
LO MEJOR
- Muchas veces es imprevisible, lo que ayuda a generar más tensión y a disfrutar del visionado.
LO PEOR
- Sus primeros capítulos no están entre los mejores. Hay que tener un poco de paciencia para hacerse con la historia y los personajes.
Fon López