THE NIGHT WATCHMAN. LA MINA
Una mina abandonada en un pueblo en el interior de las montañas en Estados Unidos. Un lugar donde por la noche puede que oigas ruidos extraños, veas sombras que desaparezcan en la nada… Produce escalofríos, ¿verdad? O, al menos, eso es lo que esperábamos del nuevo trabajo del director y guionista español Miguel Ángel Jiménez (Chaika, Korosho) y no hemos recibido. Sí que es verdad que no esperábamos el típico thriller ligerito y previsible, ya que está comprobado que el cineasta vasco, especializado en sus anteriores trabajos en la mezcla de la realidad y la ficción, es diferente. Jiménez ha realizado un cine español de terror diferente: es capaz de hacer una película de «terror» sin terror. Difícil, ¿verdad? Pues es lo que ha conseguido con su último filme, The Night Watchman. La Mina. Y es que a lo mejor confiábamos en sufrir más visionando la cinta, es decir, en realidad queríamos pasar más miedo y claustrofobia al adentrarnos en la mina abandonada, como lo hicimos con largometrajes que también se sitúan en escenarios escalofriantes como la saga de Cube, The descent o La cueva.
The Night Watchman. La Mina es una historia que se ambienta en un pueblo minero de la América más profunda. La mina es el lugar en el que empieza a trabajar Jack, un hombre recién salido de la cárcel que pretende rehacer su vida junto a su familia como vigilante de noche; pero, poco a poco, algunos de sus recuerdos y secretos se le irán interponiendo en el camino en ese tenebroso lugar.Un aspecto que nos ha parecido uno de sus puntos fuertes es el toque de country que le ha dado a su cinta española Jiménez, y es que su fotografía, realizada por Gorka Gómez Andreu, te muestra en cada escena un juego que mezcla unos exteriores con la luz del día, con unos interiores oscuros en la mina más que exquisitos. Asimismo, también consigue la fortaleza en su ambientación con su vestuario, pero sobre todo lo obtiene con su banda sonora, compuesta por los vizcaínos Dead Bronco, grupo de su protagonista, Matt Horan. Todos estos elementos los ha encajado a la perfección en su historia. A pesar de esto, vemos que se debilita en su guion, ya que, hasta pasada una hora, su acción no empieza a acontecer, y es algo que hemos echado de menos, ya que durante ese tiempo se centra más en presentar muy lentamente la historia y sus personajes (algo confusos) que en intentar aterrorizar a su audiencia. Aquel tipo de público que espere el filme facilón con un asesino que aparezca constantemente en escena que se olvide de ver la cinta, puesto que saldrá descontento. Igualmente saldrá descontento aquel público que espere con ansia ver un thriller convencional, algo que no encontrará a pesar de parecerlo en su tráiler. En definitiva, La Mina es lo que se podría catalogar como cine independiente dentro del género. Miedo sin miedo que solamente propone sutilezas encontradas en la mina cada noche sin más espasmo.
Su reparto, totalmente entregado a la circunstancia, está compuesto por el ya citado Matt Horan, que interpreta a Jack, un exconvicto con problemas de alcohol y drogas que solo quiere a su familia, y por Kimberley Tell (Perdiendo el norte) en el papel de Alma, una mujer con fuerza que vive para dar lo mejor a su hijo. La química de la pareja en la ficción traspasa la pantalla. A estos les acompañan Jimmy Shaw, cara conocida en nuestro país gracias a sus apariciones en El Ministerio del Tiempo o El tiempo entre costuras como Mike, el Padre del pueblo, con una personalidad más que devota que, por sus actos, deja mucho que desear, y Denis Rafter (11-11-11) como Stan, el tierno abuelito sabio que ayuda a todo aquel que lo necesite.
Temas interesantes como las familias desestructuradas o el fanatismo religioso son los que hacen reflexionar dentro y fuera de la mina, un espacio que nos envuelve desde el principio en la narración pero que, a su vez, aleja al espectador con las demasiadas escenas de momentos musicales que se presentan, además de alguna que otra secuencia de sexo que podrían haberse ahorrado. Igualmente es cierto que esperábamos más saltos en la butaca, a pesar de que el final nos sorprenda y resulte efectivo.
¿Se atreverá la próxima vez Jiménez con un thriller que sí sea thriller?
LO MEJOR:
- Es un filme poco convencional.
- Su banda sonora.
- Su reparto.
LO PEOR:
- Esperar terror y no verlo.
- Tiene un guion demasiado lento.
- Sus personajes son confusos.
- Abusa de momentos musicales.
María Páez