THE WALKING DEAD 8X02: LOS MALDITOS
Tras un inicio de temporada bastante flojo, incluido en el aspecto de la audiencia, que ha bajado bastante (la falta del cliffhanger se notó), nos encontramos con un nuevo capítulo de The Walking Dead en el que los problemas psicológicos y morales de algunos de los personajes regresan al conflicto, y en el que la necesidad de supervivencia hace que pocos duden a la hora de apretar el gatillo.
Atención: Contiene spoilers
Tras los primeros ataques a los Salvadores, la misión no terminó para Rick y los suyos; se han propuesto acabar con todos sus enemigos de una vez por todas y entrar a fuego en todos sus cuarteles. Así dejamos a los distintos grupos de personajes en el final del anterior episodio, y este comienza con primeros planos de varios de ellos en distintas situaciones. Por un lado, Rick y Daryl, satisfechos porque quizá han acabado con Negan; Carol y el rey Ezekiel, en medio del humo y atacados por los mordedores; Morgan, Jesus, y Tara, observando el recinto de las parabólicas; y Aaron junto a otros de sus compañeros, en los coches «blindados», dispuestos para asaltar a otro grupo de enemigos.
Este último grupo, el de Aaron, empieza a atacar una base de los Salvadores en la que estos también parecen prepararse para la batalla, por lo que, a pesar de la sorpresa, presentan resistencia. Los de Alexandria son mermados con facilidad, y solo tienen un pequeño respiro cuando algunos de los muertos contrarios comienzan a levantarse y a atacar a los suyos. Será en esos momentos cuando Aaron vaya a ayudar a su novio Eric, pero ya ha sido malherido.
Pasamos al comando de Morgan, Jesus y Tara, que va a tomar el recinto de las parabólicas. Antes de entrar, Morgan tiene un comportamiento raro y deja de lado su palo/estaca. Una vez en el complejo, cuando «milagrosamente» se salva de una emboscada, su mente parece que otra vez hace crac y comienza a caminar por el edificio disparando a todo salvador que se le pone a tiro. Mientras, Jesus y Tara han discutido sobre si matar o no a un hombre que encuentran escondido en una habitación. Este, en un descuido, coge a Jesus de rehén, aunque al final podrá liberarse. Junto a sus compañeros harán que sus enemigos se rindan. En ese instante aparece Morgan dispuesto a matar a los prisioneros, aunque Jesus lo detendrá a tiempo.
Carol, Ezekiel y los suyos se libran del ataque de los mordedores, pero el hombre de Negan que les tiró la granada huye. Tendrán que ir tras él para que no avise a los de otro puesto de guardia. Durante la búsqueda, los protagonistas tienen una conversación sobre la necesidad de aparentar confianza para que el grupo se sienta fuerte. Cuando dan casi por perdida su misión, aparecerá Shiva, ese tigre Deus ex machina que dará buena cuenta del huido. Por el walkie del salvador escucharán que en los otros campamentos de Negan ya saben del ataque, pero ellos están igual de dispuestos para seguir con su guerra.
A todo esto, Rick y Daryl buscan armas en otro lugar, guiándose por los mapas de Dwight. En un momento dado, los dos protagonistas se separan y no dejan de abrir puertas sin encontrar nada ni a nadie (¿cuántos cuartos puede haber en ese edificio?). Hasta que Rick se topa con un hombre al que terminará matando, para después descubrir a un bebé que duerme plácidamente en su cuna. Esto le afectará mucho, bajará la guardia y alguien aparece apuntándole y llamándole por su nombre. Es Morales, un personaje de la primera temporada que decidió marcharse a otro lugar con su familia y no continuar con Rick y los suyos, que al parecer ahora es de los Salvadores.
Esta semana hemos tenido muchísima acción, de eso no hay queja. No han parado las carreras, los disparos, la sangre a borbotones, muertos, peligros… Los problemas vienen cuando analizamos el capítulo con un mínimo de crítica. Entonces nos cuesta mucho creer la suerte de determinado personaje en una balacera, que un tigre sepa siempre cuándo, dónde y a quién atacar, o que el caminante de turno «se ponga» del lado de los buenos. Que nos pueden gustar más o menos, de acuerdo; pero que te pueden llegar a sacar de la ficción, está claro. Los argumentos se repiten una y otra vez, las escenas ya parecen vistas y, tras muchas horas asistiendo a los conflictos éticos de algunos personajes, volver a verlos en los mismos lugares, cansa. Si ahora, además, vamos a empezar a traer a personajes que una vez pasaron por aquí, ¿qué será lo próximo? Porque, reconozcámoslo, ¿alguien se acordaba de Morales? Seguro que a Rick alguien le ha tenido que chivar los datos de este señor porque no le sonaba de nada. Por fin estamos teniendo una verdadera guerra en The Walking Dead, lo que conllevará batallas que se ganan y otras que se pierden, trabajo de espías, emboscadas… Esperemos que sepan llevar todo esto a buen puerto y que no volvamos a caer en la mediocridad de las últimas temporadas. De momento, Rick, aquí seguimos.