UTOPIA
Si saliéramos a la calle a modo de reportero dicharachero y empezáramos a preguntar ‘¿Dónde está Jessica Hyde?’ probablemente se producirían dos reacciones: La mitad de las personas (siendo optimistas) contestarían con alguna respuesta que nos hiciera pensar que es de los nuestros. La otra mitad nos respondería con algo muy parecido al ‘¿Y ésa quién es?’ llevándonos, irremediablemente, a redactar este artículo dedicado especialmente para ellos: Los que todavía no saben quién es Jessica Hyde. Los que todavía, pues, no saben qué es Utopia.
Desarrollada en 2013 por el guionista Dennis Kelly para el mismo canal que nos llevó a la aversión profunda hacia la tecnología con Black Mirror, Channel 4, Utopia nos presenta a un grupo de personas que se relacionan mediante Internet para charlar sobre su hobbie en común: son acérrimos seguidores de la novela gráfica Los Experimentos de Utopía, llevada a cabo por un hombre durante su estancia en el psiquiátrico y con dibujos de experimentos y teorías conspirativas tan extrañas como posibles. Cuando uno de estos miembros del grupo encuentra el manuscrito original de la continuación de la novela y comienzan a ser perseguidos por una misteriosa organización, es cuando Utopia empieza a ser una realidad.
Dos trepidantes temporadas con una premisa atípica y totalmente absorbente son las responsables de que Utopia se haya convertido en una serie tan de culto como la ficticia novela gráfica en la que se apoya su argumento. Eso sí, la serie va mucho más allá de tener simplemente una buena trama en la que sujetarse y consigue dejarnos totalmente absortos ante su enorme despliegue técnico de donde destaca, irremediablemente, su fotografía. Utilizando el color amarillo como método para crear un ambiente más perturbador si cabe, los espectaculares paisajes llenos de vivísimos colores que podemos apreciar en prácticamente todos los capítulos, hacen de esta serie británica una delicia para la vista.
Igual que ocurriera con Black Mirror cuando nos poníamos en el lugar del protagonista y nos veíamos igual de excesivamente absorbidos por la tecnología que él, esta otra serie británica juega constantemente con un batiburrillo de teorías conspirativas que calan en el espectador de tal manera que consigue hacernos pensar que realmente lo que estamos viendo podría ocurrir. Y, por supuesto, la paranoia está servida durante y después del visionado de Utopia.
Si a esto le sumamos un plantel de perfectos protagonistas no muy conocidos en nuestro país (a excepción, quizá, de una tal Rose Leslie, conocida por repetirle a un joven bastardo del norte que «él no sabe nada») destacando a Neil Maskell y su papel del ensimismado Arby con su icónico maletín amarillo, ¿qué tenemos? Una serie intensa, breve y, sobre todo, atrapante de principio a fin. Tanto es así que uno de los directores más aclamados de Hollywood, David Fincher (Perdida), quiso poner en marcha su remake para emitirla en la cadena estadounidense HBO tras su cancelación después de dos temporadas en el canal británico. Aunque, lamentablemente, de momento el proyecto ha quedado demasiado en el aire para nuestro gusto.
Y vosotros os preguntaréis: ¿Por qué, entonces, con semejante análisis fue cancelada? Unos dirán que los ratios de audiencia no eran los esperados en la segunda temporada. Otros achacarán su cancelación a las sospechosas similitudes entre tramas de la serie y situaciones reales (que no desvelaremos porque sería un spoiler en toda regla). Nosotros, simplemente, citando a nuestro amigo Joe E. Brown en Con faldas y a lo loco, os diremos que… nadie es perfecto. Y Channel 4, aunque pueda parecerlo con tanta genialidad, tampoco.
LO MEJOR
- Su espectacular fotografía y el inesperado amor que nos hace desarrollar hacia el color amarillo.
- Las reflexiones llenas de «¿Y si…?» que nos hace plantearnos en cada capítulo.
- Su original y perturbadora banda sonora.
LO PEOR
- Su cancelación.
- En los primeros episodios todo es demasiado confuso y lleva a mucha gente a perder el interés en la serie (¡Pero no! ¡Seguid!).
Silvia Martínez